Scrutatio

Domenica, 28 aprile 2024 - San Luigi Maria Grignion da Montfort ( Letture di oggi)

Livro de Judite 7


font
SAGRADA BIBLIABIBLIA
1 No dia seguinte, Holofernes ordenou às suas tropas que tomassem de assalto Betúlia.1 Al día siguiente ordenó Holofernes a todo su ejército y a todos los pueblos que iban como tropas auxiliares mover el campo contra Betulia, ocupar los accesos de la montaña y comenzar las hostilidades contra los israelitas.
2 Havia cento e vinte mil soldados de infantaria e vinte e dois mil cavaleiros, além dos homens de armas que tinha aprisionado e dos jovens que havia levado das províncias e das cidades.2 El mismo día levantaron el campo todos los hombres de su ejército; el número de sus guerreros era de 120.000 infantes y 12.000 jinetes, sin contar los encargados del bagaje y la gran cantidad de hombres que iban a pie con ellos.
3 Prepararam-se todos para combater contra os israelitas e partiram pela encosta da montanha até o cume que olha para Dotain, desde o lugar chamado Belma até Quelmon, que está fronteiro a Esdrelon.3 Acamparon en el valle que hay cerca de Betulia, junto a la fuente, y se desplegaron en profundidad desde Dotán hasta Belbáin, y en longitud desde Betulia hasta Kiamón, que está frente a Esdrelón.
4 Quando os israelitas viram aquela multidão, prostraram-se por terra e cobriram de cinzas as suas cabeças, orando em comum ao Deus de Israel para que fizesse misericórdia ao seu povo.4 Cuando los israelitas vieron su muchedumbre, quedaron sobrecogidos y se dijeron unos a otros: «Estos ahora van a arrasar toda la tierra y ni los montes más altos ni los barrancos ni las colinas podrán soportar su peso».
5 Tomando então as suas armas de guerra, postaram-se nos lugares em que caminhos estreitos conduziam às passagens entre os montes, e ali montaram guarda noite e dia.5 Tomó cada cual su equipo de guerra, encendieron hogueras en las torres y permanecieron sobre las armas toda aquella noche.
6 Entretanto, ao fazer uma ronda pelos arredores, Holofernes descobriu ao sul da cidade a fonte que a abastecia por meio de um aqueduto, e mandou cortá-lo.6 Al segundo día, Holofernes hizo desfilar toda su caballería ante los israelitas que había en Betulia.
7 Havia, entretanto, não longe dos muros, algumas fontes aonde iam furtivamente os sitiados buscar água, mais para aliviar um pouco a sede que para beber.7 Inspeccionó todas las subidas de la ciudad, reconoció las fuentes y las ocupó, dejando en ellas guarniciones de soldados; y él se volvió donde su ejército.
8 Então os amonitas e os moabitas foram dizer a Holofernes: Os israelitas não confiam nem nas lanças nem nas flechas, mas são defendidos pelas montanhas e sua verdadeira força são as colinas escarpadas.8 Se acercaron entonces a él los príncipes de los hijos de Esaú, todos los jefes de los moabitas y los generales del litoral, y le dijeron:
9 Para que possas vencê-los sem combate, põe guardas às fontes, para não buscarem água ali, e os matareis sem golpes de espada. Ou, pelo menos, esgotados pela sede, entregarão a cidade, a qual, por estar situada nas montanhas, julgavam inexpugnável.9 «Que nuestro señor escuche una palabra y no habrá ni un solo herido en tu ejército.
10 Esta sugestão agradou a Holofernes e aos seus oficiais, e ele mandou que cada fonte fosse vigiada por um contingente de cem homens.10 Este pueblo de los israelitas no confía tanto en sus lanzas como en las alturas de los montes en que habitan. De hecho no es fácil escalar la cumbre de estos montes.
11 Passados vinte dias de guarda, secaram-se as fontes e os poços de Betúlia, e os habitantes que recebiam quotidianamente a sua medida de água não a tiveram mais nem sequer para um dia.11 «Por eso, señor, no pelees contra ellos en el orden de batalla acostumbrado, para que no caiga ni un solo hombre de los tuyos.
12 Então, reuniram-se todos os homens, mulheres, jovens e crianças ao redor de Ozias, e disseram-lhe a uma voz:12 Quédate en el campamento y conserva todos los hombres de tu ejército. Que tus siervos se apoderen de la fuente que brota en la falda de la montaña,
13 Deus seja juiz entre nós e ti, pois, recusando negociar a paz com os assírios, atraíste a desgraça sobre nós; e por isso entregou-nos Deus nas suas mãos.13 porque de ella se abastecen todos los habitantes de Betulia. La sed los destruirá y tendrán que entregarte la ciudad. Nosotros y nuestro pueblo ocuparemos las alturas de los montes cercanos y acamparemos en ellas, vigilando para que no salga de la ciudad ni un solo hombre.
14 Também por isso não há quem nos socorra, estando nós aos seus olhos esgotados pela sede.14 Ellos, sus mujeres y sus hijos, serán consumidos por el hambre y, aun antes de que la espada les alcance, caerán tendidos por las plazas de su ciudad.
15 Agora, pois, reúne todos os que estão na cidade e entreguemo-nos espontaneamente aos homens de Holofernes.15 Entonces les impondrás un duro castigo por haberse rebelado y no haber salido a tu encuentro en son de paz».
16 É melhor que bendigamos a Deus no cativeiro, vivos, do que morrer vergonhosamente diante de todos os homens, vendo morrer sob os nossos olhos nossas mulheres e nossos filhos.16 Parecieron bien estos consejos a Holofernes y a todos sus oficiales, y ordenó que se ejecutara lo que proponían.
17 O céu e a terra nos são testemunhas, assim como o Deus de nossos pais que toma vingança de nossos pecados: entrega sem demora a cidade ao exército de Holofernes, para que o fio da espada abrevie o nosso fim, retardado pelo ardor da sede!17 Se puso en marcha el ejército moabita, reforzado por 5.000 asirios, acamparon en el valle y se apoderaron de los depósitos de agua y de las fuentes de los israelitas.
18 Tendo eles assim falado, levantou-se um grande pranto e gritos lancinantes na assembléia, e a sua voz elevou-se para Deus durante várias horas:18 Los edomitas y ammonitas, por su parte, acamparon en el monte, frente a Dotán, y enviaron destacamentos hacia el sur y el este, frente a Egrebel, que está al lado de Jus, sobre el torrente Mojmur. El resto del ejército asirio quedó acampado en la llanura y cubría toda la superficie del suelo. Sus tiendas y bagajes formaban un campamento inmenso, porque eran una enorme muchedumbre.
19 Pecamos, diziam eles, nós e nossos pais, cometemos a injustiça e a iniqüidade.19 Clamaron los israelitas al Señor su Dios, pues su ánimo empezaba a flaquear, viendo que el enemigo les había cercado y cortado toda retirada.
20 Vós, que sois bom, tende piedade de nós, ou então que vossos castigos tomem vingança de nossas iniqüidades; mas não entregueis os que vos invocam a um povo que vos não conhece,20 34 días estuvieron cercados por todo el ejército asirio, infantes, carros y jinetes. A todos las habitantes de Betulia se les acabaron las reservas de agua;
21 para que se não diga entre os pagãos: Onde está o seu Deus?21 las cisternas se agotaron; ni un solo día podían beber a satisfacción, porque se les daba el agua racionada.
22 Fatigados enfim de gritar e de chorar, eles se calaram.22 Los niños aparecían abatidos, las mujeres y los adolescentes desfallecían de sed y caían en las plazas y a las salidas de las puertas de la ciudad, faltos de fuerzas.
23 Ozias levantou-se então banhado em lágrimas: Coragem, meus irmãos! - disse ele.- Esperemos (ainda) cinco dias a misericórdia do Senhor.23 Todo el pueblo, los adolescentes, las mujeres y los niños, se reunieron en torno a Ozías y a los jefes de la ciudad y clamaron a grandes voces, diciendo delante de los ancianos:
24 Talvez se aplaque a sua cólera e dê glória ao seu nome.24 «Juzgue Dios entre nosotros y vosotros, pues habéis cometido una gran injusticia contra nosotros, por no haber hecho tentativas de paz con los asirios.
25 Entretanto, se depois de cinco dias não nos chegar socorro algum, faremos o que propusestes.25 Y ahora no hay nadie que pueda valernos. Dios nos ha vendido en sus manos, para sucumbir ante ellos de sed y destrucción total.
26 Llamadles ahora mismo y entregad toda la ciudad al saqueo de la gente de Holofernes y de todo su ejército.
27 Mejor nos es convertirnos en botín suyo. Seremos sus esclavos, pero salvaremos la vida y no tendremos que ver cómo, a nuestros ojos, se mueren nuestros niños y expiran nuestras mujeres y nuestros hijos.
28 Os conjuramos por el cielo y por la tierra, y por nuestro Dios, Señor de nuestros padres, que nos ha castigado por nuestros pecados, y por los pecados de nuestros padres, que cumpláis ahora mismo nuestros deseos».
29 Y toda la asamblea, a una, prorrumpió en gran llanto y clamaron, a grandes voces, al Señor Dios.
30 Ozías les dijo: «Tened confianza, hermanos; resistamos aún cinco días, y en este tiempo el Señor Dios nuestro volverá su compasión hacia nosotros, porque no nos ha de abandonar por siempre.
31 Pero si pasan estos días sin recibir ayuda cumpliré vuestros deseos».
32 Y despidió a la gente, cada cual a su puesto. Los hombres fueron a las murallas y torres de la ciudad, y a las mujeres y niños los enviaron a casa. Había en la ciudad un gran abatimiento.