Scrutatio

Domenica, 5 maggio 2024 - Beato Nunzio Sulprizio ( Letture di oggi)

2 Crónicas 28


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BIBLIAEL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS
1 Tenía Ajaz veinte años cuando empezó a reinar, y reinó dieciséis años en Jerusalén. No hizo lo recto a los ojos de Yahveh, como David su padre.1 Ajaz tenía veinte años cuando comenzó a reinar, y reinó dieciséis años en Jerusalén. El no hizo lo que es recto a los ojos del Señor, a diferencia de su padre David.
2 Siguió los caminos de los reyes de Israel, llegando a fundir estatuas para los Baales.2 Siguió los caminos de los reyes de Israel, e incluso hizo ídolos de metal fundido para los Baales.
3 Quemó incienso en el valle de Ben Hinnom e hizo pasar a sus hijos por el fuego, según los ritos abominables de las gentes que Yahveh había arrojado de delante de los israelitas.3 Quemó incienso en el valle de Ben Hinnóm e inmoló a sus hijos den el fuego, según las costumbres abominables de las naciones que el Señor había desposeído delante de los israelitas.
4 Ofrecía sacrificios y quemaba incienso en los altos, sobre los collados y bajo todo árbol frondoso.4 Ofreció sacrificios y quemó incienso en los lugares altos, sobre las colinas y bajo todo árbol frondoso.
5 Yahveh su Dios le entregó en manos del rey de los arameos, que le derrotaron, haciéndole gran número de prisioneros, que fueron llevados a Damasco. Fue entregado también en manos del rey de Israel, que le causó una gran derrota.5 Entonces el Señor, su Dios, lo entregó en manos del rey de los arameos. Estos lo derrotaron y capturaron gran cantidad de prisioneros que fueron llevados a Damasco. También fue entregado en manos del rey de Israel, que le infligió una gran derrota;
6 Pecaj, hijo de Remalías, mató en Judá en un solo día a 120.000, todos ellos hombres valientes; porque habían abandonado a Yahveh, el Dios de sus padres.6 Pécaj, hijo de Remalías, mató en un solo día a ciento veinte mil hombres valientes de Judá, porque habían abandonado al Señor, el Dios de sus padres.
7 Zikrí, uno de los valientes de Efraím, mató a Maasías, hijo del rey, a Azricam, mayordomo de palacio, y a Elcaná, segundo después del rey.7 Zicrí, un hombre valiente de Efraím, mató a Maaseías, hijo del rey, a Azricam, mayordomo del palacio, y a Elcaná, que ocupaba el segundo lugar después del rey.
8 Los israelitas se llevaron de entre sus hermanos 200.000 prisioneros: mujeres, hijos e hijas. Se apoderaron también de un enorme botín, que se llevaron a Samaría.8 Los israelitas capturaron doscientos mil prisioneros entre las mujeres, los hijos y las hijas de sus hermanos; también les arrebataron un enorme botín y se lo llevaron a Samaría.
9 Había allí un profeta de Yahveh, llamado Oded, que salió al encuentro del ejército que volvía a Samaría, y les dijo: «He aquí que Yahveh, el Dios de vuestros padres, irritado contra Judá, los ha entregado en vuestras manos, mas vosotros los habéis matado con un furor que ha subido hasta el cielo.9 Había allí un profeta del Señor, llamado Obed. El salió al encuentro del ejército que llegaba a Samaría y les dijo: «El Señor, el Dios de sus padres, se enfureció contra Judá y lo entregó en manos de ustedes. ¡Pero ustedes lo han masacrado con una furia tal que clama al cielo!
10 Y ahora pensáis en someter a los hijos de Judá y de Jerusalén como siervos y siervas vuestros. ¿Es que vosotros mismos no sois culpables contra Yahveh vuestro Dios?10 ¡Y ahora pretenden convertir a los habitantes de Judá y de Jerusalén en esclavos y esclavas de ustedes! ¿Acaso no son ustedes los verdaderos culpables delante del Señor, su Dios?
11 Oídme, pues, y dejad volver a vuestros hermanos que habéis tomado prisioneros, porque el furor de la ira de Yahveh viene sobre vosotros».11 Por eso, escúchenme y devuelvan los prisioneros que han capturado entre sus hermanos, porque la ira del Señor se ha encendido contra ustedes».
12 Entonces algunos hombres de los jefes de Efraím: Azarías, hijo de Yehojanán; Berekías, hijo de Mesillemot; Ezequías, hijo de Sallum, y Amasá, hijo de Jadlay, se levantaron contra los que venían de la guerra,12 Entonces Azarías, hijo de Iojanam, Berequías, hijo de Mesilemot, Ezequías, hijo de Salúm y Amasá, hijo de Jadlai –que eran algunos de los jefes de los efraimitas– se levantaron contra los que regresaban de la expedición
13 y les dijeron: «No metáis aquí a estos prisioneros. ¿Por qué, además de la culpa contra Yahveh que ya tenemos contra nosotros, habláis de aumentar todavía nuestros pecados y nuestro delito?; pues grande es nuestro delito y el furor de la ira amenaza a Israel».13 y les dijeron: «¡No traigan aquí a esos prisioneros, porque nos haríamos culpables delante del Señor! Ustedes tratan de aumentar nuestros pecados y nuestras culpas, siendo así que nuestra culpa es ya demasiado grande y la ira del Señor pesa sobre Israel!».
14 Entonces la tropa dejó a los prisioneros y el botín delante de los jefes y de toda la asamblea.14 Los soldados abandonaron a los prisioneros y el botín delante de los jefes y de toda la asamblea,
15 Levantáronse entonces los hombres nominalmente designados, reanimaron a los prisioneros y vistieron con el botín a todos los que estaban desnudos, dándoles vestido y calzado. Les dieron de comer y de beber y los ungieron; y transportaron en asnos a todos los débiles, los llevaron a Jericó, ciudad de las palmeras, junto a sus hermanos. Luego se volvieron a Samaría.15 y algunos hombres, designados expresamente, se hicieron cargo de los prisioneros: vistieron a los que estaban desnudos con lo que habían recogido en el botín, les dieron ropa y calzado; los alimentaron, les dieron de beber y los perfumaron. Finalmente, los llevaron de vuelta, cargando sobre asnos a los que estaban débiles, y los condujeron hasta Jericó, la ciudad de las Palmeras, junto a sus hermanos. Después regresaron a Samaría.
16 En aquel tiempo el rey Ajaz envió mensajeros a los reyes de Asiria para que le socorriesen.16 En ese tiempo, el rey Ajaz mandó a pedir auxilio a los reyes de Asiria.
17 Porque los de Edom habían venido otra vez y habían derrotado a Judá, llevándose algunos prisioneros.17 Porque los edomitas habían invadido de nuevo y derrotado a Judá, llevándose algunos prisioneros.
18 También los filisteos invadieron las ciudades de la Tierra Baja y del Négueb de Judá, y tomaron Bet Semes, Ayyalón, Guederot, Sokó con sus aldeas, Timná con sus aldeas y Guimzó con sus aldeas, y se establecieron allí.18 Los filisteos habían saqueado las ciudades de la Sefelá y del Négueb de Judá, se habían apoderado de Bet Semes, Aialón y Gederot, y también de Socó, Timná y Guimzó, con sus respectivos poblados, estableciéndose en ellas.
19 Porque Yahveh humillaba a Judá a causa de Ajaz, rey de Israel, que permitía el desenfreno de Judá, y se había rebelado contra Yahveh.19 Así el Señor humillaba a Judá por culpa de Ajaz, rey de Judá, que había fomentado el desenfreno en Judá y se había rebelado contra el Señor.
20 Vino contra él Teglatfalasar, rey de Asiria; y le puso sitio, pero no le dominó.20 Tiglat Piléser, rey de Asiria, en lugar de apoyarlo, lo atacó y lo sitió.
21 Porque Ajaz despojó la Casa de Yahveh y la casa del rey y de los jefes, para dárselo al rey de Asiria, pero de nada le sirvió.21 Ajaz tuvo que despojar la Casa del Señor, el palacio real y las casa de los príncipes, y le entregó todo al rey de Asiria; pero esto no le sirvió de nada.
22 Aun en el tiempo del asedio, el rey Ajaz persistió en su rebeldía contra Yahveh.22 Incluso durante el asedio, el rey Ajaz persistió en su rebeldía contra el Señor.
23 Ofrecía sacrificios a los dioses de Damasco que le habían derrotado, pues se decía: «Los dioses de los reyes de Aram les ayudan a ellos; les ofreceré sacrificios, y me ayudarán a mí». Ellos fueron la causa de su ruina y de la de todo Israel.23 El mismo ofreció sacrificios a los dioses de Damasco que lo habían derrotado, diciendo: «Ya que estos dioses ayudan a los reyes de Aram, yo les ofreceré sacrificios para que me ayuden también a mí». Pero ellos causaron su ruina y la de todo Israel.
24 Ajaz juntó algunos de los utensilios de la Casa de Dios e hizo añicos otros; cerró las puertas de la Casa de Yahveh y fabricó altares en todas las esquinas de Jerusalén.24 Ajaz juntó los utensilios de la Casa de Dios y los hizo pedazos, cerró las puertas de la Casa del Señor y se edificó altares en todos los rincones de Jerusalén;
25 Erigió altos en cada una de las ciudades de Judá, para quemar incienso a otros dioses, provocando así la ira de Yahveh, el Dios de sus padres.25 y en cada una de las ciudades de Judá erigió lugares altos para quemar incienso a los dioses extranjeros, provocando así la indignación del Señor, el Dios de sus padres.
26 El resto de sus hechos y todas sus obras, las primeras y las postreras, está escrito en el libro de los reyes de Judá e Israel.26 El resto de los hechos de Ajaz y todas sus acciones, desde el comienzo hasta el fin, están escritos en el Libro de los reyes de Judá y de Israel.
27 Se acostó Ajaz con sus padres y lo sepultaron dentro de la Ciudad, en Jerusalén: pues no le colocaron en los sepulcros de los reyes de Israel. En su lugar reinó su hijo Ezequías.27 Ajaz se fue a descansar con sus padres y lo sepultaron en la ciudad de Jerusalén, pero no lo llevaron al sepulcro de los reyes de Israel. Su hijo Ezequías reinó en lugar de él.