Scrutatio

Lunedi, 6 maggio 2024 - San Pietro Nolasco ( Letture di oggi)

2 Reyes 17


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BIBLIAEL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS
1 En el año doce de Ajaz, rey de Judá, comenzó a reinar Oseas, hijo de Elá, en Samaría, sobre Israel. Reinó nueve años.1 El duodécimo año de Ajaz, rey de Judá, comenzó a reinar sobre Israel, en Samaría, Oseas, hijo de Elá, rey de Israel.
2 Hizo el mal a los ojos de Yahveh, aunque no como los reyes de Israel que le precedieron.2 El hizo lo que es malo a los ojos del Señor, aunque no tanto como los reyes de Israel que lo habían precedido.
3 Salmanasar, rey de Asiria, subió contra Oseas; Oseas se le sometió y le pagó tributo.3 Salmanasar, rey de Asiria, subió contra él, y Oseas se le sometió y le pagó tributo.
4 Pero el rey de Asiria descubrió que Oseas conspiraba, pues había enviado mensajeros a So, rey de Egipto, y no pagó tributo al rey de Asiria, como lo venía haciendo cada año; el rey de Asiria lo detuvo y lo encadenó en la cárcel.4 Pero el rey de Asiria descubrió que Oseas conspiraba: este, en efecto, había enviado mensajeros a So, rey de Egipto, y no había hecho llegar a Asiria el tributo anual. Entonces el rey de Asiria hizo arrestar a Oseas y lo encerró en una prisión.
5 El rey de Asiria subió por toda la tierra, llegó a Samaría y la asedió durante tres años.5 Luego invadió todo el país, subió contra Samaría y la sitió durante tres años.
6 El año noveno de Oseas, el rey de Asiria tomó Samaría y deportó a los israelitas a Asiria; los estableció en Jalaj, en el Jabor, río de Gozán, y en las ciudades de los medos.6 En el noveno año de Oseas, el rey de Asiria conquistó Samaría y deportó a los israelitas a Asiria. Los estableció en Jalaj y sobre el Jabor, río de Gozán, y en las ciudades de Media.
7 Esto sucedió porque los israelitas habían pecado contra Yahveh su Dios, que los había hecho subir de la tierra de Egipto, de bajo la mano de Faraón, rey de Egipto, y habían reverenciado a otros dioses,7 Esto sucedió porque los israelitas pecaron contra el Señor, su Dios, que los había hecho subir del país de Egipto, librándolos del poder del Faraón, rey de Egipto, y porque habían venerado a otros dioses.
8 siguiendo las costumbres de las naciones que Yahveh había arrojado delante de ellos.8 Ellos imitaron las costumbres de las naciones que el Señor había desposeído delante de los israelitas, y las que habían introducido los reyes de Israel.
9 Los israelitas maquinaron acciones no rectas contra Yahveh su Dios, se edificaron altos en todas las ciudades, desde las torres de guardia hasta las ciudades fortificadas.9 Los israelitas perpetraron contra el Señor, su Dios, acciones indebidas: se edificaron lugares altos en todas sus ciudades, tanto en las torres de guardia como en las plazas fuertes;
10 Se alzaron estelas y cipos sobre toda colina elevada y bajo todo árbol frondoso,10 se erigieron piedras conmemorativas y postes sagrados sobre todas las colinas elevadas y bajo todo árbol frondoso;
11 y quemaron allí, sobre todos los altos, incienso, como las naciones que Yahveh había expulsado de delante de ellos, y cometieron maldades, que irritaban a Yahveh.11 allí, en los lugares altos, quemaron incienso como las naciones que el Señor había desterrado delante de ellos; cometieron malas acciones para provocar al Señor
12 Sirvieron a los ídolos acerca de los que Yahveh les había dicho: «No haréis tal cosa».12 y sirvieron a los ídolos, aunque el Señor les había dicho: «No harán nada de eso».
13 Yahveh advertía a Israel y Judá por boca de todos los profetas y de todos los videntes diciendo: «Volveos de vuestros malos caminos y guardad mis mandamientos y mis preceptos conforme a la Ley que ordené a vuestros padres y que les envié por mano de mis siervos los profetas».13 El Señor había advertido solemnemente a Israel y a Judá por medio de todos los profetas y videntes, diciendo: «Vuelvan de su mala conducta y observen mis mandamientos y mis preceptos, conforme a toda la Ley que prescribí a sus padres y que transmití por medio de mis servidores los profetas».
14 Pero ellos no escucharon y endurecieron sus cervices como la cerviz de sus padres, que no creyeron en Yahveh su Dios.14 Pero ellos no escucharon, y se obstinaron como sus padres, que no creyeron en el Señor, su Dios.
15 Despreciaron sus decretos y la alianza que hizo con sus padres y las advertencias que les hizo, caminando en pos de vanidades, haciéndose ellos mismos vanidad, en pos de las naciones que les rodeaban, acerca de las que Yahveh les había ordenado: «No haréis como ellas».15 Rechazaron sus preceptos y la alianza que el Señor había hecho con sus padres, sin tener en cuenta sus advertencias. Fueron detrás de ídolos vanos, volviéndose así vanos ellos mismos, por ir detrás de las naciones que los rodeaban, aunque el Señor les había prohibido obrar como ellas.
16 Abandonaron todos los mandamientos de Yahveh su Dios, y se hicieron ídolos fundidos, los dos becerros; se hicieron cipos y se postraron ante todo el ejército de los cielos y dieron culto a Baal.16 Abandonaron todos los mandamientos del Señor, su Dios, y se hicieron ídolos de metal fundido –¡dos terneros!– erigieron un poste sagrado, se postraron delante de todo el Ejército de los cielos y sirvieron a Baal.
17 Hicieron pasar a sus hijos y a sus hijas por el fuego, practicaron la adivinación y los augurios, y se prestaron a hacer lo malo a los ojos de Yahveh, provocando su cólera.17 Inmolaron a sus hijos y a sus hijas en el fuego, practicaron la adivinación y la magia, y se vendieron para hacer lo que el Señor reprueba, provocando su indignación.
18 Yahveh se airó en gran manera contra Israel y los apartó de su rostro, quedando solamente la tribu de Judá.18 El Señor se irritó tanto contra Israel, que lo arrojó lejos de su presencia. Sólo quedó la tribu de Judá.
19 Tampoco Judá guardó los mandamientos de Yahveh su Dios y siguió las costumbres que practicó Israel.19 Pero tampoco Judá observó los mandamientos del Señor, su Dios, sino que imitó las costumbres que había introducido Israel.
20 Rechazó Yahveh el linaje de Israel, los humilló y los entregó en mano de saqueadores, hasta que los arrojó de su presencia;20 Y el Señor rechazó a toda la raza de Israel: los humilló y entregó en manos de salteadores, hasta que al fin los arrojó lejos de su presencia.
21 pues como había arrancado a Israel de la casa de David y ellos se habían elegido rey a Jeroboam, hijo de Nebat, Jeroboam alejó a Israel del seguimiento de Yahveh, haciéndoles cometer un gran pecado.21 Cuando el Señor arrancó a Israel de la casa de David, y fue proclamado rey Jeroboam, hijo de Nebat, este alejó del Señor a Israel y le hizo cometer un gran pecado.
22 Cometieron los israelitas todos los pecados que hizo Jeroboam, y no se apartaron de ellos,22 Los israelitas imitaron todos los pecados que había cometido Jeroboam, y no se apartaron de ellos,
23 hasta que Yahveh apartó a Israel de su presencia, como había anunciado por medio de todos sus siervos los profetas; deportó a Israel de su tierra a Asiria, hasta el día de hoy.23 tanto que al fin el Señor apartó a Israel de su presencia, conforme a lo que había dicho por medio de todos sus servidores los profetas. Así Israel fue deportado lejos de su suelo, a Asiria, hasta el día de hoy.
24 El rey de Asiria hizo venir gentes de Babilonia, de Kutá, de Avvá, de Jamat y de Sefarváyim y los estableció en las ciudades de Samaría en lugar de los israelitas; ellos ocuparon Samaría y se establecieron en sus ciudades.24 El rey de Asiria hizo venir gente de Babilonia, de Cut, de Avá, de Jamat y de Sefarvaim, y la estableció en las ciudades de Samaría, en lugar de los israelitas. Ellos tomaron posesión de Samaría y ocuparon sus ciudades.
25 Sucedió que, cuando comenzaron a establecerse allí, no veneraban a Yahveh, y Yahveh envió contra ellos leones que mataron a muchos.25 Pero cuando comenzaron a establecerse en ese lugar, no veneraban al Señor, y el Señor envió contra ellos leones, que hicieron una masacre.
26 Entonces dijeron al rey de Asiria: «Las gentes que has hecho deportar para establecerlas en las ciudades de Samaría no conocen el culto del dios de la tierra, y ha enviado contra ellos leones que los matan, porque ellos no conocen el culto del dios de la tierra».26 Entonces dijeron al rey de Asiria: «La gente que has deportado y establecido en las ciudades de Samaría no conoce la manera de honrar al dios de ese país, y él les envió unos leones que los hicieron morir, porque ellos no conocían la manera de honrar al dios de ese país».
27 El rey de Asiria dio esta orden: «Haced partir alla a uno de los sacerdotes que deporté de allí; que vaya y habite allí y les enseñe el culto del dios de la tierra».27 El rey de Asiria impartió esta orden: «Manden allí a uno de los sacerdotes de Samaría que yo he deportado: que vaya a establecerse allí y les enseñe la manera de honrar al dios de ese país».
28 Vino entonces uno de los sacerdotes deportados de Samaría, se estableció en Betel y les enseñó cómo debían reverenciar a Yahveh.28 Uno de los sacerdotes deportados de Samaría fue entonces a establecerse en Betel, y les enseñaba cómo se debía venerar al Dios de Israel.
29 Pero cada nación se hizo sus dioses y los pusieron en los templos de los altos que habían hecho los samaritanos, cada nación en las ciudades que habitaba.29 Pero la gente de cada nación se hizo su propio dios y los instalaron en los templos de los lugares altos que habían construido los samaritanos. Cada una de las naciones obró así en la ciudad donde residía:
30 Las gentes de Babilonia hicieron un Sukkot Benot, las gentes de Kutá hicieron un Nergal, las gentes de Jamat hicieron un Asimá,30 la gente de Babilonia hizo un Sucot Benot; los de Cut, un Nergal; los de Jamat, un Asimá;
31 los avvitas hicieron un Nibjaz y un Tartaq y los sefarvitas quemaban a sus hijos en honor de Adrammélek y Anammélek, dioses de los sefarvitas.31 los avitas, un Nibjáz y un Tartac. En cuanto a los sefarvaítas, continuaron quemando a sus hijos en honor de Adramélec y de Anamélec, dioses de Sefarvaim.
32 Veneraban también a Yahveh y se hicieron sacerdotes en los altos, tomados de entre ellos, que oficiaban por ellos en los templos de los altos.32 Pero también veneraban al Señor, y establecieron sacerdotes, elegidos entre su propia gente, para que oficiaran en los templos de los lugares altos.
33 Reverenciaban a Yahveh y servían a sus dioses según el rito de las naciones de donde habían sido deportados.33 Así, aunque veneraban al Señor, servían al mismo tiempo a sus propios dioses, según el rito de las naciones de donde habían sido deportados.
34 Hasta el día de hoy siguen sus antiguos ritos. No reverenciaban a Yahveh y no seguían sus preceptos y sus ritos, la ley y los mandamientos que había mandado Yahveh a los hijos de Jacob, al que dio el nombre de Israel.34 Hasta el día de hoy, ellos practican los ritos antiguos: no temen al Señor ni practican los preceptos, los ritos, la Ley y los mandamientos que dictó el Señor a los hijos de Jacob, a quien dio el nombre de Israel.
35 Yahveh hizo una alianza con ellos y les dio esta orden: «No reverenciaréis dioses extraños, no os postraréis ante ellos, no les serviréis y no les ofreceréis sacrificios.35 El Señor, en efecto, había concluido con ellos una alianza y les había ordenado: «Ustedes no temerán a otros dioses ni se postrarán delante de ellos, no los servirán ni les ofrecerán sacrificios.
36 Sino que solamente a Yahveh, que os hizo subir de la tierra de Egipto con gran fuerza y tenso brazo, a él reverenciaréis, ante él os postraréis y a él ofreceréis sacrificios.36 Sólo temerán al Señor, que los hizo salir de Egipto con gran poder y brazo extendido; se postrarán delante de él y le ofrecerán sacrificios.
37 Guardaréis los preceptos, los ritos, la ley y los mandamientos que os dio por escrito para cumplirlos todos los días, y no reverenciaréis dioses extraños.37 Observarán los preceptos, los ritos, la Ley y los mandamientos que yo escribí para ustedes, practicándolos todos los días, pero no temerán a otros dioses.
38 No olvidaréis la alianza que hice con vosotros y no reverenciaréis dioses extraños,38 No olvidarán la alianza que hice con ustedes, y no temerán a otros dioses.
39 sino que reverenciaréis sólo a Yahveh vuestro Dios, y él os librará de la mano de todos vuestros enemigos».39 Sólo temerán al Señor, su Dios, y él los librará de la mano de todos sus enemigos».
40 Pero ellos no escucharon, sino que siguieron haciendo según sus antiguos ritos.40 Pero ellos no escucharon, sino que continuaron practicando los ritos antiguos.
41 De modo que aquellas gentes reverenciaban a Yahveh, pero servían a sus ídolos; sus hijos y los hijos de sus hijos continúan haciendo como hicieron sus padres hasta el día de hoy.41 Así, estas naciones veneran al Señor y sirven también a sus ídolos. Y sus hijos, y los hijos de sus hijos, hacen hasta el día de hoy lo que habían hecho sus padres.