Scrutatio

Venerdi, 3 maggio 2024 - Santi Filippo e Giacomo ( Letture di oggi)

2 Reyes 2


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BIBLIAEL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS
1 Esto pasó cuando Yahveh arrebató a Elías en el torbellino al cielo. Elías y Eliseo partieron de Guilgal.1 Esto es lo que sucedió cuando el Señor arrebató a Elías y lo hizo subir al cielo en el torbellino. Elías y Eliseo partieron de Guilgal,
2 Dijo Elías a Eliseo: «Quédate aquí, porque Yahveh me envía a Betel». Eliseo dijo: «Vive Yahveh y vive tu alma, que no te dejaré». Y bajaron a Betel.2 y Elías dijo a Eliseo: «Quédate aquí, porque el señor me ha enviado hasta Betel». Pero Eliseo respondió: «Juro por la vida del Señor y por tu propia vida que no te dejaré». Y bajaron a Betel.
3 Salió la comunidad de los profetas que había en Betel al encuentro de Eliseo y le dijeron: «¿No sabes que Yahveh arrebatará hoy a tu señor por encima de tu cabeza?» Respondió: «También yo lo sé. ¡Callad!»3 La comunidad de profetas que había en Betel salió a recibir a Eliseo, y le dijeron: «¿Sabes que hoy el Señor va a arrebatar a tu maestro por encima de tu cabeza?». El respondió: «Claro que lo sé; ¡no digan nada!».
4 Elías dijo a Eliseo: «Quédate aquí, porque Yahveh me envía a Jericó». Pero él respondió: «Vive Yahveh y vive tu alma, que no te dejaré», y siguieron hacia Jericó.4 Elías le dijo: «Quédate aquí, Eliseo, porque el Señor me ha enviado a Jericó». Pero él respondió: «Juro por la vida del Señor y por tu propia vida que no te dejaré». Y llegaron a Jericó.
5 Se acercó a Eliseo la comunidad de los profetas que había en Jericó y le dijeron: «¿No sabes que Yahveh arrebatará hoy a tu señor por encima de tu cabeza?» Respondió: «También yo lo sé. ¡Callad!»5 La comunidad de profetas que había en Jericó se acercó a Eliseo y le dijeron: «¿Sabes que hoy el Señor va a arrebatar a tu maestro por encima de tu cabeza?». El respondió: «Claro que lo sé; ¡no digan nada!».
6 Le dijo Elías: «Quédate aquí, porque Yahveh me envía al Jordán». Respondió: «Vive Yahveh y vive tu alma que no te dejaré», y fueron los dos.6 Elías le dijo: «Quédate aquí, porque el Señor me ha enviado al Jordán». Pero Eliseo respondió: «Juro por la vida del Señor y por tu propia vida que no te dejaré». Y se fueron los dos.
7 Cincuenta hombres de la comunidad de los profetas vinieron y se quedaron enfrente, a cierta distancia; ellos dos se detuvieron junto al Jordán.7 Cincuenta hombres de la comunidad de profetas fueron y se pararon enfrente, a una cierta distancia, mientras los dos estaban de pie a la orilla del Jordán.
8 Tomó Elías su manto, lo enrolló y golpeó las aguas, que se dividieron de un lado y de otro, y pasaron ambos a pie enjuto.8 Elías se quitó el manto, lo enrolló y golpeó las aguas. Estas se dividieron hacia uno y otro lado, y así pasaron los dos por el suelo seco.
9 Cuando hubieron pasado, dijo Elías a Eliseo: «Pídeme lo que quieras que haga por ti antes de ser arrebatado de tu lado». Dijo Eliseo: «Que tenga dos partes de tu espíritu».9 Cuando cruzaban, Elías dijo a Eliseo: «Pide lo que quieres que haga por antes de que sea separado de tu lado». Eliseo respondió: «¡Ah, si pudiera recibir las dos terceras partes de tu espíritu!».
10 Le dijo: «Pides una cosa difícil; si alcanzas a verme cuando sea llevado de tu lado, lo tendrás; si no, no lo tendrás».10 «¡No es nada fácil lo que pides!, dijo Elías; si me ves cuando yo sea separado de tu lado, lo obtendrás; de lo contrario, no será así».
11 Iban caminando mientras hablaban, cuando un carro de fuego con caballos de fuego se interpuso entre ellos; y Elías subió al cielo en el torbellino.11 Y mientras iban conversando por el camino, un carro de fuego, con caballos también de fuego, los separó a uno del otro, y Elías subió al cielo en el torbellino.
12 Eliseo le veía y clamaba: «¡Padre mío, padre mío! Carro y caballos de Israel! ¡Auriga suyo!» Y no le vio más. Asió sus vestidos y los desgarró en dos.12 Al ver esto, Eliseo gritó: «¡Padre mío! ¡Padre mío! ¡Carro de Israel y su caballería!». Y cuando no lo vio más, tomó sus vestiduras y las rasgó en dos pedazos.
13 Tomó el manto que se le había caído a Elías y se volvió, parándose en la orilla del Jordán.13 Luego recogió el manto que se le había caído a Elías de encima, se volvió y se detuvo al borde del Jordán.
14 Tomó el manto de Elías y golpeó las aguas diciendo: ¿Dónde está Yahveh, el Dios de Elías?» Golpeó las aguas, que se dividieron de un lado y de otro, y pasó Eliseo.14 Después, con el manto que se le había caído a Elías, golpeó las aguas, pero estas no se dividieron. Entonces dijo: «¿Dónde está el Señor, el Dios de Elías?». El golpeó otra vez las aguas; estas se dividieron hacia uno y otro lado, y Eliseo cruzó.
15 Habiéndole visto la comunidad de los profetas que estaban enfrente, dijeron: «El espíritu de Elías reposa sobre Eliseo». Fueron a su encuentro, se postraron ante él en tierra,15 El grupo de profetas de Jericó, que lo habían visto de enfrente, dijeron: «¡El espíritu de Elías se ha posado sobre Eliseo!». En seguida fueron a su encuentro, se postraron hasta el suelo delante de él,
16 y le dijeron: «Hay entre tus siervos cincuenta hombres valerosos; que vayan a buscar a tu señor, no sea que el espíritu de Yahveh se lo haya llevado y le haya arrojado en alguna montaña o algún valle». El dijo: «No mandéis a nadie».16 y le dijeron: «Hay aquí, entre tus servidores, cincuenta hombres valientes. Deja que vayan a buscar a tu señor; tal vez el espíritu del Señor se lo llevó y lo arrojó sobre alguna montaña o en algún valle». El replicó: «No envíen a nadie».
17 Como le insistieran hasta la saciedad dijo: «Mandad». Mandaron cincuenta hombres que le buscaron durante tres días, pero no le encontraron.17 Pero ellos lo presionaron tanto, que terminó por decir: «¡Envíenlos de una vez!». Así enviaron a cincuenta hombres, que lo buscaron durante tres días, pero no lo encontraron.
18 Se volvieron donde él, que se había quedado en Jericó, y les dijo: «¿No os dije que no fuerais?».18 Cuando regresaron junto a Eliseo, que se había quedado en Jericó, él les dijo: «¿No les había dicho que no fueran?».
19 Los hombres de la ciudad dijeron a Eliseo: «El emplazamiento de la ciudad es bueno, como mi señor puede ver, pero las aguas son malas y la tierra es estéril».19 La gente de la ciudad dijo a Eliseo: «El sitio donde está emplazada la ciudad es bueno, como mi señor puede ver; pero el agua es malsana y la tierra estéril».
20 El dijo: «Traedme una olla nueva y poned sal en ella». Y se la trajeron.20 Eliseo dijo: «Tráiganme un plato nuevo y pongan en él un poco de sal». Cuando se lo trajeron,
21 Fue al manantial de las aguas, arrojó en él la sal y dijo: «Así dice Yahveh: Yo he saneado estas aguas; ya no habrá en ellas muerte ni esterilidad».21 Eliseo se dirigió al manantial y echó allí la sal, diciendo: «Así habla el Señor: Yo saneo estas aguas; ya no saldrá de aquí muerte ni esterilidad».
22 Y las aguas quedaron saneadas hasta el día de hoy, según la palabra que dijo Eliseo.22 Y las aguas quedaron saneadas hasta el día de hoy, conforme a la palabra pronunciada por Eliseo.
23 De allí subió a Betel. Iba subiendo por el camino, cuando unos niños pequeños salieron de la ciudad y se burlaban de él diciendo: «¡Sube, calvo; sube, calvo!»23 Desde allí subió a Betel. Mientras iba subiendo por el camino, unos muchachos salieron de la ciudad y se burlaban de él, diciendo: «¡Sube, calvo! ¡Sube, calvo!».
24 El se volvió, los vio y los maldijo en nombre de Yahveh. Salieron dos osos del bosque y destrozaron a 42 de ellos.24 El se dio vuelta, los vio y los maldijo en nombre del Señor. Entonces salieron del bosque dos osos, que despedazaron a cuarenta y dos de esos jóvenes.
25 De allí se fue al monte Carmelo, de donde se volvió a Samaría.25 Desde allí se dirigió al monte Carmelo, y luego volvió a Samaría.