Scrutatio

Domenica, 12 maggio 2024 - Santi Nereo e Achilleo ( Letture di oggi)

Salmos 59


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EL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOSBIBLIA
1 Del maestro de coro. «No destruyas». De David. Mictán. Cuando Saúl dio orden de vigilar su casa para matarlo.

1 Del maestro de coro. «No destruyas». De David. A media
voz. Cuando Saúl mandó a vigilar su casa con el fin de
matarle.
2 Líbrame de mis enemigos, Dios mío,

defiéndeme de los que se levantan contra mí;

2 ¡Líbrame de mis enemigos, oh Dios mío,
de mis agresores protégeme,
3 líbrame de los que hacen el mal

y sálvame de los hombres sanguinarios.

3 líbrame de los agentes de mal,
de los hombres sanguinarios sálvame!
4 Mira cómo me están acechando:

los poderosos se conjuran contra mí;

sin rebeldía ni pecado de mi parte, Señor,

4 Mira que acechan a mi alma,
poderosos se conjuran contra mí;
sin rebeldía ni pecado en mí, Yahveh,
5 sin culpa mía, se disponen para el ataque.

Despierta, ven a mi encuentro y observa,

5 sin culpa alguna, corren y se aprestan.
Despiértate, ven a mi encuentro y mira,
6 Señor Dios de los ejércitos, Dios de Israel:

levántate para castigar a las naciones,

no tengas compasión de los traidores.

6 tú, Yahveh, Dios Sebaot, Dios de Israel,
álzate a visitar a todos los gentiles,
no te apiades de ninguno de esos traidores pérfidos.
Pausa.
7 Vuelven al atardecer, aullando como perros,

y recorren la ciudad.

7 Regresan a la tarde,
aúllan como perros,
rondan por la ciudad.
8 Mira cómo sueltan sus lenguas,

hay puñales en sus labios,

y dicen: «¿Quién nos va a oír?».

8 Míralos desbarrar a boca llena,
espadas en sus labios:
«¿Hay alguno que oiga?»
9 Pero tú, Señor, ríes de ellos

y te burlas de todos los paganos.

9 Mas tú, Yahveh, te ríes de ellos,
tú te mofas de todos los gentiles.
10 Yo miro hacia ti, fuerza mía,

porque Dios es mi baluarte;

10 Oh fuerza mía, hacia ti miro.
Pues es Dios mi ciudadela,
11 él vendrá a mi encuentro con su gracia

y me hará ver la derrota de mis enemigos.

11 el Dios de mi amor viene a mi encuentro.
Dios me hará desafiar a los que me asechan.
12 Quítales la vida, Dios mío,

y que mi pueblo no lo olvide:

dispérsalos y derríbalos con tu poder,

tú, Señor, que eres nuestro escudo.

12 ¡Oh, no los mates, no se olvide mi pueblo,
dispérsalos con tu poder, humíllalos,
oh Señor, nuestro escudo!
13 Cada palabra que pronuncian

es un pecado en su boca;

¡queden atrapados en su orgullo,

por las blasfemias y mentiras que profieren!

13 Pecado es en su boca la palabra de sus labios;
¡queden, pues, presos en su orgullo,
por la blasfemia, por la mentira que vocean!
14 Extermínalos con tu furor,

extermínalos y que no existan más:

así se sabrá que Dios gobierna en Israel

y hasta los confines de la tierra.

14 ¡Suprime con furor, suprímelos, no existan más!
Y se sepa que Dios domina en Jacob,
hasta los confines de la tierra. Pausa.
15 Vuelven al atardecer,

aullando como perros,

y recorren la ciudad:

15 Regresan a la tarde,
aúllan como perros,
rondan por la ciudad;
16 vagan en busca de comida;

mientras no se sacian, siguen ladrando.

16 vedlos buscando qué comer,
hasta que no están hartos van gruñendo.
17 Pero yo cantaré tu poder,

y celebraré tu amor de madrugada,

porque tú has sido mi fortaleza

y mi refugio en el peligro.

17 Yo, en cambio, cantaré tu fuerza,
aclamaré tu amor a la mañana;
pues tú has sido para mí una ciudadela,
un refugio en el día de mi angustia.
18 ¡Yo te cantaré, fuerza mía,

porque tú eres mi baluarte,

Dios de misericordia!
18 Oh fuerza mía, para ti salmodiaré,
pues es Dios mi ciudadela,
el Dios de mi amor.