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Giovedi, 2 maggio 2024 - Sant´ Atanasio ( Letture di oggi)

Apocalipsis de Juan 16


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BIBLIAEL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS
1 Y oí una fuerte voz que desde el Santuario decía a los siete Angeles: «Id y derramad sobre la tierra las siete copas del furor de Dios».1 Y oí una voz potente que provenía del Templo y ordenaba a los siete Angeles: «Vayan y derramen sobre la tierra las siete copas de la ira de Dios».
2 El primero fue y derramó su copa sobre la tierra; y sobrevino una úlcera maligna y perniciosa a los hombres que llevaban la marca de la Bestia y adoraban su imagen.2 El primer Angel fue y derramó su copa sobre la tierra, provocando una llaga maligna y dolorosa en todos los hombres que llevaban la marca de la Bestia y adoraban su imagen.
3 El segundo derramó su copa sobre el mar; y se convirtió en sangre como de muerto, y toda alma viviente murió en el mar.3 El segundo derramó su copa sobre el mar: éste se convirtió en sangre, como si se hubiera cometido un crimen, y perecieron todos los seres vivientes que había en el mar.
4 El tercero derramó su copa sobre los ríos y sobre los manantiales de agua; y se convirtieron en sangre.4 El tercero derramó su copa sobre los ríos y sobre los manantiales, y estos se convirtieron en sangre.
5 Y oí al Angel de las aguas que decía: «Justo eres tú, “Aquel que es y que era”, el Santo, pues has hecho así justicia:5 Y oí al Angel de las aguas que decía: «Tú, el que es y el que era, el Santo, obras con justicia al castigarlos así:
6 porque ellos derramaron la sangre de los santos y de los profetas y tú les has dado a beber sangre; lo tienen merecido».6 se merecían que les dieras de beber la misma sangre de los santos y de los profetas que ellos han derramado».
7 Y oí al altar que decía: «Sí, Señor, Dios Todopoderoso, tus juicios son verdaderos y justos».7 Y escuché al altar, que decía: «Sí, Señor, Dios todopoderoso, tus juicios son verdaderos y justos».
8 El cuarto derramó su copa sobre el sol; y le fue encomendado abrasar a los hombres con fuego,8 El cuarto Angel derramó su copa sobre el sol y se le permitió quemar a los hombres con fuego:
9 y los hombres fueron abrasados con un calor abrasador. No obstante, blasfemaron del nombre de Dios que tiene poder sobre tales plagas, y no se arrepintieron dándole gloria.9 los hombres fueron abrasados por un calor ardiente, pero en lugar de arrepentirse y dar gloria a Dios, blasfemaron contra su Nombre, que tiene poder sobre estas plagas.
10 El quinto derramó su copa sobre el trono de la Bestia; y quedó su reino en tinieblas y los hombres se mordían la lengua de dolor.10 El quinto derramó su copa sobre el trono de la Bestia, y su reino quedó sumergido en tinieblas. Los hombres se mordían la lengua de dolor,
11 No obstante, blasfemaron del Dios del cielo por sus dolores y por sus llagas, y no se arrepintieron de sus obras.11 pero en lugar de arrepentirse de sus obras, blasfemaron contra el Dios del cielo, a causa de sus dolores y de sus llagas.
12 El sexto derramó su copa sobre el gran río Eufrates; y sus aguas se secaron para preparar el camino a los reyes del Oriente.12 El sexto derramó su copa sobre el gran río Eufrates, y sus aguas se secaron, dejando paso libre a los reyes de Oriente.
13 Y vi que de la boca del Dragón, de la boca de la Bestia y de la boca del falso profeta, salían tres espíritus inmundos como ranas.13 Después vi que salían de la boca del Dragón, de la Bestia y del falso profeta tres espíritus impuros, semejantes a ranas.
14 Son espíritus de demonios, que realizan señales y van donde los reyes de todo el mundo para convocarlos a la gran batalla del Gran Día del Dios Todopoderoso.14 Son los espíritus demoníacos que realizan prodigios y van a buscar a los reyes del mundo entero, con el fin de convocarlos para el combate del gran Día de Dios, el Todopoderoso.
15 (Mira que vengo como ladrón. Dichoso el que esté en vela y conserve sus vestidos, para no andar desnudo y que se vean sus vergüenzas).15 ¡Cuidado! ¡Vengo como un ladrón! Feliz el que vigila y conserva su ropa para no tener que andar desnudo, mostrando su vergüenza.
16 Los convocaron en el lugar llamado en hebreo Harmaguedón.16 Y esos espíritus reunirán a los reyes en un lugar, que en hebreo se llama Armagedón.
17 El séptimo derramó su copa sobre el aire; entonces salió del Santuario una fuerte voz que decía: «Hecho está».17 El séptimo Angel derramó su copa en el aire, y desde el Templo resonó una voz potente que venía del trono y decía: «Ya está».
18 Se produjeron relámpagos, fragor, truenos y un violento terremoto, como no lo hubo desde que existen hombres sobre la tierra, un terremoto tan violento.18 Y hubo relámpagos, voces, truenos y un violento terremoto como nunca había sucedido desde que los hombres viven sobre la tierra.
19 La Gran Ciudad se abrió en tres partes, y las ciudades de las naciones se desplomaron; y Dios se acordó de la Gran Babilonia para darle la copa del vino del furor de su cólera.19 La gran Ciudad se partió en tres y las ciudades paganas se derrumbaron. Dios se acordó de la gran Babilonia y le dio de beber la copa donde fermenta el vino de su ira.
20 Entonces todas las islas huyeron, y las montañas desaparecieron.20 Todas las islas desaparecieron y no se vieron más las montañas.
21 Y un gran pedrisco, con piedras de casi un talento de peso, cayó del cielo sobre los hombres. No obstante, los hombres blasfemaron de Dios por la plaga del pedrisco; porque fue ciertamente una plaga muy grande.21 Cayeron del cielo sobre los hombres piedras de granizo que pesaban unos cuarenta kilos, y ellos blasfemaron contra Dios por esa terrible plaga.