Scrutatio

Sabato, 4 maggio 2024 - San Ciriaco ( Letture di oggi)

2 Timoteo 1


font
BIBLIAEL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS
1 Pablo, apóstol de Cristo Jesús por voluntad de Dios para anunciar la Promesa de vida que está en Cristo Jesús,1 Pablo, Apóstol de Jesucristo, por la voluntad de Dios, para anunciar la promesa de Vida que está en Cristo Jesús,
2 a Timoteo, hijo querido. Gracia, misericordia y paz de parte de Dios Padre y de Cristo Jesús Señor nuestro.2 saluda a Timoteo, su hijo muy querido. Te deseo la gracia, la misericordia y la paz que proceden de Dios Padre y de nuestro Señor Jesucristo.
3 Doy gracias a Dios, a quien, como mis antepasados, rindo culto con una conciencia pura, cuando continuamente, noche y día, me acuerdo de ti en mis oraciones.3 Doy gracias a Dios, a quien sirvo con una conciencia pura al igual que mis antepasados, recordándote constantemente, de día y de noche, en mis oraciones.
4 Tengo vivos deseos de verte, al acordarme de tus lágrimas, para llenarme de alegría.4 Al acordarme de tus lágrimas, siento un gran deseo de verte, para que mi felicidad sea completa.
5 Pues evoco el recuerdo de la fe sincera que tú tienes, fe que arraigó primero en tu abuela Loida y en tu madre Eunice, y sé que también ha arraigado en ti.5 Porque tengo presente la sinceridad de tu fe, esa fe que tuvieron tu abuela Loide y tu madre Eunice, y estoy convencido de que tú también tienes.
6 Por esto te recomiendo que reavives el carisma de Dios que está en ti por la imposición de mis manos.6 Por eso te recomiendo que reavives el don de Dios que has recibido por la imposición de mis manos.
7 Porque no nos dio el Señor a nosotros un espíritu de timidez, sino de fortaleza, de caridad y de templanza.7 Porque el Espíritu que Dios nos ha dado no es un espíritu de temor, sino de fortaleza, de amor y de sobriedad.
8 No te avergüences, pues, ni del testimonio que has de dar de nuestro Señor, ni de mí, su prisionero; sino, al contrario, soporta conmigo los sufrimientos por el Evangelio, ayudado por la fuerza de Dios,8 No te avergüences del testimonio de nuestro Señor, ni tampoco de mí, que soy su prisionero. Al contrario, comparte conmigo los sufrimientos que es necesario padecer por Evangelio, animado con la fortaleza de Dios.
9 que nos ha salvado y nos ha llamado con una vocación santa, no por nuestras obras, sino por su propia determinación y por su gracia que nos dio desde toda la eternidad en Cristo Jesús,9 El nos salvó y nos eligió con su santo llamado, no por nuestras obras, sino por su propia iniciativa y por la gracia: esa gracia que nos concedió en Cristo Jesús, desde toda la eternidad,
10 y que se ha manifestado ahora con la Manifestación de nuestro Salvador Cristo Jesús, quien ha destruido la muerte y ha hecho irradiar vida e inmortalidad por medio del Evangelio10 y que ahora se ha revelado en la Manifestación de nuestro Salvador Jesucristo. Porque él destruyó la muerte e hizo brillar la vida incorruptible, mediante la Buena Noticia,
11 para cuyo servicio he sido yo constituido heraldo, apóstol y maestro.11 de la cual he sido constituido heraldo, Apóstol y maestro.
12 Por este motivo estoy soportando estos sufrimientos; pero no me avergüenzo, porque yo sé bien en quién tengo puesta mi fe, y estoy convencido de que es poderoso para guardar mi depósito hasta aquel Día.12 Por eso soporto esta prueba. Pero no me avergüenzo, porque sé en quien he puesto mi confianza, y estoy convencido de que él es capaz de conservar hasta aquel Día el bien que me ha encomendado.
13 Ten por norma las palabras sanas que oíste de mí en la fe y en la caridad de Cristo Jesús.13 Toma como norma las saludables lecciones de fe y de amor a Cristo Jesús que has escuchado de mí.
14 Conserva el buen depósito mediante el Espíritu Santo que habita en nosotros.14 Conserva lo que se te ha confiado, con la ayuda del Espíritu Santo que habita en nosotros.
15 Ya sabes tú que todos los de Asia me han abandonado, y entre ellos Figelo y Hermógenes.15 Ya sabes que todos los de Asia se apartaron de mí, entre ellos Figelo y Hermógenes.
16 Que el Señor conceda misericordia a la familia de Onesíforo, pues me alivió muchas veces y no se avergonzó de mis cadenas,16 Que el Señor tenga misericordia de la familia de Onesíforo, porque él muchas veces me ha reconfortado y no se avergonzó de que yo estuviera preso.
17 sino que, en cuanto llegó a Roma, me buscó solícitamente y me encontró.17 Por el contrario, desde que llegó a Roma, no dejó de buscarme hasta que me encontró.
18 Concédale el Señor encontrar misericordia ante el Señor aquel Día. Además, cuántos buenos servicios me prestó en Efeso, tú lo sabes mejor.18 Que Dios, en aquel Día, le permita alcanzar misericordia delante del Señor. Tú conoces mejor que nadie los servicios que él me prestó en Efeso.