SCRUTATIO

Sabato, 21 giugno 2025 - San Luigi Gonzaga ( Letture di oggi)

Job 9


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BIBLIAEL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS
1 Job tomó la palabra y dijo:1 Job respondió, diciendo:
2 Bien sé yo, en verdad, que es así: ¿cómo ante Dios puede ser justo un hombre?2 Sí, yo sé muy bien que es así: ¿cómo un mortal podría tener razón contra Dios?
3 A quien pretenda litigar con él, no le responderá ni una vez entre mil.3 Si alguien quisiera disputar con él, no podría responderle ni una vez entre mil.
4 Entre los más sabios, entre los más fuertes, ¿quién le hizo frente y salió bien librado?4 Su corazón es sabio, su fuerza invencible: ¿quién le hizo frente y se puso a salvo?
5 El traslada los montes sin que se den cuenta, y los zarandea en su furor.5 El arranca las montañas sin que ellas lo sepan y las da vuelta con su furor.
6 El sacude la tierra de su sitio, y se tambalean sus columnas.6 El remueve la tierra de su sitio y se estremecen sus columnas.
7 A su veto el sol no se levanta, y pone un sello a las estrellas.7 El manda al sol que deje de brillar y pone un sello sobre las estrellas.
8 El solo desplegó los Cielos, y holló la espalda de la Mar.8 El solo extiende los cielos y camina sobre las crestas del mar.
9 El hizo la Osa y Orión, las Cabrillas y las Cámaras del Sur.9 El crea la Osa Mayor y el Orión, las Pléyades y las Constelaciones del sur.
10 Es autor de obras grandiosas, insondables, de maravillas sin número.10 El hace cosas grandes e inescrutables, maravillas que no se pueden enumerar.
11 Si pasa junto a mí, yo no le veo, si se desliza, no le advierto.11 El pasa junto a mí, y yo no lo veo; sigue de largo, y no lo percibo.
12 Si en algo hace presa, ¿quién le estorbará? ¿quién le dirá: «¿Qué es lo que haces?»12 Si arrebata una presa, ¿quién se lo impedirá o quién le preguntará qué es lo que hace?
13 Dios no cede en su cólera: bajo él quedan postrados los esbirros de Ráhab.13 Dios no reprime su furor: los secuaces de Rahab yacen postrados a sus pies.
14 ¡Cuánto menos podré yo defenderme y rebuscar razones frente a él!14 ¡Cuánto menos podría replicarle yo y aducir mis argumentos frente a él!
15 Aunque tuviera razón, no hallaría respuesta, ¡a mi juez tendría que suplicar!15 Aún teniendo razón, no podría responder y debería implorar al que me acusa.
16 Y aunque le llame y me responda, aún no creo que escuchará mi voz.16 Aunque lo llamara y él me respondiera, no creo que llegue a escucharme.
17 ¡El, que me aplasta por un pelo, que multiplica sin razón mis heridas,17 El me aplasta por una insignificancia y multiplica mis heridas sin razón.
18 y ni aliento recobrar me deja, sino que me harta de amargura!18 No me da tregua ni para tomar aliento, sino que me sacia de amarguras.
19 Si se trata de fuerza, ¡es él el Poderoso! Si de justicia, ¿quién le emplazará?19 Si es cuestión de fuerza, él es el más fuerte; si de justicia, ¿quién podría emplazarlo?
20 Si me creo justo, su boca me condena, si intachable, me declara perverso.20 Si tengo razón, por mi propia boca me condena; si soy íntegro, me declara perverso.
21 ¿Soy intachable? ¡Ni yo mismo me conozco, y desprecio mi vida!21 ¡Yo soy un hombre íntegro: nada me importa de mí mismo y siento desprecio por mi vida!
22 Pero todo da igual, y por eso digo: él extermina al intachable y al malvado.22 ¡Todo es igual! Por eso digo: «El extermina al íntegro y al malvado».
23 Si un azote acarrea la muerte de improviso, él se ríe de la angustia de los inocentes.23 Si un azote siembra la muerte de improviso, se ríe de la desesperación de los inocentes.
24 En un país sujeto al poder de un malvado, él pone un velo en el rostro de sus jueces: si no es él, ¿quién puede ser?24 Si un país cae en manos de un malvado, pone un velo sobre el rostro de los jueces: si no es él, ¿quién otro puede ser?
25 Mis días han sido más raudos que un correo, se han ido sin ver la dicha.25 Mis días pasan más rápido que un corredor, huyen sin ver la felicidad.
26 Se han deslizado lo mismo que canoas de junco, como águila que cae sobre la presa.26 Se deslizan como barcas de junco, como un águila que se lanza sobre su presa.
27 Si digo: «Voy a olvidar mis quejas, mudaré de semblante para ponerme alegre»,27 Si pienso: «Voy a olvidarme de mis quejas, voy a poner buena cara y sonreír».
28 me asalta el temor de todos mis pesares, pues sé que tú no me tendrás por inocente.28 me asalta el terror por todos mis pesares, sabiendo que tú no me absuelves.
29 Y si me he hecho culpable, ¿para qué voy a fatigarme en vano?29 Seré juzgado culpable, ¿para qué entonces fatigarme en vano?
30 Aunque me lave con jabón, y limpie mis manos con lejía,30 Aunque me lavara con nieve y purificara mis manos con potasa,
31 tú me hundes en el lodo, y mis propios vestidos tienen horror de mí.31 tú me hundirías en el fango y hasta mi ropa sentiría abominación por mí.
32 Que él no es un hombre como yo, para que le responda, para comparecer juntos en juicio.32 ¡No, él no es un hombre como yo, para responderle y comparecer juntos en un juicio!
33 No hay entre nosotros árbitro que ponga su mano entre los dos,33 ¡Si hubiera al menos un árbitro entre nosotros, que pusiera su mano sobre los dos,
34 y que de mí su vara aparte para que no me espante su terror.34 para que Dios aparte su vara de mí y no me atemorice su terror!
35 Pero hablaré sin temerle, pues yo no soy así para mí mismo.35 Entonces le hablaría sin temor, porque estoy convencido de que no soy así.