Scrutatio

Martedi, 21 maggio 2024 - Santi Martiri Messicani (Cristoforo Magallanes Jara e 24 compagni) ( Letture di oggi)

Ezequiel 2


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EL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOSBIBLIA
1 Esa voz me dijo: Levántate, hijo de hombre, porque voy a hablarte1 Me dijo: «Hijo de hombre, ponte en pie, que voy a hablarte».
2 Cuando me habló, un espíritu entró en mí y me hizo permanecer de pie, y yo escuché al que me hablaba.2 El espíritu entró en mí como se me había dicho y me hizo tenerme en pie; y oí al que me hablaba.
3 El me dijo: Hijo de hombre, yo te envío a los israelitas, a un pueblo de rebeldes que se han rebelado contra mí; ellos y sus padres se han sublevado contra mí hasta el día de hoy.3 Me dijo: «Hijo de hombre, yo te envío a los israelitas, a la nación de los rebeldes, que se han rebelado contra mí. Ellos y sus padres me han sido contumaces hasta este mismo día.
4 Son hombres obstinados y de corazón endurecido aquellos a los que yo te envío, para que les digas: «Así habla el Señor».4 Los hijos tienen la cabeza dura y el corazón empedernido; hacia ellos te envío para decirles: Así dice el señor Yahveh.
5 Y sea que escuchen o se nieguen a hacerlo –porque son un pueblo rebelde– sabrán que hay un profeta en medio de ellos.5 Y ellos, escuchen o no escuchen, ya que son una casa de rebeldía, sabrán que hay un profeta en medio de ellos.
6 En cuanto a ti, hijo de hombre, no les temas ni tengas miedo de lo que digan, porque estás entre cardos y espinas, y sentado sobre escorpiones; no tengas miedo de lo que digan ni te a cobardes delante de ellos, porque son un pueblo rebelde.6 Y tú, hijo de hombre, no les tengas miedo, no tengas miedo de sus palabras si te contradicen y te desprecian y si te ves sentado sobre escorpiones. No tengas miedo de sus palabras, no te asustes de ellos, porque son una casa de rebeldía.
7 Tú les comunicarás mis palabras, sea que escuchen o se nieguen a hacerlo, porque son un pueblo rebelde.7 Les comunicarás mis palabras, escuchen o no escuchen, porque son una casa de rebeldía.
8 Y tú, hijo de hombre, escucha lo que te voy a decir; no seas rebelde como ese pueblo rebelde: abre tu boca y come lo que te daré.8 «Y tú, hijo de hombre, esucha lo que voy a decirte, no seas rebelde como esa casa de rebeldía. Abre la boca y come lo que te voy a dar».
9 Yo miré y vi una mano extendida hacia mí, y en ella había un libro enrollado.9 Yo miré: vi una mano que estaba tendida hacia mí, y tenía dentro un libro enrollado.
10 Lo desplegó delante de mí, y estaba escrito de los dos lados; en él había cantos fúnebres, gemidos y lamentos.10 Lo desenrolló ante mi vista: estaba escrito por el anverso y por el reverso; había escrito: «Lamentaciones, gemidos y ayes».