Scrutatio

Sabato, 27 aprile 2024 - Santa Zita ( Letture di oggi)

Eclesiástico/Ben Sirá 43


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1Orgullo del cielo es la limpidez del firmamento, y la bóveda celeste es un magnífico espectáculo.2El sol, cuando aparece, proclama a su salida qué admirable es la obra del Altísimo.3Al mediodía reseca la tierra, ¿y quién puede resistir su ardor?4Se atiza el horno para la forja, pero tres veces más abrasa el sol las montañas; él exhala los vapores ardientes y con el brillo de sus rayos enceguece los ojos.5¡Qué grande es el Señor que lo ha creado! A una orden suya, él emprende su rápida carrera.6También la luna, siempre en el momento preciso, marca las épocas y señala los tiempos.7Su curso determina las fiestas: es un astro que decrece después de su plenilunio.8De ella recibe su nombre el mes; ella crece admirablemente en sus ciclos, es la insignia de los ejércitos acampados en las alturas, que brilla en el firmamento del cielo.9La gloria de los astros es la hermosura del cielo, un adorno luminoso en las alturas del Señor:10por la palabra del Santo, se mantienen en orden y no defeccionan de sus puestos de guardia.11Mira el arco iris y bendice al que lo hizo: ¡qué magnífico esplendor!12El traza en el cielo una aureola de gloria; lo han tendido las manos del Altísimo.13A una orden suya cae la nieve, y él lanza los rayos que ejecutan sus decretos;14es así como se abren las reservas y las nubes vuelan como pájaros.15Con su gran poder, condensa las nubes, que se pulverizan en granizo.16bpor su voluntad sopla el viento sur,16aA su vista, se conmueven las montañas,17bel huracán del norte y los ciclones.17ael fragor de su trueno sacude la tierra;18Como bandada de pájaros, él esparce la nieve y, al bajar, ella se posa como la langosta; el resplandor de su blancura deslumbra los ojos y el espíritu se embelesa al verla caer.19Como sal sobre la tierra, él derrama la escarcha y, al congelarse, ella se convierte en espinas punzantes.20Sopla el viento frío del norte y el hielo se congela sobre el agua, se posa sobre toda masa de agua y la reviste como de una coraza,21Otro viento devora las montañas, abrasa el desierto y consume la hierba como un fuego.22Una niebla repentina pone remedio a todo eso, y el rocío refresca después del viento abrasador.23Conforme a su designio, él dominó el Abismo, y allí plantó las islas.24Los que navegan por el mar cuentan sus peligros y sus relatos nos parecen increíbles:25allí hay cosas extrañas y maravillosas, animales de todas clases y monstruos marinos.26Gracias a él, su mensajero llega a buen puerto, y por su palabra se ordenan todas las cosas.27Por mucho que digamos, nunca acabaremos; en una sola palabra: él lo es todo.28¿Dónde hallar la fuerza para glorificarlo? Porque él es el Grande, superior a todas sus obras,29Señor temible y soberanamente grande: su poder es admirable.30¡Glorifiquen al Señor, exáltenlo cuanto puedan, y él siempre estará por encima! Para exaltarlo, redoblen sus fuerzas, no se cansen, porque nunca acabarán.31¿Quién lo ha visto, para poder describirlo? ¿Quién la alabará conforme a lo que es?32Hay muchas cosas ocultas más grandes todavía, porque sólo hemos visto algunas de sus obras.33El Señor ha hecho todas las cosas y a los hombres buenos les dio la sabiduría.