Scrutatio

Lunedi, 13 maggio 2024 - Beata Vergine Maria di Fatima ( Letture di oggi)

Marcos 3


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EL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOSEL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS
1 Jesús entró nuevamente en una sinagoga, y había allí un hombre que tenía una mano paralizada.1 Jesús entró nuevamente en una sinagoga, y había allí un hombre que tenía una mano paralizada.
2 Los fariseos observaban atentamente a Jesús para ver si lo curaba en sábado, con el fin de acusarlo.2 Los fariseos observaban atentamente a Jesús para ver si lo curaba en sábado, con el fin de acusarlo.
3 Jesús dijo al hombre de la mano paralizada: «Ven y colócate aquí delante».3 Jesús dijo al hombre de la mano paralizada: «Ven y colócate aquí delante».
4 Y les dijo: «¿Está permitido en sábado hacer el bien o el mal, salvar una vida o perderla?». Pero ellos callaron.4 Y les dijo: «¿Está permitido en sábado hacer el bien o el mal, salvar una vida o perderla?». Pero ellos callaron.
5 Entonces, dirigiendo sobre ellos una mirada llena de indignación y apenado por la dureza de sus corazones, dijo al hombre: «Extiende tu mano». El la extendió y su mano quedó curada.5 Entonces, dirigiendo sobre ellos una mirada llena de indignación y apenado por la dureza de sus corazones, dijo al hombre: «Extiende tu mano». El la extendió y su mano quedó curada.
6 Los fariseos salieron y se confabularon con los herodianos para buscar la forma de acabar con él.6 Los fariseos salieron y se confabularon con los herodianos para buscar la forma de acabar con él.
7 Jesús se retiró con sus discípulos a la orilla del mar, y lo siguió mucha gente de Galilea.7 Jesús se retiró con sus discípulos a la orilla del mar, y lo siguió mucha gente de Galilea.
8 Al enterarse de lo que hacía, también fue a su encuentro una gran multitud de Judea, de Jerusalén, de Idumea, de la Transjordania y de la región de Tiro y Sidón.8 Al enterarse de lo que hacía, también fue a su encuentro una gran multitud de Judea, de Jerusalén, de Idumea, de la Transjordania y de la región de Tiro y Sidón.
9 Entonces mandó a sus discípulos que le prepararan una barca, para que la muchedumbre no lo apretujara.9 Entonces mandó a sus discípulos que le prepararan una barca, para que la muchedumbre no lo apretujara.
10 Porque, como curaba a muchos, todos los que padecían algún mal se arrojaban sobre él para tocarlo.10 Porque, como curaba a muchos, todos los que padecían algún mal se arrojaban sobre él para tocarlo.
11 Y los espíritus impuros, apenas lo veían, se tiraban a sus pies, gritando: «¡Tú eres el Hijo de Dios!».11 Y los espíritus impuros, apenas lo veían, se tiraban a sus pies, gritando: «¡Tú eres el Hijo de Dios!».
12 Pero Jesús les ordenaba terminantemente que no lo pusieran de manifiesto.12 Pero Jesús les ordenaba terminantemente que no lo pusieran de manifiesto.
13 Después subió a la montaña y llamó a su lado a los que quiso. Ellos fueron hacia él,13 Después subió a la montaña y llamó a su lado a los que quiso. Ellos fueron hacia él,
14 y Jesús instituyó a doce para que estuvieran con él, y para enviarlos a predicar14 y Jesús instituyó a doce para que estuvieran con él, y para enviarlos a predicar
15 con el poder de expulsar a los demonios.15 con el poder de expulsar a los demonios.
16 Así instituyó a los Doce: Simón, al que puso el sobrenombre de Pedro;16 Así instituyó a los Doce: Simón, al que puso el sobrenombre de Pedro;
17 Santiago, hijo de Zebedeo, y Juan, hermano de Santiago, a los que dio el nombre de Boanerges, es decir, hijos del trueno;17 Santiago, hijo de Zebedeo, y Juan, hermano de Santiago, a los que dio el nombre de Boanerges, es decir, hijos del trueno;
18 luego, Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago, hijo de Alfeo, Tadeo, Simón, el Cananeo,18 luego, Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago, hijo de Alfeo, Tadeo, Simón, el Cananeo,
19 y Judas Iscariote, el mismo que lo entregó.19 y Judas Iscariote, el mismo que lo entregó.
20 Jesús regresó a la casa, y de nuevo se juntó tanta gente que ni siquiera podían comer.20 Jesús regresó a la casa, y de nuevo se juntó tanta gente que ni siquiera podían comer.
21 Cuando sus parientes se enteraron, salieron para llevárselo, porque decían: «Es un exaltado».21 Cuando sus parientes se enteraron, salieron para llevárselo, porque decían: «Es un exaltado».
22 Los escribas que habían venido de Jerusalén decían: «Está poseído por Belzebul y expulsa a los demonios por el poder del Príncipe de los Demonios».22 Los escribas que habían venido de Jerusalén decían: «Está poseído por Belzebul y expulsa a los demonios por el poder del Príncipe de los Demonios».
23 Jesús los llamó y por medio de comparaciones les explicó: «¿Cómo Satanás va a expulsar a Satanás?23 Jesús los llamó y por medio de comparaciones les explicó: «¿Cómo Satanás va a expulsar a Satanás?
24 Un reino donde hay luchas internas no puede subsistir,24 Un reino donde hay luchas internas no puede subsistir,
25 Y una familia dividida tampoco puede subsistir.25 Y una familia dividida tampoco puede subsistir.
26 Por lo tanto, si Satanás se dividió, levantándose contra sí mismo, ya no puede subsistir, sino que ha llega a su fin.26 Por lo tanto, si Satanás se dividió, levantándose contra sí mismo, ya no puede subsistir, sino que ha llega a su fin.
27 Pero nadie puede entrar en la casa de un hombre fuerte y saquear sus bienes, si primero no lo ata. Sólo así podrá saquear la casa.27 Pero nadie puede entrar en la casa de un hombre fuerte y saquear sus bienes, si primero no lo ata. Sólo así podrá saquear la casa.
28 Les aseguro que todo será perdonado a los hombres: todos los pecados y cualquier blasfemia que profieran.28 Les aseguro que todo será perdonado a los hombres: todos los pecados y cualquier blasfemia que profieran.
29 Pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo, no tendrá perdón jamás: es culpable de pecado para siempre».29 Pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo, no tendrá perdón jamás: es culpable de pecado para siempre».
30 Jesús dijo esto porque ellos decían: «Está poseído por un espíritu impuro».30 Jesús dijo esto porque ellos decían: «Está poseído por un espíritu impuro».
31 Entonces llegaron su madre y sus hermanos y, quedándose afuera, lo mandaron llamar.31 Entonces llegaron su madre y sus hermanos y, quedándose afuera, lo mandaron llamar.
32 La multitud estaba sentada alrededor de Jesús, y le dijeron: «Tu madre y tus hermanos te buscan ahí fuera».32 La multitud estaba sentada alrededor de Jesús, y le dijeron: «Tu madre y tus hermanos te buscan ahí fuera».
33 El les respondió: «¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?».33 El les respondió: «¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?».
34 Y dirigiendo su mirada sobre los que estaban sentados alrededor de él, dijo: «Estos son mi madre y mis hermanos.34 Y dirigiendo su mirada sobre los que estaban sentados alrededor de él, dijo: «Estos son mi madre y mis hermanos.
35 Porque el que hace la voluntad de Dios, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre».35 Porque el que hace la voluntad de Dios, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre».