1 Hijos, escúchenme a mí, que soy su padre; hagan lo que les digo, y así se salvarán. | 1 וַיֹּאמֶר יְהוָה אֵלַי עֹוד לֵךְ אֱהַב־אִשָּׁה אֲהֻבַת רֵעַ וּמְנָאָפֶת כְּאַהֲבַת יְהוָה אֶת־בְּנֵי יִשְׂרָאֵל וְהֵם פֹּנִים אֶל־אֱלֹהִים אֲחֵרִים וְאֹהֲבֵי אֲשִׁישֵׁי עֲנָבִים |
2 Porque el Señor quiere que el padre sea respetado por sus hijos y confirmó el derecho de la madre sobre ellos. | 2 וָאֶכְּרֶהָ לִּי בַּחֲמִשָּׁה עָשָׂר כָּסֶף וְחֹמֶר שְׂעֹרִים וְלֵתֶךְ שְׂעֹרִים |
3 El que honra a su padre expía sus pecados | 3 וָאֹמַר אֵלֶיהָ יָמִים רַבִּים תֵּשְׁבִי לִי לֹא תִזְנִי וְלֹא תִהְיִי לְאִישׁ וְגַם־אֲנִי אֵלָיִךְ |
4 y el que respeta a su madre es como quien acumula un tesoro. | 4 כִּי ׀ יָמִים רַבִּים יֵשְׁבוּ בְּנֵי יִשְׂרָאֵל אֵין מֶלֶךְ וְאֵין שָׂר וְאֵין זֶבַח וְאֵין מַצֵּבָה וְאֵין אֵפֹוד וּתְרָפִים |
5 El que honra a su padre encontrará alegría en sus hijos y cuando ore, será escuchado. | 5 אַחַר יָשֻׁבוּ בְּנֵי יִשְׂרָאֵל וּבִקְשׁוּ אֶת־יְהוָה אֱלֹהֵיהֶם וְאֵת דָּוִד מַלְכָּם וּפָחֲדוּ אֶל־יְהוָה וְאֶל־טוּבֹו בְּאַחֲרִית הַיָּמִים׃ פ |
6 El que respeta a su padre tendrá larga vida y el que obedece al Señor da tranquilidad a su madre. | |
7 El que teme al Señor honra a su padre y sirve como a sus dueños a quienes le dieron la vida. | |
8 Honra a tu padre con obras y de palabra, para que su bendición descienda sobre ti, | |
9 porque la bendición de un padre afianza la casa de sus hijos, pero la maldición de una madre arranca sus cimientos. | |
10 No busques tu gloria a costa del deshonor de tu padre, porque su deshonor no es una gloria para ti: | |
11 la gloria de un hombre proviene del honor de su padre y una madre despreciada es un oprobio para los hijos. | |
12 Hijo mío, socorre a tu padre en su vejez y no le causes tristeza mientras viva. | |
13 Aunque pierda su lucidez, sé indulgente con él; no lo desprecies, tú que estás en pleno vigor. | |
14 La ayuda prestada a un padre no caerá en el olvido y te servirá de reparación por tus pecados. | |
15 Cuando estés en la aflicción, el Señor se acordará de ti, y se disolverán tus pecados como la escarcha con el calor. | |
16 El que abandona a su padre es como un blasfemo y el que irrita a su madre es maldecido por el Señor. | |
17 Hijo mío, realiza tus obras con modestia y serás amado por los que agradan a Dios. | |
18 Cuanto más grande seas, más humilde debes ser, y así obtendrás el favor del Señor, | |
19 [Son muchos los hombres altivos y gloriosos, pero el Señor revela sus secretos a los humildes.] | |
20 porque el poder del Señor es grande y él es glorificado por los humildes. | |
21 No pretendas lo que es demasiado difícil para ti, ni trates de indagar lo que supera tus fuerzas: | |
22 reflexiona sobre lo que te ha sido mandado, porque a ti no te conciernen las cosas secretas. | |
23 No te ocupes de cosas que están por encima de ti: lo que te ha sido revelado ya es demasiado para la inteligencia. | |
24 Porque muchos se extraviaron por sus especulaciones y su imaginación perversa falseó sus pensamientos. | |
25 Si no tienes pupilas, te faltará la luz; si careces de ciencia, no afirmes nada. | |
26 El hombre obstinado termina mal, y el que ama el peligro perecerá en él. | |
27 El corazón obstinado soportará muchos males, y el pecador acumula un pecado sobre otro. | |
28 No hay remedio para el mal del orgulloso, porque una planta maligna ha echado raíces en él. | |
29 El corazón inteligente medita los proverbios y el sabio desea tener un oído atento. | |
30 El agua apaga las llamas del fuego y la limosna expía los pecados. | |
31 El que devuelve los favores piensa en lo que vendrá después, y cuando esté por caer, encontrará un apoyo. | |