Scrutatio

Venerdi, 3 maggio 2024 - Santi Filippo e Giacomo ( Letture di oggi)

Ester 7


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BIBLIAEL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS
1 El rey y Amán fueron al banquete de la reina Ester.1 El rey y Amán fueron al banquete con la reina Ester.
2 También el segundo día dijo el rey a Ester, durante el banquete: «¿Qué deseas pedir, reina Ester?, pues te será concedido. ¿Cuál es tu deseo? Aunque fuera la mitad del reino, se cumplirá».2 Aquel segundo día, en el momento de brindar, el rey volvió a decir a Ester: «¿Qué es lo que pides, reina Ester? Lo que sea, te será concedido. ¿Qué es lo que quieres? Aunque sea la mitad del reino, lo tendrás».
3 Respondió la reina Ester: «Si he hallado gracia a tus ojos, ¡oh rey!, y si al rey le place, concédeme la vida - este es mi deseo - y la de mi pueblo - esta es mi petición.3 La reina Ester tomó la palabra y dijo: «Rey, si estás dispuesto a hacerme un favor y si esto es lo que te agrada, mi petición es que me concedas la vida y mi deseo es que perdones la vida a mi pueblo.
4 Pues yo y mi pueblo hemos sido vendidos, para ser exterminados, muertos y aniquilados. Si hubiéramos sido vendidos para esclavos y esclavas, aún hubiera callado; mas ahora, el enemigo no podrá compensar al rey por tal pérdida».4 Porque yo y mi pueblo hemos sido entregados al exterminio, a la muerte y a la destrucción. Si hubiéramos sido vendidos como esclavos y esclavas, me habría callado, ya que esa desgracia no habría perjudicado al rey».
5 Preguntó el rey Asuero a la reina Ester: «¿Quién es, y dónde está el hombre que ha pensado en su corazón ejecutar semejante cosa?»5 El rey Asuero tomó la palabra y dijo a la reina Ester: «¿Quién es y dónde está el que ha concebido semejante cosa?».
6 Respondió Ester: «¡El perseguidor y enemigo es Amán, ese miserable!» Amán quedó aterrado en presencia del rey y de la reina.6 Ester respondió: «¡El enemigo y adversario es ese miserable de Amán!». Amán quedó aterrorizado ante el rey y la reina.
7 El rey se levantó, lleno de ira, del banquete y se fue al jardín del palacio; Amán, se quedó junto a la reina Ester, para suplicarle por su vida, porque comprendía que, de parte del rey, se le venía encima la perdición.7 Y el rey, en un arrebato de ira, se retiró del banquete y fue hacia el jardín del palacio. Mientras tanto, Amán se quedó para implorar por su vida a la reina Ester, porque veía que el rey ya había decidido su ruina.
8 Cuando el rey volvió del jardín de palacio a la sala del banquete, Amán se había dejado caer sobre el lecho de Ester. El rey exclamó: «¿Es que incluso en mi propio palacio quiere hacer violencia a la reina?» Dio el rey una orden y cubrieron el rostro de Amán.8 Cuando el rey volvió del jardín del palacio a la sala del banquete, Amán estaba tendido sobre el diván donde se recostaba Ester. Entonces el rey exclamó: «¡Y todavía se atreve a violar a la reina estando yo en la casa!». Apenas el rey pronunció esta palabra, se abalanzaron sobre Amán y le taparon el rostro,
9 Jarboná, uno de los eunucos que estaban ante el rey, sugirió: «Precisamente, la horca que Amán había destinado para Mardoqueo, aquel cuyo informe fue tan útil al rey, está preparada en casa de Amán, y tiene cincuenta codos de altura». Dijo el rey: «¡Colgadle de ella!»9 y Jarboná, uno de los eunucos, dijo en presencia del rey: «Precisamente en casa de Amán se ha instalado un patíbulo de veinticinco metros; él mismo lo hizo levantar para Mardoqueo, aquel que salvó al rey con su denuncia». El rey ordenó: «¡Cuélguenlo allí!».
10 Colgaron a Amán de la horca que había levantado para Mardoqueo, y se aplacó la ira del rey.10 Así colgaron a Amán del patíbulo que él había preparado para Mardoqueo, y se calmó la furia del rey.