Scrutatio

Martedi, 7 maggio 2024 - Santa Flavia ( Letture di oggi)

Nehemías 6


font
BIBLIAEL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS
1 Cuando Samballat, Tobías, Guésem el árabe, y los demás enemigos nuestros se enteraron de que yo había reconstruido la muralla y de que ya no quedaba en ella brecha alguna - aunque en aquel tiempo no estaban colocadas las hojas de las puertas -1 Cuando Sambalat, Tobías, Guésem, el árabe, y los demás enemigos nuestros supieron que yo había reconstruido las murallas y que no quedaba en ellas ninguna brecha –aunque hasta entonces no había colocado las hojas de las puertas–
2 Samballat y Guésem mandaron a decirme: «Ven a entrevistarte con nosotros en Hakkefirim, en el valle de Onó». Pero ellos tramaban hacerme mal.2 Sambalat y Guésem mandaron a decirme: «Ven a entrevistarte con nosotros en Quefirím, en el valle de Onó». Pero, en realidad, lo que se proponían era hacerme el mal.
3 Por eso les envié mensajeros para decirles: «Estoy ocupado en una obra importante y no puedo bajar; ¿por qué voy a dejar que la obra se pare abandonándola para bajar donde vosotros?»3 Entonces les envié unos mensajeros para decirles: «Tengo muchísimo trabajo, y no puedo bajar. ¿Por qué va a suspenderse la obra mientras yo la abandono por bajar a verlos?».
4 Cuatro veces me enviaron el mismo recado, y yo di la misma respuesta.4 Cuatro veces me hicieron la misma invitación, y siempre les di la misma respuesta.
5 Entonces Samballat me envió a decir por quinta vez lo mismo por un criado suyo que traía una carta abierta5 Por quinta vez, Sambalat me mandó a decir lo mismo por medio de su servidor, que traía en la mano una carta abierta.
6 en la que estaba escrito: «Se oye entre las naciones, y así lo afirma Gasmu, el rumor de que tú y los judíos estáis pensando sublevaros; que para ello reconstruyes la muralla y tratas de hacerte su rey,6 En ella estaba escrito: «Se oye decir entre la gente –y lo confirma Gasmú– que tú y los judíos piensan sublevarse, y por eso reconstruyes las murallas. Según esos rumores, tú vas a ser su rey,
7 que incluso has designado profetas para proclamar acerca de ti en Jerusalén: ¡Judá tiene rey! Estos rumores van a ser oídos por el rey; así que ven para que tomemos consejo juntos».7 e incluso has establecido profetas para que proclamen en Jerusalén, refiriéndose a ti: «¡Hay un rey en Judá!». Y ahora el rey va a ser informado de todo esto. Ven, entonces, y pongámonos de acuerdo».
8 Pero yo les mandé decir: «No hay nada de eso que dices; son invenciones de tu corazón».8 Yo le mandé a decir: «No ha sucedido nada de lo que tú dices, sino que son puras invenciones tuyas».
9 Porque lo que querían era meternos miedo, pensando: «Desfallecerán sus manos y no acabarán la obra». Pero, por el contrario, yo me reafirmé más.9 En realidad, lo que ellos querían eran intimidarnos, pensando: «Sus manos se cansarán de trabajar, y la obra no se realizará». ¡Y ahora, Señor, fortalece mis manos!
10 Había ido yo a casa de Semaías, hijo de Delaías, hijo Mehetabel, que se encontraba detenido. Dijo él: «Démonos cita en la Casa de Dios, en el interior del santuario; cerremos las puertas del santurario; porque van a venir a matarte, esta misma noche vienen a matarte».10 Entonces fui a la casa de Semaías, hijo de Delaías, hijo de Mehetabel, que se hallaba impedido, y él dijo: «Encontrémonos en la Casa de Dios, en el interior del Templo, y cerremos sus puertas; porque van a venir a matarte y esta es la noche en que vendrán a hacerlo».
11 Pero yo respondí: «¿Un hombre como yo va a huir? ¿Qué hombre que sea como yo entraría en el santurario para salvar su vida? No iré».11 Yo repliqué: «¿Va a huir un hombre como yo? ¿Y qué hombre de mi condición podría entrar en el Templo y permanecer con vida? ¡No entraré!».
12 Pues comprendí que él no había sido enviado por Dios, sino que había dicho esta profecía sobre mí porque Tobías le había comprado,12 Yo había reconocido, en efecto, que no era Dios el que lo había enviado: si había pronunciado esa profecía acerca de mí, era porque lo había enviado Tobías.
13 para que yo, llevado del miedo, lo hiciera así y pecase; y esto me diera mala fama y pudieran burlarse de mí.13 Lo habían sobornado para que yo me dejara intimidar y, obrando de esa manera, cometiera un pecado. Así me habrían infamado, para cubrirme de oprobio.
14 Acuérdate, Dios mío, de Tobías, por lo que ha hecho; y también de Noadía, la profetisa, y de los demás profetas que trataron de asustarme.14 Acuérdate, Dios mío, de Tobías, por lo que hizo, y también de Noadías, la profetisa, y de todos los demás profetas que trataban de intimidarme.
15 La muralla quedó terminada el día veinticinco de Elul, en 52 días.15 Las murallas quedaron terminadas el día veinticinco de Elul, al cabo de cincuenta y dos días.
16 Cuando se enteraron todos nuestros enemigos y todas las naciones de alrededor lo vieron, les pareció una gran maravilla y reconocieron que esta obra había sido realizada por nuestro Dios.16 Cuando todos nuestros enemigos se enteraron, todas las naciones vecinas quedaron vivamente impresionadas; se sintieron muy humilladas a sus propios ojos y reconocieron que el trabajo había sido ejecutado gracias a nuestro Dios.
17 En aquellos mismos días, los notables de Judá multiplicaron sus cartas dirigidas a Tobías y recibían las de éste;17 Aun en aquellos días, algunos notables de Judá se carteaban frecuentemente con Tobías,
18 porque tenía en Judá muchos aliados, por ser yerno de Sekanías, hijo de Ará, y por estar casado su hijo Yehojanán con la hija de Mesullam, hijo de Berekías.18 porque estaban ligados a él por un juramento, ya que era yerno de Secanías, hijo de Ará, y su hijo Iojanán se había casado con la hija de Mesulam, hijo de Berequías.
19 Incluso llegaron a hablar bien de Tobías en mi presencia y le repetían mis palabras. Y Tobías mandaba cartas para intimidarme.19 Ellos hablaban bien de él en mi presencia y le transmitían mis palabras. Tobías, por su parte, enviaba cartas para intimidarme.