Scrutatio

Lunedi, 6 maggio 2024 - San Pietro Nolasco ( Letture di oggi)

Esdras 3


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BIBLIAEL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS
1 Llegado el séptimo mes, los israelitas estaban ya en sus ciudades y entonces todo el pueblo se congregó como un solo hombre en Jerusalén.1 Cuando llegó el séptimo mes, los israelitas ya estaban en sus respectivas ciudades y todo el pueblo se congregó en Jerusalén como un solo hombre.
2 Josué, hijo de Yosadaq, con sus hermanos los sacerdotes, y Zorobabel, hijo de Sealtiel, con sus hermanos, se pusieron a reconstruir el altar del Dios de Israel, para ofrecer en él holocaustos, como está escrito en la Ley de Moisés, hombre de Dios.2 Entonces Josué, hijo de Josadac, con sus hermanos los sacerdotes, y Zorobabel, hijo de Sealtiel, con sus hermanos, reconstruyeron el altar del Dios de Israel, para ofrecer sobre él holocaustos, como está escrito en la Ley de Moisés, el hombre de Dios.
3 Erigieron el altar en su emplazamiento, a pesar del temor que les infundían los pueblos de la tierra, y ofrecieron en él holocaustos a Yahveh, holocaustos de la mañana y de la tarde;3 Erigieron el altar en el mismo lugar donde había estado, a pesar del temor que les inspiraban los habitantes del país, y ofrecieron sobre él holocaustos al Señor, los holocaustos de la mañana y de la tarde.
4 celebraron la fiesta de las Tiendas, según está escrito, con el número de holocaustos cotidianos establecidos según el rito de cada día;4 También celebraron la fiesta de las Chozas, como está prescrito, ofreciendo diariamente el número de holocaustos fijado para cada día.
5 después, ofrecieron el holocausto perpetuo y los de los sábados, novilunios y todas las solemnidades consagradas a Yahveh, además de lo que cada uno quería ofrecer voluntariamente a Yahveh.5 Después ofrecieron el holocausto perpetuo y los holocaustos de los sábados, de los novilunios y de todas las solemnidades dedicadas al Señor, además de lo que cada uno quería ofrecer voluntariamente al Señor.
6 Desde el día primero del séptimo mes, comenzaron a ofrecer holocaustos a Yahveh, aunque no se habían echado todavía los cimientos del santuario de Yahveh.6 Desde el primer día del séptimo mes, se comenzó a ofrecer holocaustos al Señor, cuando todavía no se habían puesto los cimientos del Templo del Señor.
7 Se dio entonces dinero a los canteros y a los carpinteros; a los sidonios y a los tirios se les mandó víveres, bebidas y aceite, para que enviasen por mar a Joppe madera de cedro del Líbano, según la autorización de Ciro, rey de Persia.7 Entonces se entregó dinero a los que tallaban la piedra y a los carpinteros, y se mandaron víveres, bebidas y aceite a los sidonios y a los tirios para que enviaran por mar a Jope maderas de cedro del Líbano, conforme a la autorización otorgada por Ciro, rey de Persia.
8 El año segundo de su llegada a la Casa de Dios en Jerusalén, el segundo mes, Zorobabel, hijo de Sealtiel, y Josué, hijo de Yosadaq, con el resto de sus hermanos, los sacerdotes, los levitas y todos los que habían vuelto del destierro a Jerusalén, comenzaron la obra; designaron a algunos levitas, de veinte años en adelante, para dirigir las obras de la Casa de Yahveh.8 El segundo año de su llegada al Templo de Dios en Jerusalén, en el segundo mes, Zorobabel, hijo de Sealtiel, y Josué, hijo de Josadac, con el resto de sus hermanos, los sacerdotes, los levitas y todos los que habían vuelto del exilio a Jerusalén, comenzaron la obra y designaron a algunos levitas mayores de veinte años para que dirigieran los trabajos de la Casa del Señor.
9 Josué, sus hijos y sus hermanos, Cadmiel y sus hijos, los hijos de Hodavías, se pusieron como un solo hombre a dirigir a los que trabajaban en la obra de la Casa de Dios.9 Josué, sus hijos y sus hermanos, Cadmiel y sus hijos, y los hijos de Hodavías, se pusieron a dirigir todos juntos a los que trabajaban en la construcción de la Casa de Dios, y lo mismo hicieron los hijos de Jenadad, con sus hijos y sus hermanos los levitas.
10 En cuanto los albañiles echaron los cimientos del santuario de Yahveh, se presentaron los sacerdotes, revestidos de lino fino, con trompetas, y los levitas, hijos de Asaf, con címbalos, para alabar a Yahveh según las prescripciones de David, rey de Israel.10 Una vez que los constructores pusieron los cimientos del Templo del Señor, se presentaron los sacerdotes, revestidos y con trompetas, y también los levitas, hijos de Asaf, con sus címbalos, para alabar al Señor, según lo establecido por David, rey de Israel.
11 Cantaron alabando y dando gracias a Yahveh: «Porque es bueno, porque es eterno su amor para Israel». Y el pueblo entero prorrumpía en grandes clamores, alabando a Yahveh, porque la Casa de Yahveh tenía ya sus cimientos.11 Ellos cantaban al Señor, alabándolo y dándole gracias: «Porque él es bueno, porque es eterno su amor hacia Israel». Y todo el pueblo prorrumpía en grandes aclamaciones, alabando al Señor, porque se ponían los cimientos de la Casa del Señor.
12 Muchos sacerdotes, levitas y jefes de familia, ya ancianos, que habían conocido con sus propios ojos la primera Casa, sobre sus cimientos, lloraban con grandes gemidos, mientras que otros lanzaban gozosos clamores.12 Muchos sacerdotes, levitas y jefes de familia, ya ancianos, que habían visto el primer Templo, prorrumpieron en llanto, mientras veían poner los cimientos del nuevo; pero muchos otros proferían aclamaciones de júbilo.
13 Y nadie podía distinguir los acentos de clamor jubiloso de los acentos de lamentación del pueblo, porque el pueblo lanzaba grandes clamores, y el estrépito se podía oír desde muy lejos.13 No se podía distinguir entre las aclamaciones de júbilo y el llanto de la gente, porque las aclamaciones del pueblo eran tan grandes que se oían desde lejos.