Scrutatio

Venerdi, 3 maggio 2024 - Santi Filippo e Giacomo ( Letture di oggi)

Isaías 36


font
BIBLIABIBBIA CEI 2008
1 En el año catorce del rey Ezequías subió Senaquerib, rey de Asur, contra todas las ciudades fortificadas de Judá y se apoderó de ellas.1 Nell’anno quattordicesimo del re Ezechia, Sennàcherib, re d’Assiria, salì contro tutte le città fortificate di Giuda e le prese.
2 El rey de Asur envió desde Lakís a Jerusalén, donde el rey Ezequías, al copero mayor con un fuerte destacamento. Se colocó éste en el canal de la alberca superior, que está junto al camino del campo del Batanero.2 Il re d’Assiria mandò da Lachis a Gerusalemme, dal re Ezechia, il gran coppiere con una schiera numerosa. Egli si fermò presso il canale della piscina superiore, che è nella via del campo del lavandaio.
3 El mayordomo de palacio, Elyaquim, hijo de Jilquías, el secretario Sebná y el heraldo Yoaj, hijo de Asaf, salieron donde él.3 Gli andarono incontro, Eliakìm, figlio di Chelkia, il maggiordomo, Sebna lo scriba e Iòach, figlio di Asaf, l’archivista.
4 El copero mayor les dijo: «Decid a Ezequías: Así habla el gran rey, el rey de Asur: ¿Qué confianza es ésa en la que fías?4 Il gran coppiere disse loro: «Riferite a Ezechia: “Così dice il grande re, il re d’Assiria: Che fiducia è quella nella quale confidi?
5 Te has pensado que meras palabras de los labios son consejo y bravura para la guerra. Pero ahora ¿en quién confías, que te has rebelado contra mí?5 Domando: forse che la sola parola delle labbra può essere di consiglio e di forza per la guerra? Ora, in chi confidi per ribellarti a me?
6 Mira: te has confiado al apoyo de esa caña rota, de Egipto, que penetra y traspasa la mano del que se apoya sobre ella. Pues así es Faraón, rey de Egipto, para todos los que confían en él.6 Ecco, tu confidi su questo sostegno di canna spezzata, che è l’Egitto, che penetra nella mano, forandola, a chi vi si appoggia; tale è il faraone, re d’Egitto, per tutti coloro che confidano in lui.
7 Pero vais a decirme: “Nosotros confiamos en Yahveh nuestro Dios.” ¿No ha sido él, Ezequías, quien ha suprimido los altos y los altares y ha dicho a Judá y a Jerusalén: “Os postraréis delante de este altar?”7 Se mi dici: Noi confidiamo nel Signore, nostro Dio, non è forse quello stesso del quale Ezechia eliminò le alture e gli altari, ordinando alla gente di Giuda e di Gerusalemme: Vi prostrerete solo davanti a questo altare?
8 Pues apuesta ahora con mi señor, el rey de Asur: te daré dos mil caballos si eres capaz de encontrarte jinetes para ellos.8 Ora fa’ una scommessa col mio signore, re d’Assiria; io ti darò duemila cavalli, se potrai mettere tuoi cavalieri su di essi.
9 ¿Cómo harías retroceder a uno solo de los más pequeños servidores de mi señor? ¡Te fías de Egipto para tener carros y gentes de carro!9 Come potrai far voltare indietro uno solo dei più piccoli servi del mio signore? Ma tu confidi nell’Egitto per i carri e i cavalieri!
10 Y ahora ¿acaso he subido yo contra esta tierra para destruirla, sin contar con Yahveh? Yahveh me ha dicho: “Sube contra esta tierra y destrúyela.”»10 Ora, non è forse secondo il volere del Signore che io sono salito contro questa terra per mandarla in rovina? Il Signore mi ha detto: Sali contro questa terra e mandala in rovina”».
11 Dijeron Elyaquim, Sebná y Yoaj al copero mayor: «Por favor, háblanos a nosotros tus siervos en arameo, que lo entendemos; no nos hables en lengua de Judá a oídos del pueblo que está sobre la muralla».11 Eliakìm, Sebna e Iòach risposero al gran coppiere: «Per favore, parla ai tuoi servi in aramaico, perché noi lo comprendiamo; non parlarci in giudaico: il popolo
che è sulle mura ha orecchi per sentire».
12 El copero mayor dijo: «¿Acaso mi señor me ha enviado a decir estas cosas a tu señor, o a ti, y no a los hombres que se encuentran sobre la muralla, que tienen que comer sus excrementos y beber sus orinas con vosotros?»12 Il gran coppiere replicò: «Forse il mio signore mi ha inviato per pronunciare tali parole al tuo signore e a te e non piuttosto agli uomini che stanno sulle mura, ridotti a mangiare i propri escrementi e a bere la propria urina con voi?».
13 Se puso en pie el copero mayor y gritó con gran voz en lengua judía, diciendo: «Escuchad las palabras del gran rey, el rey de Asur.13 Il gran coppiere allora si alzò in piedi e gridò a gran voce in giudaico, e disse: «Udite le parole del grande re, del re d’Assiria.
14 Así dice el rey: No os engañe Ezequías, porque no podrá libraros.14 Così dice il re: “Non vi inganni Ezechia, poiché non potrà liberarvi.
15 Que Ezequías no os haga confíar en Yahveh diciendo: “De cierto nos librará Yahveh, y esta ciudad no será entregada en manos del rey de Asur.”15 Ezechia non vi induca a confidare nel Signore, dicendo: Certo, il Signore ci libererà, questa città non sarà consegnata in mano al re d’Assiria”.
16 No escuchéis a Ezequías, porque así dice el rey de Asur: Haced paces conmigo, rendíos a mí, y comerá cada uno de su viña y de su higuera, y beberá cada uno de su cisterna,16 Non ascoltate Ezechia, poiché così dice il re d’Assiria: “Fate la pace con me e arrendetevi. Allora ognuno potrà mangiare i frutti della propria vigna e del proprio fico e ognuno potrà bere l’acqua della sua cisterna,
17 hasta que yo llegue y os lleve a una tierra como vuestra tierra, tierra de trigo y de mosto, tierra de pan y de viñas.17 fino a quando io verrò per condurvi in una terra come la vostra, terra di frumento e di mosto, terra di pane e di vigne.
18 Que no os engañe Ezequías, diciendo: “Yahveh nos librará.” ¿Acaso los dioses de las naciones han librado cada uno a su tierra de la mano del rey de Asur?18 Non vi inganni Ezechia dicendo: Il Signore ci libererà! Forse gli dèi delle nazioni sono riusciti a liberare ognuno la propria terra dalla mano del re d’Assiria?
19 ¿Dónde están los dioses de Jamat y de Arpad, dónde los dioses de Sefarváyim, dónde están los dioses de Samaría? ¿Acaso han librado a Samaría de mi mano?19 Dove sono gli dèi di Camat e di Arpad? Dove sono gli dèi di Sefarvàim? Hanno forse liberato Samaria dalla mia mano?
20 ¿Quiénes, de entre todos los dioses de los países, los han librado de mi poder, para que libre Yahveh a Jerusalén de mi mano?»20 Quali mai, fra tutti gli dèi di quelle regioni, hanno liberato la loro terra dalla mia mano, perché il Signore possa liberare Gerusalemme dalla mia mano?”».
21 Calló el pueblo y no le respondió una palabra, porque el rey había dado esta orden diciendo: «No le respondáis».21 Quelli tacquero e non gli risposero nulla, perché l’ordine del re era: «Non rispondetegli».
22 Elyaquim, hijo de Jilquías, mayordomo de palacio, el secretario Sebná y el heraldo Yoaj, hijo de Asaf, fueron donde Ezequías, desgarrados los vestidos, y le relataron las palabras del copero mayor.22 Eliakìm, figlio di Chelkia, il maggiordomo, Sebna lo scriba e Iòach, figlio di Asaf, l’archivista, si presentarono a Ezechia con le vesti stracciate e gli riferirono le parole del gran coppiere.