Scrutatio

Domenica, 12 maggio 2024 - Santi Nereo e Achilleo ( Letture di oggi)

Juan 5


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EL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOSBIBLIA
1 Después de esto, se celebraba una fiesta de los judíos y Jesús subió a Jerusalén,1 Después de esto, hubo una fiesta de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén.
2 Junto a la puerta de las Ovejas, en Jerusalén, hay una piscina llamada en hebreo Betsata, que tiene cinco pórticos.2 Hay en Jerusalén, junto a la Probática, una piscina que se llama en hebreo Betesda, que tiene cinco pórticos.
3 Bajo estos pórticos yacía una multitud de enfermos, ciegos, paralíticos y lisiados, que esperaban la agitación del agua.3 En ellos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos, paralíticos, esperando la agitación del agua.
4 [Porque el Angel del Señor descendía cada tanto a la piscina y movía el agua. El primero que entraba en la piscina, después que el agua se agitaba, quedaba curado, cualquiera fuera su mal.]4 Porque el Angel del Señor bajaba de tiempo en tiempo a la piscina y agitaba el agua; y el primero que se metía después de la agitación del agua, quedaba curado de cualquier mal que tuviera.
5 Había allí un hombre que estaba enfermo desde hacía treinta y ocho años.5 Había allí un hombre que llevaba treinta y ocho años enfermo.
6 Al verlo tendido, y sabiendo que hacía tanto tiempo que estaba así, Jesús le preguntó: «¿Quieres curarte?».6 Jesús, viéndole tendido y sabiendo que llevaba ya mucho tiempo, le dice: «¿Quieres curarte?»
7 El respondió: «Señor, no tengo a nadie que me sumerja en la piscina cuando el agua comienza a agitarse; mientras yo voy, otro desciende antes».7 Le respondió el enfermo: «Señor, no tengo a nadie que me meta en la piscina cuando se agita el agua; y mientras yo voy, otro baja antes que yo».
8 Jesús le dijo: «Levántate, toma tu camilla y camina».8 Jesús le dice: «Levántate, toma tu camilla y anda».
9 En seguida el hombre se curó, tomó su camilla y empezó a caminar. Era un sábado,9 Y al instante el hombre quedó curado, tomó su camilla y se puso a andar. Pero era sábado aquel día.
10 y los Judíos dijeron entonces al que acababa de ser curado: «Es sábado. No te está permitido llevar tu camilla».10 Por eso los judíos decían al que había sido curado: «Es sábado y no te está permitido llevar la camilla».
11 El les respondió: «El que me curó me dijo: «Toma tu camilla y camina».11 El le respondió: «El que me ha curado me ha dicho: Toma tu camilla y anda».
12 Ellos le preguntaron: «¿Quién es ese hombre que te dijo: «Toma tu camilla y camina?».12 Ellos le preguntaron: «¿Quién es el hombre que te ha dicho: Tómala y anda?»
13 Pero el enfermo lo ignoraba, porque Jesús había desaparecido entre la multitud que estaba allí.13 Pero el curado no sabía quién era, pues Jesús había desaparecido porque había mucha gente en aquel lugar.
14 Después, Jesús lo encontró en el Templo y le dijo: «Has sido curado; no vuelvas a pecar, de lo contrario te ocurrirán peores cosas todavía».14 Más tarde Jesús le encuentra en el Templo y le dice: «Mira, estás curado; no peques más, para que no te suceda algo peor».
15 El hombre fue a decir a los judíos que era Jesús el que lo había curado.15 El hombre se fue a decir a los judíos que era Jesús el que lo había curado.
16 Ellos atacaban a Jesús, porque hacía esas cosas en sábado.16 Por eso los judíos perseguían a Jesús, porque hacía estas cosas en sábado.
17 el les respondió: «Mi Padre trabaja siempre, y yo también trabajo».17 Pero Jesús les replicó: «Mi Padre trabaja hasta ahora, y yo también trabajo».
18 Pero para los judíos esta era una razón más para matarlo, porque no sólo violaba el sábado, sino que se hacía igual a Dios, llamándolo su propio Padre.18 Por eso los judíos trataban con mayor empeño de matarle, porque no sólo quebrantaba el sábado, sino que llamaba a Dios su propio Padre, haciéndose a sí mismo igual a Dios.
19 Entonces Jesús tomó la palabra diciendo: «Les aseguro que el Hijo no puede hacer nada por sí mismo sino solamente lo que ve hacer al Padre; lo que hace el Padre, lo hace igualmente el Hijo.19 Jesús, pues, tomando la palabra, les decía: «En verdad, en verdad os digo: el Hijo no puede hacer nada por su cuenta, sino lo que ve hacer al Padre: lo que hace él, eso también lo hace igualmente el Hijo.
20 Porque el Padre ama al Hijo y le muestra todo lo que hace. Y le mostrará obras más grandes aún, para que ustedes queden maravillados.20 Porque el Padre quiere al Hijo y le muestra todo lo que él hace. Y le mostrará obras aún mayores que estas, para que os asombréis.
21 Así como el Padre resucita a los muertos y les da vida, del mismo modo el Hijo da vida al que él quiere.21 Porque, como el Padre resucita a los muertos y les da la vida, así también el Hijo da la vida a los que quiere.
22 Porque el Padre no juzga a nadie: él ha puesto todo juicio en manos de su Hijo,22 Porque el Padre no juzga a nadie; sino que todo juicio lo ha entregado al Hijo,
23 para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que lo envió.23 para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo no honra al Padre que lo ha enviado.
24 Les aseguro que el que escucha mi palabra y cree en aquel que me ha enviado, tiene Vida eterna y no está sometido al juicio, sino que ya ha pasado de la muerte a la Vida.24 En verdad, en verdad os digo: el que escucha mi Palabra y cree en el que me ha enviado, tiene vida eterna y no incurre en juicio, sino que ha pasado de la muerte a la vida.
25 Les aseguro que la hora se acerca, y ya ha llegado, en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oigan, vivirán.25 En verdad, en verdad os digo: llega la hora (ya estamos en ella), en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que la oigan vivirán.
26 Así como el Padre dispone de la Vida, del mismo modo ha concedido a su Hijo disponer de ella,26 Porque, como el Padre tiene vida en sí mismo, así también le ha dado al Hijo tener vida en sí mismo,
27 y le dio autoridad para juzgar porque él es el Hijo del hombre.27 y le ha dado poder para juzgar, porque es Hijo del hombre.
28 No se asombren: se acerca la hora en que todos los que están en las tumbas oirán su voz28 No os extrañéis de esto: llega la hora en que todos los que estén en los sepulcros oirán su voz
29 y saldrán de ellas: los que hayan hecho el bien, resucitarán para la Vida; los que hayan hecho el mal, resucitarán para el juicio.29 y saldrán los que hayan hecho el bien para una resurrección de vida, y los que hayan hecho el mal, para una resurrección de juicio.
30 Nada puedo hacer por mí mismo. Yo juzgo de acuerdo con lo que oigo, y mi juicio es justo, porque lo que yo busco no es hacer mi voluntad, sino la de aquel que me envió.30 Y no puedo hacer nada por mi cuenta: juzgo según lo que oigo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado.
31 Si yo diera testimonio de mí mismo, mi testimonio no valdría.31 «Si yo diera testimonio de mí mismo, mi testimonio no sería válido.
32 Pero hay otro que da testimonio de mí, y yo sé que ese testimonio es verdadero.32 Otro es el que da testimonio de mí, y yo sé que es válido el testimonio que da de mí.
33 Ustedes mismos mandaron preguntar a Juan, y él ha dado testimonio de la verdad.33 Vosotros mandasteis enviados donde Juan, y él dio testimonio de la verdad.
34 No es que yo dependa del testimonio de un hombre; si digo esto es para la salvación de ustedes.34 No es que yo busque testimonio de un hombre, sino que digo esto para que os salvéis.
35 Juan era la lámpara que arde y resplandece, y ustedes han querido gozar un instante de su luz.35 El era la lámpara que arde y alumbra y vosotros quisisteis recrearos una hora con su luz.
36 Pero el testimonio que yo tengo es mayor que el de Juan: son las obras que el Padre me encargó llevar a cabo. Estas obras que yo realizo atestiguan que mi Padre me ha enviado.36 Pero yo tengo un testimonio mayor que el de Juan; porque las obras que el Padre me ha encomendado llevar a cabo, las mismas obras que realizo, dan testimonio de mí, de que el Padre me ha enviado.
37 Y el Padre que me envió ha dado testimonio de mí. Ustedes nunca han escuchado su voz ni han visto su rostro,37 Y el Padre, que me ha enviado, es el que ha dado testimonio de mí. Vosotros no habéis oído nunca su voz, ni habéis visto nunca su rostro,
38 y su palabra no permanece en ustedes, porque no creen al que él envió.38 ni habita su palabra en vosotros, porque no creéis al que El ha enviado.
39 Ustedes examinan las Escrituras, porque en ellas piensan encontrar Vida eterna: ellas dan testimonio de mí,39 «Vosotros investigáis las escrituras, ya que creéis tener en ellas vida eterna; ellas son las que dan testimonio de mí;
40 y sin embargo, ustedes no quieren venir a mí para tener Vida.40 y vosotros no queréis venir a mí para tener vida.
41 Mi gloria no viene de los hombres.41 La gloria no la recibo de los hombres.
42 Además, yo los conozco: el amor de Dios no está en ustedes.42 Pero yo os conozco: no tenéis en vosotros el amor de Dios.
43 He venido en nombre de mi Padre y ustedes no me reciben, pero si otro viene en su propio nombre, a ese sí lo van a recibir.43 Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibís; si otro viene en su propio nombre, a ése le recibiréis.
44 ¿Cómo es posible que crean, ustedes que se glorifican unos a otros y no se preocupan por la gloria que sólo viene de Dios?44 ¿Cómo podéis creer vosotros, que aceptáis gloria unos de otros, y no buscáis la gloria que viene del único Dios?
45 No piensen que soy yo el que los acusaré ante el Padre; el que los acusará será Moisés, en el que ustedes han puesto su esperanza.45 No penséis que os voy a acusar yo delante del Padre. Vuestro acusador es Moisés, en quién habéis puesto vuestra esperanza.
46 Si creyeran en Moisés, también creerían en mí, porque él ha escrito acerca de mí.46 Porque, si creyerais a Moisés, me creeríais a mí, porque él escribió de mí.
47 Pero si no creen lo que él ha escrito, ¿cómo creerán lo que yo les digo?».47 Pero si no creéis en sus escritos, cómo vais a creer en mis palabras?»