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Lunedi, 20 maggio 2024 - San Bernardino da Siena ( Letture di oggi)

Salmos 66


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EL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOSBIBLIA
1 Del maestro de coro. Canto. Salmo.

¡Aclame a Dios toda la tierra!

1 Del maestro de coro. Cántico. Salmo.
Aclamad a Dios, la tierra toda,
2 ¡Canten la gloria de su Nombre!

Tribútenle una alabanza gloriosa,

2 salmodiad a la gloria de su nombre,
rendidle el honor de su alabanza,
3 digan a Dios: «¡Qué admirables son tus obras!».

Por la inmensidad de tu poder,

tus enemigos te rinden pleitesía;

3 decid a Dios: ¡Qué terribles tus obras!
Por la grandeza de tu fuerza,
tus enemigos vienen a adularte;
4 toda la tierra se postra ante ti,

y canta en tu honor, en honor de tu Nombre.

4 toda la tierra se postra ante ti,
y salmodia para ti, a tu nombre salmodia. Pausa.
5 Vengan a ver las obras de Dios,

las cosas admirables que hizo por los hombres:

5 Venid y ved las obras de Dios,
temible en sus gestas por los hijos de Adán:
6 él convirtió el Mar en tierra firme,

a pie atravesaron el Río.

Por eso, alegrémonos en él,

6 él convirtió el mar en tierra firme,
el río fue cruzado a pie.
Allí, nuestra alegría en él,
7 que gobierna eternamente con su fuerza;

sus ojos vigilan a las naciones,

y los rebeldes no pueden sublevarse.

7 que por su poder domina para siempre.
Sus ojos vigilan las naciones,
no se alcen los rebeldes contra él. Pausa.
8 Bendigan, pueblos, a nuestro Dios,

hagan oír bien alto su alabanza:

8 Pueblos, bendecid a nuestro Dios,
haced que se oiga la voz de su alabanza,
9 él nos concedió la vida

y no dejó que vacilaran nuestros pies.

9 él, que devuelve nuestra alma a la vida,
y no deja que vacilen nuestros pies.
10 Porque tú nos probaste, oh Dios,

nos purificaste como se purifica la plata;

10 Tú nos probaste, oh Dios,
nos purgaste, cual se purga la plata;
11 nos hiciste caer en una red,

cargaste un fardo sobre nuestras espaldas.

11 nos prendiste en la red,
pusiste una correa a nuestros lomos,
12 Dejaste que cabalgaran sobre nuestras cabezas,

pasamos por el fuego y por el agua,

¡hasta que al fin nos diste un respiro!

12 dejaste que un cualquiera a nuestra cabeza cabalgara,
por el fuego y el agua atravesamos;
mas luego nos sacaste para cobrar aliento.
13 Yo vengo a tu Casa a ofrecerte holocaustos,

para cumplir los votos que te hice:

13 Con holocaustos entraré en tu Casa,
te cumpliré mis votos,
14 los votos que pronunciaron mis labios

y que mi boca prometió en el peligro.

14 los que abrieron mis labios,
los que en la angustia pronunció mi boca.
15 Te ofreceré en holocausto animales cebados,

junto con el humo de los carneros;

te sacrificaré bueyes y cabras.

15 Te ofreceré pingües holocaustos,
con el sahumerio de carneros,
sacrificaré bueyes y cabritos. Pausa.
16 Los que temen a Dios, vengan a escuchar,

yo les contaré lo que hizo por mí:

16 Venid a oír y os contaré,
vosotros todos los que teméis a Dios,
lo que él ha hecho por mí.
17 apenas mi boca clamó hacia él,

mi lengua comenzó a alabarlo.

17 A él gritó mi boca,
la alabanza ya en mi lengua.
18 Si hubiera tenido malas intenciones,

el Señor no me habría escuchado;

18 Si yo en mi corazón hubiera visto iniquidad,
el Señor no me habría escuchado.
19 pero Dios me escuchó

y atendió al clamor de mi plegaria.

19 Pero Dios me ha escuchado,
atento a la voz de mi oración.
20 Bendito sea Dios,

que no rechazó mi oración

ni apartó de mí su misericordia.
20 ¡Bendito sea Dios,
que no ha rechazado mi oración
ni su amor me ha retirado!