Scrutatio

Mercoledi, 15 maggio 2024 - Sant'Isidoro agricoltore ( Letture di oggi)

Salmos 40


font
EL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOSBIBLIA
1 Del maestro de coro. De David. Salmo.

1 Del maestro de coro. De David. Salmo.
2 Esperé confiadamente en el Señor:

él se inclinó hacia mí

y escuchó mi clamor.

2 En Yahveh puse toda mi esperanza,
él se inclinó hacia mí
y escuchó mi clamor.
3 Me sacó de la fosa infernal,

del barro cenagoso;

afianzó mis pies sobre la roca

y afirmó mis pasos.

3 Me sacó de la fosa fatal,
del fango cenagoso;
asentó mis pies sobre la roca,
consolidó mis pasos.
4 Puso en mi boca un canto nuevo,

un himno a nuestro Dios.

Muchos, al ver esto, temerán

y confiarán en el Señor.

4 Puso en mi boca un canto nuevo,
una alabanza a nuestro Dios;
muchos verán y temerán,
y en Yahveh tendrán confianza.
5 ¡Feliz el que pone en el Señor

toda su confianza,

y no se vuelve hacia los rebeldes

que se extravían tras la mentira!

5 Dichoso el hombre aquel
que en Yahveh pone su confianza,
y no se va con los rebeldes,
que andan tras la mentira.
6 ¡Cuántas maravillas has realizado,

Señor, Dios mío!

Por tus designios en favor nuestro,

nadie se te puede comparar.

Quisiera anunciarlos y proclamarlos,

pero son innumerables.

6 ¡Cuántas maravillas has hecho,
Yahveh, Dios mío,
qué de designios con nosotros:
no hay comparable a ti!
Yo quisiera publicarlos, pregonarlos,
mas su número excede toda cuenta.
7 Tú no quisiste víctima ni oblación;

pero me diste un oído atento;

no pediste holocaustos ni sacrificios,

7 Ni sacrificio ni oblación querías,
pero el oído me has abierto;
no pedías holocaustos ni víctimas,
8 entonces dije: «Aquí estoy.

8 dije entonces: Heme aquí, que vengo.
Se me ha prescrito en el rollo del libro
9 En el libro de la Ley está escrito

lo que tengo que hacer:

yo amo. Dios mío, tu voluntad,

y tu ley está en mi corazón».

9 hacer tu voluntad.
Oh Dios mío, en tu ley me complazco
en el fondo de mi ser.
10 Proclamé gozosamente tu justicia

en la gran asamblea;

no, no mantuve cerrados mis labios,

tú lo sabes, Señor.

10 He publicado la justicia
en la gran asamblea;
mira, no he contenido mis labios,
tú lo sabes, Yahveh.
11 No escondí tu justicia dentro de mí,

proclamé tu fidelidad y tu salvación,

y no oculté a la gran asamblea

tu amor y tu fidelidad.

11 No he escondido tu justicia en el fondo de mi corazón,
he proclamado tu lealtad, tu salvación,
ne he ocultado tu amor y tu verdad
a la gran asamblea.
12 Y tú, Señor, no te niegues

a tener compasión de mí;

que tu amor y tu fidelidad

me protejan sin cesar.

12 Y tú, Yahveh, no contengas
tus ternuras para mí.
Que tu amor y tu verdad
incesantes me guarden.
13 Porque estoy rodeado de tantos males,

que es imposible contarlos.

Las culpas me tienen atrapado

y ya no alcanzo a ver:

son más que los cabellos de mi cabeza,

y me faltan las fuerzas.

13 Pues desdichas me envuelven
en número incontable.
Mis culpas me dan caza,
y no puedo ya ver;
más numerosas son que los cabellos de mi cabeza,
y el corazón me desampara.
14 Líbrame, Señor, por favor;

Señor, ven pronto a socorrerme.

14 ¡Dígnate, oh Yahveh, librarme,
Yahveh, corre en mi ayuda!
15 Que se avergüencen y sean humillados

los que quieren acabar con mi vida.

Que retrocedan confundidos

los que desean mi ruina;

15 ¡Queden avergonzados y confusos todos juntos
los que buscan mi vida para cercenarla!
¡Atrás, sean confundidos
los que desean mi mal!
16 queden pasmados de vergüenza

los que se ríen de mí.

16 Queden consternados de vergüenza
los que dicen contra mí: «¡Ja, Ja!»
17 Que se alegren y se regocijen en ti

todos los que te buscan

y digan siempre los que desean tu victoria;

«¡Qué grande es el Señor!»

17 ¡En ti se gocen y se alegren
todos los que te buscan!
Repitan sin cesar: «¡Grande es Yahveh!»,
los que aman tu salvación.
18 Yo soy pobre y miserable,

pero el Señor piensa en mí;

tú eres mi ayuda y mi libertador,

¡no tardes, Dios mío!
18 Y yo, pobre soy y desdichado,
pero el Señor piensa en mí;
tú, mi socorro y mi libertador,
oh Dios mío, no tardes.