Lucas 19
Confronta con un'altra Bibbia
Cambia Bibbia
EL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS | BIBBIA CEI 1974 |
---|---|
1 Jesús entró en Jericó y atravesaba la cuidad. | 1 Entrato in Gèrico, attraversava la città. |
2 Allí vivía un hombre muy rico llamado Zaqueo, que era el jefe de los publicanos. | 2 Ed ecco un uomo di nome Zaccheo, capo dei pubblicani e ricco, |
3 El quería ver quién era Jesús, pero no podía a causa de la multitud, porque era de baja estatura. | 3 cercava di vedere quale fosse Gesù, ma non gli riusciva a causa della folla, poiché era piccolo di statura. |
4 Entonces se adelantó y subió a un sicomoro para poder verlo, porque iba a pasar por allí, | 4 Allora corse avanti e, per poterlo vedere, salì su un sicomoro, poiché doveva passare di là. |
5 Al llegar a ese lugar, Jesús miró hacia arriba y le dijo: «Zaqueo, baja pronto, porque hoy tengo que alojarme en tu casa». | 5 Quando giunse sul luogo, Gesù alzò lo sguardo e gli disse: "Zaccheo, scendi subito, perché oggi devo fermarmi a casa tua". |
6 Zaqueo bajó rápidamente y lo recibió con alegría. | 6 In fretta scese e lo accolse pieno di gioia. |
7 Al ver esto, todos murmuraban, diciendo: «Se ha ido a alojar en casa de un pecador». | 7 Vedendo ciò, tutti mormoravano: "È andato ad alloggiare da un peccatore!". |
8 Pero Zaqueo dijo resueltamente al Señor: «Señor, voy a dar la mitad de mis bienes a los pobres, y si he perjudicado a alguien, le daré cuatro veces más». | 8 Ma Zaccheo, alzatosi, disse al Signore: "Ecco, Signore, io do la metà dei miei beni ai poveri; e se ho frodato qualcuno, restituisco quattro volte tanto". |
9 Y Jesús le dijo: «Hoy ha llegado la salvación a esta casa, ya que también este hombres es un hijo de Abraham, | 9 Gesù gli rispose: "Oggi la salvezza è entrata in questa casa, perché anch'egli è figlio di Abramo; |
10 porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que estaba perdido». | 10 il Figlio dell'uomo infatti è venuto a cercare e a salvare ciò che era perduto". |
11 Como la gente seguía escuchando, añadió una parábola, porque estaba cerca de Jerusalén y ellos pensaban que el Reino de Dios iba a aparecer de un momento a otro. | 11 Mentre essi stavano ad ascoltare queste cose, Gesù disse ancora una parabola perché era vicino a Gerusalemme ed essi credevano che il regno di Dio dovesse manifestarsi da un momento all'altro. |
12 El les dijo: «Un hombre de familia noble fue a un país lejano para recibir la investidura real y regresar en seguida. | 12 Disse dunque: "Un uomo di nobile stirpe partì per un paese lontano per ricevere un titolo regale e poi ritornare. |
13 Llamó a diez de sus servidores y les entró cien monedas de plata a cada uno, diciéndoles: "Háganlas producir hasta que yo vuelva". | 13 Chiamati dieci servi, consegnò loro dieci mine, dicendo: Impiegatele fino al mio ritorno. |
14 Pero sus conciudadanos lo odiaban y enviaron detrás de él una embajada encargada de decir: "No queremos que este sea nuestro rey". | 14 Ma i suoi cittadini lo odiavano e gli mandarono dietro un'ambasceria a dire: Non vogliamo che costui venga a regnare su di noi. |
15 Al regresar, investido de la dignidad real, hizo llamar a los servidores a quienes había dado el dinero, para saber lo que había ganado cada uno. | 15 Quando fu di ritorno, dopo aver ottenuto il titolo di re, fece chiamare i servi ai quali aveva consegnato il denaro, per vedere quanto ciascuno avesse guadagnato. |
16 El primero se presentó y le dijo: "Señor, tus cien monedas de plata han producido diez veces más". | 16 Si presentò il primo e disse: Signore, la tua mina ha fruttato altre dieci mine. |
17 "Está bien, buen servidor, le respondió, ya que has sido fiel en tan poca cosa, recibe el gobierno de diez ciudades". | 17 Gli disse: Bene, bravo servitore; poiché ti sei mostrato fedele nel poco, ricevi il potere sopra dieci città. |
18 Llegó el segundo y el dijo: "Señor, tus cien monedas de plata han producido cinco veces más". | 18 Poi si presentò il secondo e disse: La tua mina, signore, ha fruttato altre cinque mine. |
19 A él también le dijo: "Tú estarás al frente de cinco ciudades". | 19 Anche a questo disse: Anche tu sarai a capo di cinque città. |
20 Llegó el otro y le dijo: "Señor, aquí tienes tus cien monedas de plata, que guardé envueltas en un pañuelo. | 20 Venne poi anche l'altro e disse: Signore, ecco la tua mina, che ho tenuta riposta in un fazzoletto; |
21 Porque tuve miedo de ti, que eres un hombre exigentes, que quieres percibir lo que no has depositado y cosechar lo que no has sembrado". | 21 avevo paura di te che sei un uomo severo e prendi quello che non hai messo in deposito, mieti quello che non hai seminato. |
22 El le respondió: "Yo te juzgo por tus propias palabras, mal servidor. Si sabías que soy un hombre exigente, que quiero percibir lo que no deposité y cosechar lo que no sembré, | 22 Gli rispose: Dalle tue stesse parole ti giudico, servo malvagio! Sapevi che sono un uomo severo, che prendo quello che non ho messo in deposito e mieto quello che non ho seminato: |
23 ¿por qué no entregaste mi dinero en préstamo? A mi regreso yo lo hubiera recuperado con intereses" | 23 perché allora non hai consegnato il mio denaro a una banca? Al mio ritorno l'avrei riscosso con gli interessi. |
24 Y dijo a los que estaban allí: "Quítenle las cien monedas y dénselas al que tiene diez veces más". | 24 Disse poi ai presenti: Toglietegli la mina e datela a colui che ne ha dieci |
25 "¡Pero, señor, le respondieron, ya tiene mil!". | 25 Gli risposero: Signore, ha già dieci mine! |
26 "Les aseguro que al que tiene, se le dará; pero al que no tiene, se le quitará aún lo que tiene. | 26 Vi dico: A chiunque ha sarà dato; ma a chi non ha sarà tolto anche quello che ha. |
27 En cuanto a mis enemigos, que no me han querido por rey, tráiganlos aquí y mátenlos en mi presencia"». | 27 E quei miei nemici che non volevano che diventassi loro re, conduceteli qui e uccideteli davanti a me". |
28 Después de haber dicho esto, Jesús siguió adelante, subiendo a Jerusalén. | 28 Dette queste cose, Gesù proseguì avanti agli altri salendo verso Gerusalemme. |
29 Cuando se acercó a Betfagé y Betania, al pie del monte llamado de los Olivos, envió a dos de sus discípulos, diciéndoles: | 29 Quando fu vicino a Bètfage e a Betània, presso il monte detto degli Ulivi, inviò due discepoli dicendo: |
30 «Vayan al pueblo que está enfrente y, al entrar, encontrarán un asno atado, que nadie ha montado todavía. Desátenlo y tráiganlo; | 30 "Andate nel villaggio di fronte; entrando, troverete un puledro legato, sul quale nessuno è mai salito; scioglietelo e portatelo qui. |
31 y si alguien les pregunta: «¿Por qué lo desatan?», respondan: «El Señor lo necesita». | 31 E se qualcuno vi chiederà: Perché lo sciogliete?, direte così: Il Signore ne ha bisogno". |
32 Los enviados partieron y encontraron todo como él les había dicho. | 32 Gli inviati andarono e trovarono tutto come aveva detto. |
33 Cuando desataron el asno, sus dueños les dijeron: «¿Por qué lo desatan?». | 33 Mentre scioglievano il puledro, i proprietari dissero loro: "Perché sciogliete il puledro?". |
34 Y ellos respondieron: «El Señor lo necesita». | 34 Essi risposero: "Il Signore ne ha bisogno". |
35 Luego llevaron el asno adonde estaba Jesús y, poniendo sobre él sus mantos, lo hicieron montar. | 35 Lo condussero allora da Gesù; e gettati i loro mantelli sul puledro, vi fecero salire Gesù. |
36 Mientras él avanzaba, la gente extendía sus mantos sobre el camino. | 36 Via via che egli avanzava, stendevano i loro mantelli sulla strada. |
37 Cuando Jesús se acercaba a la pendiente del monte de los Olivos, todos los discípulos, llenos de alegría, comenzaron a alabar a Dios en alta voz, por todos los milagros que habían visto. | 37 Era ormai vicino alla discesa del monte degli Ulivi, quando tutta la folla dei discepoli, esultando, cominciò a lodare Dio a gran voce, per tutti i prodigi che avevano veduto, dicendo: |
38 Y decían:»¡Bendito sea el Rey que viene en nombre del Señor! ¡Paz en el cielo y gloria en las alturas!». | 38 "'Benedetto colui che viene,' il re, 'nel nome del Signore'. Pace in cielo e gloria nel più alto dei cieli!". |
39 Algunos fariseos que se encontraban entre la multitud le dijeron: «Maestro, reprende a tus discípulos». | 39 Alcuni farisei tra la folla gli dissero: "Maestro, rimprovera i tuoi discepoli". |
40 Pero él respondió: «Les aseguro que si ellos callan, gritarán las piedras | 40 Ma egli rispose: "Vi dico che, se questi taceranno, grideranno le pietre". |
41 Cuando estuvo cerca y vio la ciudad, se puso a llorar por ella, | 41 Quando fu vicino, alla vista della città, pianse su di essa, dicendo: |
42 diciendo: «¡Si tú también hubieras comprendido en ese día el mensaje de paz! Pero ahora está oculto a tus ojos. | 42 "Se avessi compreso anche tu, in questo giorno, la via della pace. Ma ormai è stata nascosta ai tuoi occhi. |
43 Vendrán días desastrosos para ti, en que tus enemigos te cercarán con empalizadas, te sitiarán y te atacarán por todas partes. | 43 Giorni verranno per te in cui i tuoi nemici ti cingeranno di trincee, ti circonderanno e ti stringeranno da ogni parte; |
44 Te arrasarán junto con tus hijos, que están dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, porque no has sabido reconocer el tiempo en que fuiste visitada por Dios». | 44 abbatteranno te e i tuoi figli dentro di te e non lasceranno in te pietra su pietra, perché non hai riconosciuto il tempo in cui sei stata visitata". |
45 Y al entrar al Templo, se puso a echar a los vendedores, | 45 Entrato poi nel tempio, cominciò a cacciare i venditori, |
46 diciéndoles: «Está escrito: Mi casa será una casa de oración, pero ustedes la han convertido en una cueva de ladrones». | 46 dicendo: "Sta scritto: 'La mia casa sarà casa di preghiera'. Ma voi ne avete fatto 'una spelonca di ladri!'". |
47 Y diariamente enseñaba en el Templo. Los sumos sacerdotes, los escribas y los más importantes del pueblo, buscaban la forma de matarlo. | 47 Ogni giorno insegnava nel tempio. I sommi sacerdoti e gli scribi cercavano di farlo perire e così anche i notabili del popolo; |
48 Pero no sabían cómo hacerlo, porque todo el pueblo lo escuchaba y estaba pendiente de sus palabras. | 48 ma non sapevano come fare, perché tutto il popolo pendeva dalle sue parole. |