Scrutatio

Domenica, 28 aprile 2024 - San Luigi Maria Grignion da Montfort ( Letture di oggi)

Deuteronomio 14


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1Ustedes son hijos del Señor, su Dios. No se hagan incisiones ni se rapen el cabello sobre la frente en homenaje a un muerto.2Porque tú eres un pueblo consagrado al Señor, tu Dios y él te eligió para que fueras su propio pueblo, prefiriéndote a todos los demás pueblos de la tierra.3No comerán nada que sea abominable.4Ustedes podrán comer los siguientes animales: el buey, la oveja, la cabra,5el ciervo, la gacela, el venado, la cabra montés, el íbice, el antílope y la gamuza.6Podrán comer, asimismo, cualquier animal que tenga la pezuña partida –es decir, dividida en dos mitades– y que sea rumiante.7Pero se abstendrán de comer los animales que son solamente rumiantes y los que solamente tienen la pezuña partida por la mitad. No comerán camello, liebre ni damán, porque aunque son rumiantes, no tienen la pezuña partida. A estos animales deberán considerarlos impuros.8Tampoco comerán cerdo, porque aunque tiene la pezuña partida, no es rumiante. También a este deberán considerarlo impuro, y no podrán comer su carne ni tocar su cadáver.9De entre los animales que viven en el agua, les estará permitido comer todos aquellos que tengan aletas y escamas.10Pero no podrán comer los que o tengan aletas ni escamas: a éstos deberán considerarlos impuros.11Podrán comer todas las especies de aves puras.12Pero se abstendrán de comer las siguientes: el águila marina.13el milano, las diversas especies de halcón.14las diversas especies de cuervo:15el avestruz, la golondrina, la gaviota y las diversas especies de gavilán;16la lechuza, el búho, el ibis.17el pelícano, el buitre, el corvejón,18la cigüeña, las diversas especies de garza, la abubilla y el murciélago.19También deberán considerar impuros a todos los insectos con alas,20pero podrán comer cualquier clase de pájaros puros.21No comerán ningún animal muerto. Se lo darás al extranjero que resida en tu ciudad para que él lo coma, o se lo venderás al extranjero que va de paso. Porque tú eres un pueblo consagrado al Señor, tu Dios. No harás cocer un cabrito en la leche de su madre.22Cada año deberás separar la décima parte de todo lo que hayan producido tus sembrados.23y en la presencia del Señor, tu Dios, en el lugar que él elija para constituirlo morada de su Nombre, comerás del diezmo de tu trigo, de tu vino y de tu aceite, y también los primogénitos de tu ganado mayor y menor. Así aprenderás a tener siempre al Señor, tu Dios.24Si el camino es demasiado largo para que puedas transportar el diezmo –porque el lugar que el Señor elija te queda muy lejos– cuando el te haya bendecido,25los cambiarás por dinero y luego irás a ese lugar, llevando contigo el dinero.26Allí podrás comprar con ese dinero todo lo que desees: ganado mayor o menor, vino o bebida fermentada, en una palabra, cualquier cosa que sea de tu agrado. Entonces comerás en la presencia del Señor, tu Dios, y te alegrarás junto con tu familia.27No olvides al levita que vive en tus ciudades, ya que él no tiene posesión ni herencia contigo.28al cabo de tres años, deberás separar la décima parte de todo lo producido ese año, y lo depositarás en la puerta de tu ciudad.29Entonces vendrá a comer el levita, ya que él no tiene posesión ni herencia contigo; y lo mismo harán el extranjero, el huérfano y la viuda que están en tus ciudades, hasta quedar saciados. Así el Señor te bendecirá en todas tus empresas.