Scrutatio

Mercoledi, 15 maggio 2024 - Sant'Isidoro agricoltore ( Letture di oggi)

Jeremías 38


font
EL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOSSAGRADA BIBLIA
1 Sefatías, hijo de Matán, Guedalías, hijo de Pasjur, Iucal, hijo de Selemías, y Pasjur, hijo de Malquías, oyeron las palabras que Jeremías decía a todo el pueblo:1 Safatias, filho de Matã, Gedelias, filho de Fassur, Jucal, filho de Selemias, e Fassur, filho de Melquias, ouviram as palavras que Jeremias pronunciara diante de todos.
2 «Así habla el Señor: El que permanezca en esta ciudad morirá por la espada, el hambre y la peste; el que se rinda a los caldeos vivirá y su vida será para él un botín: sí, él quedará con vida.2 Oráculo do Senhor, dizia ele: aquele que ficar na cidade morrerá pela espada, fome e peste, ao passo que o que sair, a fim de se entregar aos caldeus, viverá, e a vida a salvo será seu espólio. E viverá.
3 Así habla el Señor: Esta ciudad será entregada al ejército del rey de Babilonia, y este la tomará».3 Oráculo do Senhor: a cidade será entregue ao exército do rei de Babilônia, que a tomará de assalto.
4 Los jefes dijeron al rey: «Que este hombre sea condenado a muerte, porque con semejantes discursos desmoraliza a los hombres de guerra que aún quedan en esta ciudad, y a todo el pueblo. No, este hombre no busca el bien del pueblo, sino su desgracia».4 Disseram, então, os chefes ao rei: Seja esse homem eliminado, pois que desencoraja o que resta de guerreiros na cidade em todo o povo, proferindo semelhantes palavras. Não procura ele a salvação do povo mas a sua perdição.
5 El rey Sedecías respondió: «Ahí lo tienen en sus manos, porque el rey ya no puede nada contra ustedes».5 Respondeu-lhes o rei Sedecias: "Ele está em vossas mãos. O rei nada vos pode recusar.
6 Entonces ellos tomaron a Jeremías y lo arrojaron al aljibe de Malquías, hijo del rey, que estaba en el patio de la guardia, descolgándolo con cuerdas. En el aljibe no había agua sino sólo barro, y Jeremías se hundió en el barro.6 Tomaram então Jeremias e, por meio de cordas, o fizeram descer na cisterna de Melquias, o príncipe real, a qual se encontrava no pátio do cárcere. Não havia água na cisterna; havia, porém, lodo, onde Jeremias se atolou.
7 Ebed Mélec, el cusita, un eunuco de la casa del rey, se enteró de que habían puesto a Jeremías en el aljibe. Mientras el rey estaba sentado a la puerta de Benjamín,7 Um eunuco etíope do palácio real, chamado Abdemelec, soube, porém, que haviam lançado Jeremias na cisterna. Como estivesse o rei nesse momento assentado à porta de Benjamim,
8 Ebed Mélec salió de la casa del rey y le dijo:8 saiu ele do palácio para ir encontrá-lo.
9 «Rey, mi señor, esos hombres han obrado mal tratando así a Jeremías; lo han arrojado al aljibe, y allí abajo morirá de hambre, porque ya no hay pan en la ciudad».9 Ó rei, meu Senhor, disse-lhe o eunuco, andaram mal esses homens, tratando assim o profeta Jeremias e lançando-o na cisterna. Morrerá de fome, pois que não há mais pão na cidade.
10 El rey dio esta orden a Ebed Mélec, el cusita: «Toma de aquí a tres hombres contigo, y saca del aljibe a Jeremías, el profeta, antes de que muera».10 Respondeu-lhe então o rei com esta ordem: Leva daqui contigo trinta homens e faze com que retirem o profeta Jeremias da cisterna, antes que morra.
11 Ebed Mélec tomó consigo a tres hombres y entró en la casa del rey, en el vestuario; tomó de allí unos trapos y unos vestidos viejos, y se los hizo llegar a Jeremías con unas cuerdas, dentro del aljibe.11 Abdemelec, tomando então os homens consigo, dirigiu-se ao palácio e ao vestiário da tesouraria e de lá tirou pedaços de estofo e velhos andrajos. E, tomando uma corda, fê-los descer até Jeremias, na cisterna.
12 Ebed Mélec, el cusita, dijo a Jeremías: «Colócate estos trapos y estos vestidos viejos entre las axilas y las cuerdas». Jeremías lo hizo así.12 Coloca, disse Abdemelec a Jeremias, estes pedaços de estofo e estes retalhos sob tuas axilas embaixo das cordas. Assim fez o profeta.
13 Ellos tiraron a Jeremías con las cuerdas y lo sacaron del aljibe. Y Jeremías permaneció en el patio de la guardia.13 Então, erguendo-o por meio das cordas, retiraram-no para fora da cisterna. E Jeremias ficou no pátio do cárcere.
14 El rey Sedecías mandó que le trajeran a Jeremías, el profeta, a la tercera entrada de la Casa del Señor. El rey dijo a Jeremías: «Tengo que preguntarte una cosa; no me ocultes nada».14 Mandou então o rei Sedecias que lhe trouxessem o profeta Jeremias e o conduzissem à terceira porta do templo, e lhe disse: Tenho algo a perguntar-te; nada me ocultes.
15 Jeremías respondió a Sedecías: «Si te la digo, seguro que me harás morir; y si te doy un consejo, no me escucharás».15 Disse Jeremias ao rei: Se eu te responder, não me mandarás matar? Aliás, se te der um conselho, não me ouvirás.
16 Pero el rey Sedecías hizo este juramento a Jeremías, en secreto: «¡Por la vida del Señor que nos ha dado la vida, no te haré morir ni te pondré en manos de los hombres que atentan contra tu vida!».16 Então o rei Sedecias fez em segredo a Jeremias este juramento: Pela vida de Deus que nos deu a vida, não te mandarei matar nem te entregarei aos que odeiam a tua vida!
17 Jeremías dijo a Sedecías: «Así habla el Señor, Dios de los ejércitos, el Dios de Israel: Si te rindes a los jefes del rey de Babilonia, tu vida estará a salvo, y esta ciudad no será incendiada: vivirás tú, y también tu familia.17 E Jeremias disse então a Sedecias: Eis o que diz o Senhor dos exércitos, Deus de Israel: se te entregares aos oficiais do rei de Babilônia, terás a vida salva e a cidade não será queimada. E sobreviverás, assim como tua família.
18 Pero si no te rindes a los jefes del rey de Babilonia, esta ciudad será entregada en manos de los caldeos e incendiada, y tú no escaparás de sus manos».18 Mas, se te não entregares aos oficiais do rei de Babilônia, cairá a cidade nas mãos dos caldeus, os quais a incendiarão. E tu não lhes escaparás.
19 El rey Sedecías dijo a Jeremías: «Estoy preocupado por los judíos que se pasaron al enemigo; temo que los caldeos me entreguen en sus manos, y ellos me traten desconsideradamente».19 Temo os judeus, replicou o rei Sedecias, que já se aliaram aos caldeus, e que me maltratarão se a eles for entregue.
20 Jeremías respondió: «No te entregarán. Escucha entonces la voz del Señor en esto que yo te digo; así te irá bien y estará a salvo tu vida.20 Tal não acontecerá, retorquiu Jeremias. Escuta, portanto, a voz do Senhor naquilo que te digo: nada te acontecerá e terás a vida salva.
21 Pero si te niegas a rendirte, esto es lo que el Señor me hizo ver:21 Mas, se recusares entregar-te, eis {a visão} que o Senhor me mostrou:
22 todas las mujeres que aún quedan en la casa del rey de Judá serán llevadas a los jefes de los caldeos, y ellas dirán: ¡Te han seducido y han podido contra ti tus amigos más íntimos! Apenas tus pies se hundieron en el fango, ellos se echaron por atrás.22 todas as mulheres que ficarem no palácio do rei de Judá serão entregues aos oficiais do rei de Babilônia. E elas dirão: foste enganado, e te subjugaram os teus bons amigos. Desapareceram, enquanto teus pés se atolavam na lama.
23 A todas tus mujeres y a tus hijos se los llevarán a los caldeos; y tú mismo no escaparás de sus manos, sino que caerás en manos del rey de Babilonia. En cuanto a esta ciudad, será consumida por el fuego».23 Todas as tuas mulheres e teus filhos serão entregues aos caldeus. E tu não lhes escaparás. Serás feito prisioneiro pelo rei de Babilônia e a cidade será entregue às chamas!
24 Sedecías dijo a Jeremías: «Que nadie se entere de estas palabras, y tú no morirás.24 Disse, então, Sedecias e Jeremias: Que ninguém saiba do que falamos, senão poderás morrer.
25 Si los jefes se enteran de que yo hablé contigo, y vienen a decirte: «Infórmanos sobre lo que has dicho al rey y sobre lo que él te dijo; no nos ocultes nada y no te haremos morir»,25 Se souberem os ministros que tivemos esta entrevista, se te vierem procurar a fim de perguntar-te, sob ameaça de morte, tudo quanto te disse o rei, sem nada ocultar,
26 tú les dirás: «He pedido encarecidamente al rey que no me haga volver a la casa de Jonatán, a morir allí».26 dir-lhes-ás: fui suplicar ao rei que não fosse reconduzido à casa de Jonatã, onde encontraria a morte.
27 Todos los jefes, en efecto, fueron a ver a Jeremías y lo interrogaron. Pero él les informó ateniéndose a lo que le había ordenado el rey, y ellos lo dejaron tranquilo, porque nadie había oído la conversación.27 Com efeito, todos os ministros foram interrogá-lo, tendo-lhes respondido o profeta exatamente como lhe ordenara o rei. Deixaram-no então tranqüilo, porquanto nada transpirou da conversa havida.
28 Jeremías permaneció en el patio de la guardia hasta el día en que Jerusalén fue tomada. Y él estaba allí cuando Jerusalén fue tomada.28 Assim passou Jeremias a habitar o pátio do cárcere, até o dia da tomada de Jerusalém. De fato, lá estava ele quando foi expugnada Jerusalém...