Scrutatio

Giovedi, 16 maggio 2024 - San Simone Stock ( Letture di oggi)

Salmos 50


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EL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOSEINHEITSUBERSETZUNG BIBEL
1 Salmo de Asaf.

El Dios de los dioses, el Señor,

habla para convocar a la tierra

desde la salida del sol hasta el ocaso.

1 [Ein Psalm Asafs.] Der Gott der Götter, der Herr, spricht,
er ruft der Erde zu
vom Aufgang der Sonne bis zum Untergang.
2 Dios resplandece desde Sión,

que es el dechado de toda hermosura:

2 Vom Zion her, der Krone der Schönheit,
geht Gott strahlend auf.
3 ya viene nuestro Dios, y no callará;

un fuego devorador lo precede,

la tempestad ruge a su alrededor.

3 Unser Gott kommt und schweigt nicht;
Feuer frisst vor ihm her; um ihn stürmt es gewaltig.
4 El llama desde lo alto al cielo y a la tierra,

para entablar un juicio contra su pueblo:

4 Dem Himmel droben und der Erde ruft er zu,
er werde sein Volk nun richten:
5 «Reúnanme a mis amigos,

a los que sellaron mi alianza con un sacrificio».

5 «Versammelt mir all meine Frommen,
die den Bund mit mir schlossen beim Opfer.»
6 ¡Que el cielo proclame su justicia,

porque Dios es el único Juez!

6 Die Himmel sollen seine Gerechtigkeit künden;
Gott selbst wird Richter sein. [Sela]
7 «Escucha, pueblo mío, yo te hablo;

Israel, voy a alegar contra ti:

yo soy el Señor, tu Dios.

7 «Höre, mein Volk, ich rede.
Israel, ich klage dich an,
ich, der ich dein Gott bin.
8 No te acuso por tus sacrificios:

¡tus holocaustos están siempre en mi presencia!

8 Nicht wegen deiner Opfer rüg ich dich,
deine Brandopfer sind mir immer vor Augen.
9 Pero yo no necesito los novillos de tu casa

ni los cabritos de tus corrales.

9 Doch nehme ich von dir Stiere nicht an
noch Böcke aus deinen Hürden.
10 Porque son mías todas las fieras de la selva,

y también el ganado de las montañas más altas.

10 Denn mir gehört alles Getier des Waldes,
das Wild auf den Bergen zu Tausenden.
11 Yo conozco los pájaros de los montes

y tengo ante mí todos los animales del campo.

11 Ich kenne alle Vögel des Himmels,
was sich regt auf dem Feld, ist mein Eigen.
12 Si tuviera hambre, no te diría,

porque es mío el mundo y todo lo que hay en él.

12 Hätte ich Hunger, ich brauchte es dir nicht zu sagen,
denn mein ist die Welt und was sie erfüllt.
13 ¿Acaso voy a comer la carne de los toros

o a beber la sangre de los cabritos?

13 Soll ich denn das Fleisch von Stieren essen
und das Blut von Böcken trinken?
14 Ofrece al Señor un sacrificio de alabanza

y cumple tus votos al Altísimo;

14 Bring Gott als Opfer dein Lob
und erfülle dem Höchsten deine Gelübde!
15 invócame en los momentos de peligro:

yo te libraré, y tú me glorificarás».

15 Rufe mich an am Tag der Not;
dann rette ich dich und du wirst mich ehren.»
16 Dios dice al malvado:

«¿Cómo te atreves a pregonar mis mandamientos

y a mencionar mi alianza con tu boca,

16 Zum Frevler aber spricht Gott:
«Was zählst du meine Gebote auf
und nimmst meinen Bund in deinen Mund?
17 tú, que aborreces toda enseñanza

y te despreocupas de mis palabras?

17 Dabei ist Zucht dir verhasst,
meine Worte wirfst du hinter dich.
18 Si ves a un ladrón, tratas de emularlo;

haces causa común con los adúlteros;

18 Siehst du einen Dieb, so läufst du mit,
du machst dich mit Ehebrechern gemein.
19 hablas mal sin ningún reparo

y tramas engaños con tu lengua;

19 Dein Mund redet böse Worte
und deine Zunge stiftet Betrug an.
20 te sientas a conversar contra tu hermano,

deshonras al hijo de tu propia madre.

20 Von deinem Bruder redest du schändlich,
auf den Sohn deiner Mutter häufst du Verleumdung.
21 Haces esto, ¿y yo me voy a callar?

¿Piensas acaso que soy como tú?

Te acusaré y te argüiré cara a cara,

21 Das hast du getan und ich soll schweigen?
Meinst du, ich bin wie du?
Ich halte es dir vor Augen und rüge dich.
22 Entiendan bien esto, los que olvidan a Dios,

no sea que yo los destruya sin remedio.

22 Begreift es doch, ihr, die ihr Gott vergesst!
Sonst zerreiße ich euch und niemand kann euch retten.
23 El que ofrece sacrificios de alabanza

me honra de verdad;

y al que va por el buen camino

le haré gustar la salvación de Dios».
23 Wer Opfer des Lobes bringt, ehrt mich;
wer rechtschaffen lebt, dem zeig ich mein Heil.»