Salmos 81

EL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS	CATHOLIC PUBLIC DOMAIN
1 Del maestro de coro. Con la cítara de Gat. De Asaf.	1 A Psalm of Asaph. God has stood in the synagogue of gods, but, in their midst, he decides between gods.
2 ¡Canten con júbilo a Dios, nuestra fuerza, aclamen al Dios de Jacob!	2 How long will you judge unjustly and favor the faces of sinners?
3 Entonen un canto, toquen el tambor, y la cítara armoniosa, junto con el arpa.	3 Judge for the indigent and the orphan. Do justice to the humble and the poor.
4 Toquen la trompeta al salir la luna nueva, y el día de luna llena, el día de nuestra fiesta.	4 Rescue the poor, and free the needy from the hand of the sinner.
5 Porque esta es una ley para Israel, un precepto del Dios de Jacob:	5 They did not know and did not understand. They wander in darkness. All the foundations of the earth will be moved.
6 él se la impuso como norma a José, cuando salió de la tierra de Egipto. Oigo una voz desconocida que dice:	6 I said: You are gods, and all of you are sons of the Most High.
7 Yo quité el peso de tus espaldas y tus manos quedaron libres de la carga.	7 But you will die like men, and you will fall just like one of the princes.
8 Clamaste en la aflicción, y te salvé; te respondí oculto entre los truenos, aunque me provocaste junto a las aguas de Meribá.	8 Rise up, O God. Judge the earth. For you will inherit it with all the nations.
9 Oye, pueblo mío, yo atestiguo contra ti, ¡ojalá me escucharas, Israel!
10 No tendrás ningún Dios extraño, no adorarás a ningún dios extranjero:
11 yo, el Señor, soy tu Dios, que te hice subir de la tierra de Egipto.
12 Pero mi pueblo no escuchó mi voz, Israel no me quiso obedecer;
13 por eso los entregué a su obstinación, para que se dejaran llevar por sus caprichos.
14 ¡Ojalá mi pueblo me escuchara, e Israel siguiera mis caminos!
15 Yo sometería a sus adversarios en un instante, y volvería mi mano contra sus opresores.
16 Los enemigos del Señor tendrían que adularlo, y ese sería su destino para siempre;
17 yo alimentaría a mi pueblo con lo mejor del trigo y lo saciaría con miel silvestre».