Scrutatio

Sabato, 27 aprile 2024 - Santa Zita ( Letture di oggi)

Job 3


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1Después de esto, Job rompió el silencio y maldijo el día de su nacimiento.2Tomó la palabra y exclamó:3¡Desaparezca el día en que nací y la noche que dijo: «Ha sido engendrado un varón»!4¡Que aquel día se convierta en tinieblas! Que Dios se despreocupe de él desde lo alto y no brille sobre él ni un rayo de luz.5Que lo reclamen para sí las tinieblas y las sombras, que un nubarrón se cierna sobre él y lo aterrorice un eclipse de sol.6¡Sí, que una densa oscuridad se apodere de él y no se lo añada a los días del año ni se lo incluya en el cómputo de los meses!7¡Que aquella noche sea estéril y no entre en ella ningún grito de alegría!8Que la maldigan los que maldicen los días, los expertos en excitar a Leviatán.9Que se oscurezcan las estrellas de su aurora; que espere en vano la luz y nos vea los destellos del alba.10Porque no me cerró las puertas del seno materno ni ocultó a mis ojos tanta miseria.11¿Por qué no me morí al nacer? ¿Por qué no expiré al salir del vientre materno?12¿Por qué me recibieron dos rodillas y dos pechos me dieron de mamar?13Ahora yacería tranquilo estaría dormido y así descansaría,14junto con los reyes y consejeros de la tierra que se hicieron construir mausoleos,15o con los príncipes que poseían oro y llenaron de plata sus moradas.16O no existiría, como un aborto enterrado, como los niños que nunca vieron la luz.17Allí, los malvados dejan de agitarse, allí descansan los que están extenuados.18También los prisioneros están en paz, no tienen que oír los gritos del carcelero.19Pequeños y grandes son allí una misma cosa, y el esclavo está liberado de su dueño.20¿Para qué dar a luz a un desdichado y la vida a los que están llenos de amargura,21a los que ansían en vano la muerte y la buscan más que a un tesoro,22a los que se alegrarían de llegar a la tumba y se llenarían de júbilo al encontrar un sepulcro,23al hombre que se le cierra el camino y al que Dios cerca por todas partes?24Los gemidos se han convertido en mi pan y mis lamentos se derramen como agua.25Porque me sucedió lo que más temía y me sobrevino algo terrible.26¡No tengo calma, ni tranquilidad, ni sosiego, sólo una constante agitación!