Scrutatio

Lunedi, 13 maggio 2024 - Beata Vergine Maria di Fatima ( Letture di oggi)

Salmos 74


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EL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOSBIBLIA
1 Poema de Asaf.

¿Por qué, oh Dios, nos rechazaste para siempre

y arde tu indignación contra las ovejas de tu rebaño?

1 Poema. De Asaf.
¿Por qué has de rechazar, oh Dios, por siempre,
por qué humear de cólera contra el rebaño de tu pasto?
2 Acuérdate de pueblo que adquiriste en otro tiempo,

de la tribu que rescataste para convertirla en tu herencia;

acuérdate de Sión, donde pusiste tu Morada.

2 Acuérdate de la comunidad que de antiguo adquiriste,
la que tú rescataste, tribu de tu heredad,
y del monte Sión donde pusiste tu morada.
3 Vuelve tus pasos hacia esta ruina completa:

todo lo destruyó el enemigo en el Santuario.

3 Guía tus pasos a estas ruinas sin fin:
todo en el santuario lo ha devastado el enemigo.
4 Rugieron tus adversarios en el lugar de tu asamblea,

pusieron como señales sus propios estandartes.

4 En el lugar de tus reuniones rugieron tus adversarios,
pusieron sus enseñas, enseñas
5 Alzaron sus hachas como en la espesura de la selva;

5 que no se conocían,
en el frontón de la entrada.
Machetes en bosque espeso,
6 destrozaron de un golpe todos los adornos,

los deshicieron con martillos y machetes;

6 a una cercenaban sus jambas,
y con hacha y martillo desgajaban.
7 prendieron fuego a tu Santuario,

profanaron, hasta arrasarla, la Morada de tu Nombre.

7 Prendieron fuego a tu santuario,
por tierra profanaron la mansión de tu nombre.
8 Habían pensado: «Acabemos con ellos,

quememos todos los templos de Dios en el país».

8 Dijeron en su corazón: «¡Destruyámoslos en bloque!»
Quemaron en la tierra todo lugar de santa reunión.
9 Ya no vemos señales ni quedan profetas:

no hay nadie entre nosotros que sepa hasta cuándo.

9 No vemos nuestras enseñas, no existen ya profetas,
ni nadie entre nosotros que sepa hasta cuándo.
10 ¿Hasta cuándo, oh Dios, te insultará el enemigo?

¿Nunca cesará el adversario de despreciar tu Nombre?

10 ¿Hasta cuándo, oh Dios, provocará el adversario?
¿Ultrajará tu nombre por siempre el enemigo?
11 ¿Por qué retiras tu mano, Señor,

y la mantienes oculta en el pecho?

11 ¿Por qué retraes tu mano,
y en tu seno retienes escondida tu diestra?
12 Pero tú, oh Dios, eres mi Rey desde el principio,

tú lograste victorias en medio de la tierra:

12 Oh Dios, mi rey desde el principio,
autor de salvación en medio de la tierra,
13 deshiciste el Mar con tu poder

y quebraste las cabezas del dragón marino;

13 tú hendiste el mar con tu poder,
quebraste las cabezas de los montruos en las aguas;
14 aplastaste las cabezas de Leviatán

y lo diste como alimento a las fieras del desierto.

14 tú machacaste las cabezas de Leviatán
y las hiciste pasto de las fieras;
15 Hiciste brotar manantiales y torrentes,

secaste los ríos caudalosos;

15 tú abriste manantiales y torrentes,
y secaste ríos inagotables;
16 tuyo es el día, tuya también la noche,

tú afirmaste la luna y el sol;

16 tuyo es el día, tuya también la noche,
tú la luna y el sol estableciste,
17 fijaste las fronteras de la tierra,

formaste el verano y el invierno.

17 tú trazaste todos los confines de la tierra,
el verano y el invierno tú formaste.
18 Recuerda, Señor, que el enemigo te ha ultrajado,

un pueblo insensato ha despreciado tu Nombre:

18 Recuérdalo, Yahveh: provoca el enemigo,
tu nombre ultraja un pueblo necio.
19 no entregues a los buitres la vida de tu Paloma

ni te olvides para siempre de los pobres.

19 No entregues a la bestia el alma de tu tórtola,
la vida de tus pobres no olvides para siempre.
20 Ten presente tu alianza,

porque todos los rincones del país

están repletos de violencia.

20 Piensa en la alianza, que están llenos
los rincones del país de guaridas de violencia.
21 Que el débil no retroceda lleno de confusión,

que el pobre y el oprimido alaben tu Nombre.

21 ¡No vuelva cubierto de vergüenza el oprimido;
el humilde y el pobre puedan loar tu nombre!
22 Levántate, oh Dios, defiende tu causa,

recuerda que el insensato te ultraja sin cesar.

22 ¡Alzate, oh Dios, a defender tu causa,
acuérdate del necio que te provoca todo el día!
23 No olvides los gritos de tus adversarios,

porque crece el tumulto de los que se alzan contra ti.
23 No olvides el griterío de tus adversarios,
el clamor de tus agresores que crece sin cesar!