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Lunedi, 6 maggio 2024 - San Pietro Nolasco ( Letture di oggi)

1 Reyes 1


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BIBLIAEL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS
1 Era ya viejo el rey David y entrado en años; le cubrían con vestidos pero no entraba en calor.1 El rey David estaba viejo, muy avanzado en años, y por más que lo abrigaban no entraba en calor.
2 Sus servidores le dijeron: «Que se busque para mi señor el rey una joven virgen que sirva al rey, y le atienda; que duerma en tu seno y dé calor a mi señor el rey».2 Sus servidores le dijeron: «Sería conveniente buscarle al rey, mi señor, una jovencita: ella estará al servicio del rey y cuidará de él; dormirá entre sus brazos, y así mi señor, el rey, entrará en calor».
3 Se buscó una muchacha hermosa por todos los términos de Israel y encontraron a Abisag la sunamita, y la llevaron al rey.3 Entonces buscaron por todo el territorio de Israel una joven hermosa; encontraron a Abisag, la sunamita, y se la llevaron al rey.
4 La joven era extraordinariamente bella; cuidaba y servía al rey, pero el rey no la conoció.4 La joven, que era muy hermosa, cuidaba al rey y estaba a su servicio. Pero el rey no se unió a ella.
5 Mientras tanto Adonías, hijo de Jagguit, se gloriaba diciendo: «Yo seré rey». Se había hecho con un carro y hombres de carro y cincuenta hombres que corrían ante él.5 Mientras tanto, Adonías, hijo de Jaguit, se ufanaba diciendo: «Yo seré el rey». Y se consiguió un carro de guerra, caballos y cincuenta hombres que corrían delante de él.
6 Nunca en su vida le había disgustado su padre diciendo: «¿Por qué haces esto?» Era de muy hermosa presencia y había nacido después de Absalón.6 Pero nunca su padre lo había reprendido, preguntándole por qué hacía eso. Además, era muy apuesto, y había nacido después de Absalón.
7 Se entendía con Joab, hijo de Sarvia, y con el sacerdote Abiatar, que apoyaban a Adonías.7 Adonías mantuvo conversaciones con Joab, hijo de Sarvia, y con el sacerdote Abiatar, que le prestaron su apoyo.
8 Pero el sacerdote Sadoq, Benaías, hijo de Yehoyadá, el profeta Natán, Semeí, Reí y los valientes de David no estaban con Adonías.8 En cambio, el sacerdote Sadoc, Benaías, hijo de Iehoiadá, el profeta Natán, Samei, Reí y el cuerpo de los valientes de David no estaban de su parte.
9 Adonías hizo un sacrificio de ovejas, bueyes y vacas cebadas en la Piedra de Zojélet, que está junto a la fuente de Roguel, e invitó a todos sus hermanos, los hijos del rey, y a todos los hombres de Judá, servidores del rey,9 Un día, Adonías sacrificó ovejas, bueyes y terneros cebados junto a la Piedra de Zojélet, que está al lado de la fuente de Roguel, e invitó a todos sus hermanos, los hijos del rey, y a todos los hombres de Judá que estaban al servicio del rey;
10 pero no invitó al profeta Natán ni a Benaías ni a los valientes ni a Salomón su hermano.10 pero no invitó al profeta Natán, a Benaías, al cuerpo de los valientes de David, ni a su hermano Salomón.
11 Dijo Natán a Betsabé, madre de Salomón: «¿No has oído que Adonías, hijo de Jagguit, se hace el rey sin saberlo David nuestro señor?11 Entonces Natán dijo a Betsabé, la madre de Salomón: «¿No te has enterado de que Adonías, el hijo de Jaguit, se ha proclamado rey sin que nuestro señor David lo sepa?
12 Ahora voy a darte un consejo para que salves tu vida y la vida de tu hijo Salomón.12 Ahora bien, te voy a dar un consejo para que salves tu vida y la de tu hijo Salomón.
13 Vete y entra donde el rey David y dile: “Acaso tú, rey mi señor, no has jurado a tu sierva: Salomón tu hijo reinará después de mí y él se sentará en mi trono? ¿Pues por qué Adonías se hace el rey?”13 Ve a presentarte ante el rey y dile: Rey, mi señor, tú mismo has hecho este juramento a tu servidora: «Salomón, tu hijo, reinará después de mí y se sentará en mi trono». ¿Por qué entonces Adonías se ha proclamado rey?
14 Y mientras estés tú allí hablando con el rey, entraré yo detrás de ti y completaré tus palabras».14 Y cuando todavía estés allí, hablando con el rey, yo entraré detrás de ti y confirmaré tus palabras».
15 Entró Betsabé donde el rey, en la alcoba; el rey era muy anciano, y Abisag la sunamita servía al rey .15 Betsabé se presentó ante el rey en su habitación privada. El rey estaba muy viejo y Abisag, la sunamita, lo servía.
16 Arrodillóse Betsabé y se postró ante el rey; el rey dijo: «¿Qué te pasa?»16 Betsabé se inclinó profundamente ante el rey, y este le preguntó: «¿Qué quieres?».
17 Ella le dijo: «Mi señor, tú has jurado a tu sierva por Yahveh tu Dios: “Salomón tu hijo reinará después de mí y él se sentará en mi trono.”17 Ella le dijo: «Mi señor, tú mismo has hecho a tu servidora este juramento, por el Señor, tu Dios: «Tu hijo Salomón reinará después de mí y se sentará en mi trono».
18 Pero ahora es Adonías el que se hace el rey, sin que tú, mi señor el rey, lo sepas.18 Pero ahora Adonías se ha proclamado rey, sin que tú, mi señor el rey, lo sepas.
19 Ha sacrificado bueyes, vacas cebadas y ovejas en abundancia, invitando a todos los hijos del rey, al sacerdote Abiatar y a Joab, jefe del ejército, pero no ha invitado a tu siervo Salomón.19 El ha sacrificado una gran cantidad de bueyes, de terneros cebados y de corderos, y ha invitado a todos los hijos del rey, al sacerdote Abiatar, y a Joab, el jefe del ejército. Pero no ha invitado a tu hijo Salomón.
20 Ahora, mi señor el rey, los ojos de todo Israel te miran para que les indiques quién ha de sentarse en el trono de mi señor el rey, después de él.20 Por eso, todo Israel tiene los ojos puestos en ti, para que le anuncies quién debe sentarse en el trono de mi señor el rey, después de él.
21 Y ocurrirá que, cuando mi señor el rey se acueste con sus padres, yo y mi hijo Salomón seremos tratados como culpables».21 De lo contrario, cuando mi señor el rey se vaya a descansar con sus padres, yo y mi hijo Salomón correremos la suerte de los culpables».
22 Estaba ella hablando con el rey cuando llegó el profeta Natán.22 Todavía estaba hablando con el rey, cuando llegó el profeta Natán.
23 Avisaron al rey: «Está aquí el profeta Natán». Entró donde el rey y se postró sobre su rostro en tierra ante el rey.23 Le anunciaron al rey: «Está aquí el profeta Natán». El se presentó al rey y se postró delante de él con el rostro en tierra.
24 Dijo Natán: «Rey mi señor: ¿es que tú has dicho: “Adonías reinará después de mí y él será el que se siente sobre mi trono?”24 Luego dijo Natán: «Mi señor el rey, sin duda tú has dicho: «Adonías reinará después de mí y se sentará en mi trono».
25 Porque ha bajado hoy a sacrificar bueyes, vacas cebadas y ovejas en abundancia, invitando a todos los hijos del rey, a los jefes del ejército y al sacerdote Abiatar; están ahora comiendo y bebiendo en su presencia y gritan: “Viva el rey Adonías.”25 Porque hoy bajó a sacrificar una gran cantidad de bueyes, de terneros cebados y de corderos, e invitó a todos los hijos del rey, a los jefes del ejército y al sacerdote Abiatar. Ahora están comiendo y bebiendo delante de él, y lo han aclamado: ¡Viva el rey Adonías!
26 Pero yo, tu siervo, y el sacerdote Sadoq y Benaías, hijo de Yehoyadá, y tu siervo Salomón no hemos sido invitados.26 Pero a mí, que soy tu servidor, al sacerdote Sadoc, a Benaías, hijo de Iehoiadá, y a tu servidor Salomón, no nos ha invitado.
27 ¿Es que viene esto de orden de mi señor el rey, y no has dado a conocer a tus siervos quién se sentará después de él en el trono de mi señor el rey?»27 Tal vez esta decisión provenga de mi señor el rey, sin que tú hayas querido hacer saber a tus servidores quién se sentaría en el trono de mi señor el rey, después de él».
28 El rey David respondió diciendo: «Llamadme a Betsabé». Entró ella donde el rey y se quedó ante él.28 Entonces el rey David tomó la palabra y dijo: «Llámenme a Betsabé». Ella se presentó al rey y se quedó de pie delante de él.
29 El rey hizo este juramento: «Vive Yahveh que libró mi alma de toda angustia,29 Y el rey juró, diciendo: «¡Por la vida del Señor, que me ha librado de todo peligro,
30 que como te juré por Yahveh, Dios de Israel, diciendo: Salomón tu hijo reinará después de mí, y él se sentará sobre mi trono en mi lugar, así lo haré hoy mismo».30 hoy mismo daré cumplimiento a lo que te he jurado por el Señor, el Dios de Israel, cuando dije: Tu hijo Salomón reinará después de mí y se sentará en mi trono en lugar mío!».
31 Se arrodilló Betsabé rostro en tierra, se postró ante el rey y dijo: «Viva por siempre mi señor el rey David».31 Betsabé se inclinó con el rostro en tierra y se postró delante del rey. Luego exclamó: «¡Viva para siempre mi señor el rey David!».
32 Dijo el rey David: «Llamadme al sacerdote Sadoq, al profeta Natán y a Benaías, hijo de Yehoyadá». Y entraron a presencia del rey.32 El rey David dijo: «Llámenme al sacerdote Sadoc, al profeta Natán y a Benaías, hijo de Iehoiadá». Ellos se presentaron ante el rey,
33 El rey les dijo: «Tomad con vosotros a los veteranos de vuestro señor, haced montar a mi hijo Salomón sobre mi propia mula y bajadle a Guijón.33 y él les ordenó: «Tomen con ustedes a los servidores de su señor, monten a mi hijo Salomón en mi propia mula y háganlo bajar a Guijón.
34 El sacerdote Sadoq y el profeta Natán le ungirán allí como rey de Israel, tocaréis el cuerno y gritaréis: “Viva el rey Salomón.”34 Allí, el sacerdote Sadoc y el profeta Natán lo ungirán rey de Israel; ustedes sonarán la trompeta y lo aclamarán: ¡Viva el rey Salomón!
35 Subiréis luego detrás de él, y vendrá a sentarse sobre mi trono y él reinará en mi lugar, porque le pongo como caudillo de Israel y Judá».35 Luego volverán a subir detrás de él, y él vendrá a sentarse en mi trono y reinará en mi lugar: yo lo he constituido jefe de Israel y de Judá».
36 Benaías, hijo de de Yehoyadá, respondió al rey: «Amén. Así habla Yahveh, Dios de mi señor el rey.36 Entonces Benaías, hijo de Iehoiadá, respondió al rey: «¡Amén! Así lo haga el Señor, el Dios de mi señor el rey.
37 Como ha estado Yahveh con mi señor el rey, así esté con Salomón y haga su trono más grande que el trono de mi señor el rey David».37 Como el señor estuvo con mi señor el rey, esté también con Salomón y engrandezca su trono más aún que el trono de mi señor el rey David».
38 Bajaron el sacerdote Sadoq, el profeta Natán, Benaías, hijo de Yehoyadá, los kereteos y los peleteos, e hicieron montar a Salomón sobre la mula del rey David y le llevaron a Guijón.38 El sacerdote Sadoc, el profeta Natán, Benaías, hijo de Iehoiadá, los quereteos y los peleteos bajaron, montaron a Salomón en la mula del rey David y lo llevaron a Guijón.
39 El sacerdote Sadoq tomó de la Tienda el cuerno del aceite y ungió a Salomón, tocaron el cuerno y todo el pueblo gritó: «Viva el rey Salomón».39 El sacerdote tomó de la Carpa el cuerno de aceite y ungió a Salomón. Entonces sonó la trompeta y todo el pueblo exclamó: ¡Viva el rey Salomón!
40 Subió después todo el pueblo detrás de él; la gente tocaba las flautas y manifestaba tan gran alegría que la tierra se hendía con sus voces.40 Después, todo el pueblo volvió a subir detrás de él, al son de las flautas y dando tales señales de alegría, que la tierra parecía estallar bajo sus gritos.
41 Lo oyó Adonías y todos los invitados que con él estaban cuando habían acabado de comer; oyó Joab el sonido del cuerno y dijo: «¿Por qué este ruido de la ciudad alborotada?»41 Adonías y los invitados que estaban con él oyeron el ruido cuando terminaban de comer. Joab, por su parte, al oír el sonido de la trompeta, preguntó: «¿A qué se debe ese tumulto en la ciudad?».
42 Estaba todavía hablando cuando llegó Jonatán, hijo del sacerdote Abiatar; y Adonías le dijo: «Ven, pues eres un hombre valeroso y traerás buenas noticias».42 Todavía estaba hablando, cuando llegó Jonatán, el hijo del sacerdote Abiatar. Adonías dijo: «Ven, tú eres un hombre de bien y seguro que traes buenas noticias».
43 Jonatán respondió a Adonías: «Todo lo contrario. Nuestro señor el rey David ha proclamado rey a Salomón.43 Pero Jonatán tomó la palabra y dijo a Adonías: «¡Al contrario! Nuestro señor, el rey David, ha proclamado rey a Salomón.
44 El rey ha enviado con él al sacerdote Sadoq, al profeta Natán, a Benaías, hijo de Yehoyadá, a los kereteos y peleteos, y le han hecho montar sobre la mula del rey.44 El rey envió con él al sacerdote Sadoc, al profeta Natán, a Benaías, hijo de Iehoiadá, a los quereteos y a los peleteos, y ellos lo hicieron montar en la mula del rey.
45 El sacerdote Sadoq y el profeta Natán le han ungido rey en Guijón; han subido de allí llenos de gozo; la ciudad está alborotada; y ése es el tumulto que habéis oído.45 Luego el sacerdote Sadoc y el profeta Natán lo ungieron rey en Guijón. De allí todos volvieron a subir muy contentos, y la ciudad está alborotada. Ese es el ruido que ustedes han oído.
46 Más aún, Salomón se ha sentado en el trono real,46 Además, Salomón se ha sentado en el trono real,
47 y los servidores del rey han ido a felicitar a nuestro rey David diciendo: Que tu Dios haga el nombre de Salomón más dichoso que tu propio nombre y haga su trono más grande que tu trono. El rey se ha prosternado en su lecho,47 y también los servidores del rey fueron a felicitar a nuestro señor el rey David, diciendo: «Que tu Dios haga el nombre de Salomón más ilustre que el tuyo y engrandezca su trono más que el tuyo». El rey, en su lecho, hizo un gesto de asentimiento,
48 y ha dicho así: “Bendito Yahveh, Dios de Israel, que ha permitido que un descendiente mío se siente hoy sobre mi trono y que mis ojos lo vean.”»48 y también pronunció estas palabras: «¡Bendito sea el Señor, el Dios de Israel, porque ha permitido hoy que un hombre de mi descendencia esté sentado en mi trono, y que lo vean mis ojos!».
49 Todos los invitados que estaban con Adonías temieron y, levantándose, se fueron cada uno por su camino.49 Llenos de pánico, todos los invitados de Adonías se levantaron y se fueron cada uno por su lado.
50 Adonías tuvo miedo de Salomón; se levantó y se fue y se agarró a los cuernos del altar.50 Adonías, por su parte, tuvo miedo de Salomón, se levantó y fue a agarrarse de los cuernos del altar.
51 Avisaron a Salomón: «Mira que Adonías tiene miedo del rey Salomón y se ha agarrado a los cuernos del altar diciendo: Que el rey Salomón me jure desde hoy que su servidor no morirá a espada».51 Entonces le avisaron a Salomón: «Adonías tiene miedo de ti y se ha agarrado de los cuernos del altar, diciendo: «Que el rey Salomón me jure primero que no hará morir a su servidor por la espada».
52 Dijo Salomón: «Si es hombre honrado, no caerá en tierra ni uno de sus cabellos, pero si se halla maldad en él, morirá».52 El rey dijo: «Si se comporta como un hombre de bien, ni uno solo de sus cabellos caerá por tierra; pero si es sorprendido en falta, morirá».
53 El rey Salomón mandó que lo bajaran de junto al altar; entró y se postró ante el rey Salomón, y Salomón le dijo: Vete a tu casa».53 Salomón mandó que lo bajaran del altar. Adonías fue a postrarse ante el rey, y Salomón le dijo: «Vete a tu casa».