Scrutatio

Domenica, 28 aprile 2024 - San Luigi Maria Grignion da Montfort ( Letture di oggi)

Das zweite Buch der Könige 7


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EINHEITSUBERSETZUNG BIBELEL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS
1 Doch Elischa entgegnete: Hört das Wort des Herrn! So spricht der Herr: Morgen um diese Zeit kostet am Tor von Samaria ein Sea Feinmehl nur noch einen Schekel und auch zwei Sea Gerste kosten nur noch einen Schekel.1 Eliseo dijo entonces: «Escuchen la palabra del Señor: Así habla el Señor: Mañana, a esta misma hora, se venderá un balde de harina de la mejor calidad por un siclo, y dos baldes de cebada por el mismo precio, en la Puerta de Samaría».
2 Doch der Adjutant, auf dessen Arm sich der König stützte, antwortete dem Gottesmann: Selbst wenn der Herr Schleusen am Himmel anbrächte, könnte das nicht geschehen. Elischa erwiderte: Du wirst es mit deinen eigenen Augen sehen, aber nicht davon essen.2 El escudero en cuyo brazo se apoyaba el rey tomó la palabra y dijo al hombre de Dios: «Aunque el Señor abriera ventanas en el cielo, ¿podría suceder una cosa así?». Eliseo replicó: «Verás esto con tus propios ojos, pero no lo comerás».
3 Vor dem Eingang des Stadttors saßen vier aussätzige Männer. Sie sagten zueinander: Warum sitzen wir hier, bis wir sterben?3 Había cuatro hombres leprosos que se encontraban a la entrada de la Puerta y se decían unos a otros: «¿Por qué nos quedamos aquí a esperar la muerte?
4 Wollten wir in die Stadt gehen, in der Hungersnot herrscht, dann sterben wir in ihr. Bleiben wir draußen, dann sterben wir auch. Kommt, wir gehen in das Lager der Aramäer hinüber! Wenn sie uns am Leben lassen, bleiben wir am Leben. Wenn sie uns töten, so sterben wir.4 Si nos decidimos a entrar en la ciudad, moriremos en ella, porque aprieta el hambre; si nos quedamos aquí, lo mismo moriremos. Por eso, vamos a pasarnos al campo de los arameos; si nos dejan con vida, viviremos; si nos matan moriremos».
5 Sie machten sich daher in der Abenddämmerung auf, um in das Lager der Aramäer zu gehen. Doch als sie in den Bereich des aramäischen Lagers kamen, war dort niemand zu sehen.5 A la hora del crepúsculo partieron hacia el campamento de los Arameos. Pero cuando llegaron al extremo del campamento, vieron que allí no había nadie.
6 Der Herr hatte nämlich das Rollen von Wagen, das Getrampel von Pferden und das Lärmen eines großen Heeres im Lager vernehmen lassen, sodass einer zum andern sagte: Der König von Israel hat die Könige der Hetiter und die Könige von Ägypten gegen uns angeworben, um uns überfallen zu lassen.6 Porque el Señor había hecho oír en el campamento de los arameos un ruido de carros, un fragor de caballos y el estruendo de un gran ejército, de manera que se dijeron unos a otros: «Miren, el rey de Israel ha contratado como mercenarios a los reyes de los hititas y a los reyes de los musritas, para que avancen contra nosotros».
7 Sie waren daher in der Dämmerung aufgebrochen und geflohen. Dabei hatten sie ihre Zelte, Pferde und Esel und das ganze Lager, so wie es war, zurückgelassen, um durch die Flucht ihr Leben zu retten.7 Así, a la hora del crepúsculo, habían emprendido la huida, abandonando carpas, caballos y asnos, y el campamento tal como estaba; se habían dado a la fuga para salvar sus vidas.
8 Als nun die Aussätzigen in den Bereich des Lagers kamen, gingen sie in ein Zelt, aßen und tranken, nahmen Silber, Gold und Kleider und entfernten sich, um die Beute zu verstecken. Dann kamen sie zurück, gingen in ein anderes Zelt, machten auch hier ihre Beute und entfernten sich wieder, um sie zu verstecken.8 Aquellos leprosos llegaron al extremo del campamento y entraron en una carpa; y después que comieron y bebieron, se llevaron de allí plata, oro y ropa, y fueron a esconderlos. Después volvieron, entraron en otra carpa, y se llevaron otras cosas que también fueron a esconder.
9 Dann aber sagten sie zueinander: Wir handeln nicht recht. Heute ist ein Tag froher Botschaft. Wenn wir schweigen und bis zum Morgengrauen warten, trifft uns Schuld. Kommt also; wir gehen und melden es im Palast des Königs.9 Ellos se dijeron unos a otros: «No está bien lo que estamos haciendo. Este es un día de buenas noticias. Si nos quedamos callados y aguardamos hasta el amanecer, no nos libraremos de un castigo. Vayamos mejor ahora mismo a informar a la casa del rey».
10 Sie machten sich auf, riefen die Wächter der Stadt und erzählten ihnen: Wir sind in das Lager der Aramäer gekommen. Aber dort war niemand zu sehen und kein menschlicher Laut zu hören. Die Pferde und Esel waren angebunden und die Zelte standen so da, wie sie waren.10 Entonces fueron a llamar a los porteros de la ciudad y les informaron, diciendo: «Hemos entrado en el campamento de los arameos y no había nadie; no se oía ni una sola voz humana. Sólo estaban los caballos y los asnos atados, y las carpas intactas».
11 Da schlugen die Wächter Lärm und man meldete es drinnen im Palast des Königs.11 Los porteros lanzaron gritos hacia el interior de la ciudad, y se hizo llegar la noticia a la casa del rey.
12 Noch in der Nacht stand der König auf und sagte zu seinen Leuten: Ich will euch erklären, was die Aramäer gegen uns planen. Sie wissen, dass wir Hunger leiden, und haben das Lager nur verlassen, um sich auf dem freien Feld zu verstecken mit dem Hintergedanken: Wenn sie die Stadt verlassen, nehmen wir sie lebendig gefangen und dringen in die Stadt ein.12 El rey se levantó de noche y dijo a sus servidores: «Les voy a explicar lo que han urdido contra nosotros los arameos. Como ellos saben que estamos hambrientos, han salido del campamento y se han ocultado en el campo, diciendo: Van a salir de la ciudad; entonces los capturaremos vivos y entraremos en la ciudad».
13 Doch einer von den Leuten schlug vor: Man nehme doch fünf von den noch vorhandenen Pferden. Ihnen mag es ergehen wie den vielen Israeliten, die schon zugrunde gegangen sind. Wir wollen Männer mit den Pferden hinschicken und dann weiter sehen.13 Uno de los oficiales pidió la palabra y dijo: «Tomemos cinco de los caballos que todavía quedan. A fin de cuentas, si se los deja en la ciudad, les sucederá lo mismo que a toda la multitud de Israel que ya ha perecido. Los enviaremos y veremos qué pasa».
14 Man nahm also zwei Wagen mit den Pferden. Der König schickte sie der Streitmacht der Aramäer nach und befahl ihnen: Brecht auf und seht nach!14 Tomaron dos carros con sus caballos, y el rey los envió a seguir los rastros del campamento arameo, diciendo: «Vayan a ver».
15 Sie fuhren hinter ihnen her bis an den Jordan und fanden den ganzen Weg mit Kleidern und Waffen übersät, die die Aramäer auf ihrer überstürzten Flucht weggeworfen hatten. Als sie zurückkamen und dem König Meldung erstatteten,15 Ellos siguieron las huellas hasta el Jordán, y vieron diseminados por todo el camino el material y la ropa que habían arrojado los arameos en su fuga precipitada. Después, los mensajeros volvieron para informar al rey.
16 strömte das Volk hinaus und plünderte das Lager der Aramäer. Jetzt kostete ein Sea Feinmehl nur noch einen Schekel und auch zwei Sea Gerste kosteten nur noch einen Schekel, wie es der Herr vorausgesagt hatte.16 El pueblo salió a saquear el campamento de los arameos, y se tuvo un balde de harina por un siclo, y dos baldes de cebada por el mismo precio, conforme a la palabra del Señor.
17 Der König hatte die Aufsicht über das Tor dem Adjutanten übertragen, auf dessen Arm er sich zu stützen pflegte. Ihn trat das Volk im Stadttor nieder und so starb er, wie es ihm der Gottesmann vorausgesagt hatte, als der König gekommen war, um mit ihm zu reden.17 El rey había puesto a vigilar la Puerta al escudero en cuyo brazo se apoyaba. Pero el pueblo lo aplastó contra la Puerta, y él murió, conforme a lo que había dicho el hombre de Dios cuando el rey había bajado a encontrarse con él.
18 Als nämlich der Gottesmann zum König sagte: Morgen um diese Zeit kosten am Tor von Samaria zwei Sea Gerste nur noch einen Schekel und ein Sea Feinmehl kostet nur noch einen Schekel,18 En efecto, cuando el hombre de Dios había dicho al rey: «Mañana, a esta misma hora, se venderá un balde de harina de la mejor calidad por un siclo, y dos baldes de cebada por el mismo precio, en la Puerta de Samaría,
19 hatte der Adjutant dem Gottesmann geantwortet: Selbst wenn der Herr Schleusen am Himmel anbrächte, könnte dies nicht geschehen. Und Elischa hatte ihm erwidert: Du wirst es mit deinen Augen sehen, aber nicht davon essen.19 el escudero había replicado al hombre de Dios: «Aunque el Señor abriera ventanas en el cielo, ¿podría suceder una cosa así?» Y Eliseo había dicho: «Verás esto con tus propios ojos, pero no lo comerás».
20 So geschah es ihm nun: Das Volk trat ihn im Tor nieder, sodass er starb.20 Y esto fue lo que le sucedió: el pueblo lo aplastó contra la Puerta, y él murió.