Scrutatio

Giovedi, 9 maggio 2024 - Beata Maria Teresa di Gesù (Carolina Gerhardinger) ( Letture di oggi)

Gálatas 5


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EL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOSBIBLIA
1 Esta es la libertad que nos ha dado Cristo. Manténganse firmes para no caer de nuevo bajo el yugo de la esclavitud.1 Para ser libres nos libertó Cristo. Manteneos, pues, firmes y no os dejéis oprimir nuevamente bajo el yugo de la esclavitud.
2 Yo mismo, Pablo, les digo: si ustedes se hacen circuncidar, Cristo no les servirá de nada.2 Soy yo, Pablo, quien os lo dice: Si os dejáis circuncidar, Cristo no os aprovechará nada.
3 Les vuelvo a insistir: todos los que se circuncidan, están obligados a observar íntegramente la Ley.3 De nuevo declaro a todo hombre que se circuncida que queda obligado a practicar toda la ley.
4 Si ustedes buscan la justicia por medio de la Ley, han roto con Cristo y quedan fuera del dominio de la gracia.4 Habéis roto con Cristo todos cuantos buscáis la justicia en la ley. Os habéis apartado de la gracia.
5 Porque a nosotros, el Espíritu, nos hace esperar por la fe los bienes de la justicia.5 Pues a nosotros nos mueve el Espíritu a aguardar por la fe los bienes esperados por la justicia.
6 En efecto, en Cristo Jesús, ya no cuenta la circuncisión ni la incircuncisión, sino la fe que obra por medio del amor.6 Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión ni la incircuncisión tienen valor, sino solamente la fe que actúa por la caridad.
7 ¡Ustedes andaban tan bien...! ¿Quién les impidió mantenerse fieles a la verdad?7 Comenzasteis bien vuestra carrera, ¿quién os puso obstáculo para no seguir a la verdad?
8 ¡No habrá sido a instancias de aquel que los llama!8 Semejante persuasión no proviene de Aquel que os llama.
9 «Un poco de levadura hace fermentar toda la masa».9 Un poco de levadura fermenta toda la masa.
10 Yo espero en el Señor que ustedes no cambiarán de parecer. En cuanto a aquel que los está perturbando, será castigado, sea quien sea.10 Por mi parte, confío en el Señor que vosotros no pensaréis de otra manera; pero el que os perturba llevará su castigo, quienquiera que sea.
11 Hermanos, si yo predicara todavía la circuncisión, no me perseguirían. ¡Pero entonces, habría terminado el escándalo de la cruz!11 En cuanto a mí, hermanos, si aún predico la circuncisión, ¿por qué soy todavía perseguido? ¡Pues se acabó ya el escándalo de la cruz!
12 En cuanto a los agitadores, ojalá que llegaran hasta la mutilación total.12 ¡Ojalá que se mutilaran los que os perturban!
13 Ustedes, hermanos, han sido llamados para vivir en libertad, pero procuren que esta libertad no sea un pretexto para satisfacer los deseos carnales» háganse más bien servidores los unos de los otros, por medio del amor.13 Porque, hermanos, habéis sido llamados a la libertad; sólo que no toméis de esa libertad pretexto para la carne; antes al contrario, servíos por amor los unos a los otros.
14 Porque toda la Ley está resumida plenamente en este precepto: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.14 Pues toda la ley alcanza su plenitud en este solo precepto: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
15 Pero si ustedes se están mordiendo y devorando mutuamente, tengan cuidado porque terminarán destruyéndose los unos a los otros.15 Pero si os mordéis y os devoráis mutuamente, ¡mirad no vayáis mutuamente a destruiros!
16 Yo los exhorto a que se dejen conducir por el Espíritu de Dios, y así no serán arrastrados por los deseos de la carne.16 Por mi parte os digo: Si vivís según el Espíritu, no daréis satisfacción a las apetencias de la carne.
17 Porque la carne desea contra el espíritu y el espíritu contra la carne. Ambos luchan entre sí, y por eso, ustedes no pueden hacer todo el bien que quieren.17 Pues la carne tiene apetencias contrarias al espíritu, y el espíritu contrarias a la carne, como que son entre sí antagónicos, de forma que no hacéis lo que quisierais.
18 Pero si están animados por el Espíritu, ya no están sometidos a la Ley.18 Pero, si sois conducidos por el Espíritu, no estáis bajo la ley.
19 Se sabe muy bien cuáles son las obras de la carne: fornicación, impureza y libertinaje,19 Ahora bien, las obras de la carne son conocidas: fornicación, impureza, libertinaje,
20 idolatría y superstición, enemistades y peleas, rivalidades y violencias, ambiciones y discordias, sectarismos, disensiones20 idolatría, hechicería, odios, discordia, celos, iras, rencillas, divisiones, disensiones,
21 y envidias, ebriedades y orgías, y todos los excesos de esta naturaleza. Les vuelvo a repetir que los que hacen estas cosas no poseerán el Reino de Dios.21 envidias, embriagueces, orgías y cosas semejantes, sobre las cuales os prevengo, como ya os previne, que quienes hacen tales cosas no heredarán el Reino de Dios.
22 Por el contrario, el fruto del Espíritu es: amor, alegría y paz, magnanimidad, afabilidad, bondad y confianza,22 En cambio el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, afabilidad, bondad, fidelidad,
23 mansedumbre y temperancia. Frente a estas cosas, la Ley está demás,23 mansedumbre, dominio de sí; contra tales cosas no hay ley.
24 porque los que pertenecen a Cristo Jesús han crucificado la carne con sus pasiones y sus malos deseos.24 Pues los que son de Cristo Jesús, han crucificado la carne con sus pasiones y sus apetencias.
25 Si vivimos animados por el Espíritu, dejémonos conducir también por él.25 Si vivimos según el Espíritu, obremos también según el Espíritu.
26 No busquemos la vanagloria, provocándonos los unos a los otros y envidiándonos mutuamente.26 No busquemos la gloria vana provocándonos los unos a los otros y envidiándonos mutuamente.