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Martedi, 14 maggio 2024 - San Mattia ( Letture di oggi)

Éxodo 34


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EL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOSBIBLIA
1 El Señor dijo a Moisés: «Talla dos tablas de piedra iguales a las primeras, y yo escribiré en ellas las mismas palabras que estaban escritas en las que tú rompiste.1 Dijo Yahveh a Moisés. «Labra dos tablas de piedra como las primeras, sube donde mí, al monte y yo escribiré en las tablas las palabras que había en las primeras tablas que rompiste.
2 Prepárate, además, para subir mañana temprano a la montaña del Sinaí, y después quédate allí, a mi disposición, en la cumbre de la montaña.2 Prepárate para subir mañana temprano al monte Sinaí; allí en la cumbre del monte te presentarás a mí.
3 Que nadie suba contigo ni se haga ver en toda la extensión de la montaña, y que tampoco el ganado se detenga a pastar delante de ella.3 Que nadie suba contigo, ni aparezca nadie en todo el monte. Ni oveja ni buey paste en el monte.»
4 Moisés talló dos tablas de piedra iguales a las primeras, y a la madrugada del día siguiente subió a la montaña del Sinaí, como el Señor se lo había ordenado, llevando las dos tablas en sus manos.4 Labró Moisés dos tablas de piedra como las primeras y, levantándose de mañana, subió al monte Sinaí como le había mandado Yahveh, llevando en su mano las dos tablas de piedra.
5 El Señor descendió en la nube, y permaneció allí, junto a él. Moisés invocó el nombre del Señor.5 Descendió Yahveh en forma de nube y se puso allí junto a él. Moisés invocó el nombre de Yahveh.
6 El Señor pasó delante de él y exclamó: «El Señor es un Dios compasivo y bondadoso, lento para enojarse, y pródigo en amor y fidelidad.6 Yahveh pasó por delante de él y exclamó: «Yahveh, Yahveh, Dios misericordioso y clemente, tardo a la cólera y rico en amor y fidelidad,
7 El mantiene su amor a lo largo de mil generaciones y perdona la culpa, la rebeldía y el pecado; sin embargo, no los deja impunes, sino que castiga la culpa de los padres en los hijos y en los nietos, hasta la tercera y cuarta generación.7 que mantiene su amor por millares, que perdona la iniquidad, la rebeldía y el pecado, pero no los deja impunes; que castiga la iniquidad de los padres en los hijos y en los hijos de los hijos hasta la tercera y cuarta generación.»
8 Moisés cayó de rodillas y se postró,8 Al instante, Moisés cayó en tierra de rodillas y se postró,
9 diciendo: «Si realmente me has brindado tu amistad, dígnate, Señor, ir en medio de nosotros. Es verdad que este es un pueblo obstinado, pero perdona nuestra culpa y nuestro pecado, y conviértenos en tu herencia».9 diciendo: «Si en verdad he hallado gracia a tus ojos, oh Señor, dígnese mi Señor venir en medio de nosotros, aunque sea un pueblo de dura cerviz; perdona nuestra iniquidad y nuestro pecado, y recíbenos por herencia tuya.»
10 El Señor le respondió: Yo voy a establecer una alianza. A la vista de todo el pueblo, realizaré maravillas como nunca se han hecho en ningún país ni en ninguna nación. El pueblo que está contigo verá la obra del Señor, porque yo haré cosas tremendas por medio de ti.10 Respondió él: «Mira, voy a hacer una alianza; realizaré maravillas delante de todo tu pueblo, cono nunca se han hecho en toda la tierra ni en nación alguna; y todo el pueblo que te rodea verá la obra de Yahveh; porque he de hacer por medio de ti cosas que causen temor.
11 Observa bien lo que te mando. Yo expulsaré de tu presencia a los amorreos, los cananeos, los hititas, los perizitas, los jivitas y los jebuseos.11 Observa bien lo que hoy te mando. He aquí que voy a expulsar delante de ti al amorreo, al cananeo, al hitita, al perizita, al jivita y al jebuseo.
12 No hagas ningún pacto con los habitantes del país donde vas a entrar, porque ellos serían una trampa para ti.12 Guárdate de hacer pacto con los habitantes del país en que vas a entrar, para que no sean un lazo en medio de ti.
13 Antes bien, derriben sus altares, destruyan sus piedras conmemorativas y talen sus postes sagrados.13 Al contrario, destruiréis sus altares, destrozaréis sus estelas y romperéis sus cipos.
14 No te postrarás delante de ningún otro dios, porque el Señor se llama «Celoso»: él es un Dios celoso.14 No te postrarás ante ningún otro dios, pues Yahveh se llama Celoso, es un Dios celoso.
15 No hagas ningún pacto con los habitantes de aquel país, no sea que cuando ellos se prostituyan con sus dioses y les ofrezcan sacrificios, te inviten también a ti y tengas que comer de las víctimas sacrificadas.15 No hagas pacto con los moradores de aquella tierra, no sea que cuando se prostituyan tras sus dioses y les ofrezcan sacrificios, te inviten a ti y tú comas de sus sacrificios;
16 Tampoco tomes a sus hijas como esposas de tus hijos, porque cuando ellas se prostituyan con sus dioses, harán que también ellos se prostituyan.16 y no sea que tomes sus hijas para tus hijos, y que al prostituirse sus hijas tras sus dioses, hagan también que tus hijos se prostituyan tras los dioses de ellas.
17 No te fabricarás dioses de metal fundido.17 No te harás dioses de fundición.
18 Observarás la fiesta de los Acimos. Durante siete días comerás panes ácimos, como yo te lo he mandado; y lo harás en el tiempo señalado del mes de Abib, porque en ese mes saliste de Egipto.18 Guardarás la fiesta de los Ázimos; siete días comerás ázimos como te he mandado, al tiempo señalado, esto es, en el mes de Abib, pues en el mes de Abib saliste de Egipto.
19 Todos los primogénitos me pertenecen. Los primogénitos de tu ganado mayor y menor, si son machos, serán para mí.19 Todo lo que abre el seno es mío, todo primer nacido, macho, sea de vaca o de oveja, es mío.
20 Al primogénito del asno, en cambio, lo rescatarás con un cordero, y si no lo rescatas, deberás desnucarlo. También rescatarás a todos los primogénitos entre tus hijos. Y nadie se presentará delante de mí con las manos vacías.20 El primer nacido de asno lo rescatarás con una oveja; y si no lo rescatas, lo desnucarás. Rescatarás todos los primogénitos de tus hijos, y nadie se presentará ante mí con las manos vacías.
21 Durante seis días trabajarás, pero el séptimo día deberás descansar, incluso en tiempo de siembra y de cosecha.21 Seis días trabajarás, mas en el séptimo descansarás; descansarás en tiempo de siembra y siega.
22 Celebrarás también la fiesta de las Semanas, la de los primeros frutos de la cosecha del trigo y además, la fiesta de la Recolección, al término del año.22 Celebrarás la fiesta de las Semanas: la de las primicias de la siega del trigo, y también la fiesta de la recolección al final del año.
23 Tres veces al año todos los varones se presentarán delante del Señor, el Dios de Israel.23 Tres veces al año se presentarán todos tus varones ante Yahveh, el Señor, el Dios de Israel.
24 Porque yo voy a desposeer a las naciones delante de ti y ensancharé tus fronteras, y cuando subas a presentarte ante el Señor, tu Dios, tres veces al año, nadie codiciará tu territorio.24 Pues cuando yo expulse a los pueblos delante de ti y ensanche tus fronteras, nadie codiciará tu tierra cuando tres veces al año subas a presentarte ante Yahveh, tu Dios.
25 No ofrecerás nada fermentado junto con la sangre de la víctima sacrificada en mi honor, y no quedará para el día siguiente la víctima inmolada en la fiesta de la Pascua.25 No inmolarás con pan fermentado la sangre de mi sacrificio, ni quedará hasta el día siguiente la víctima de la fiesta de Pascua.
26 Llevarás a la casa del Señor, tu Dios, lo mejor de los primeros frutos de tu suelo. No harás cocer un cabrito en la leche de su madre.26 Llevarás a la casa de Yahveh, tu Dios, lo mejor de las primicias de los frutos de tu suelo. No cocerás el cabrito en la leche de su madre.»
27 Después el Señor dijo a Moisés: consigna por escrito estas palabras, porque ellas son las cláusulas de la alianza que yo hago contigo y con Israel».27 Dijo Yahveh a Moisés: «Consigna por escrito estas palabras, pues a tenor de ellas hago alianza contigo y con Israel.»
28 Moisés estuvo allí con el Señor cuarenta días y cuarenta noches, sin comer ni beber. Y escribió sobre las tablas las palabras de la alianza, es decir, los diez Mandamientos.28 Moisés estuvo allí con Yahveh cuarenta días y cuarenta noches, sin comer pan ni beber agua. Y escribió en las tablas las palabras de la alianza, las diez palabras.
29 Cuando Moisés bajó de la montaña del Sinaí, trayendo en sus manos las dos tablas del Testimonio, no sabía que su rostro se había vuelto radiante porque había hablado con el Señor.29 Luego, bajó Moisés del monte Sinaí y, cuando bajó del monte con las dos tablas del Testimonio en su mano, no sabía que la piel de su rostro se había vuelto radiante, por haber hablado con él.
30 Al verlo, Aarón y todos los israelitas advirtieron que su rostro resplandecía, y tuvieron miedo de acercarse a él.30 Aarón y todos los israelitas miraron a Moisés, y al ver que la piel de su rostro irradiaba, temían acercarse a él.
31 Pero Moisés los llamó; entonces se acercaron Aarón y todos los jefes de la comunidad, y él les habló.31 Moisés los llamó. Aarón y todos los jefes de la comunidad se volvieron a él y Moisés habló con ellos.
32 Después se acercaron también todos los israelitas, y él les transmitió las órdenes que el Señor le había dado en la montaña del Sinaí.32 Se acercaron a continuación todos los israelitas y él les conminó cuanto Yahveh le había dicho en el monte Sinaí.
33 Cuando Moisés terminó de hablarles, se cubrió el rostro con un velo.33 Cuando Moisés acabó de hablar con ellos, se puso un velo sobre el rostro.
34 Y siempre que iba a presentarse delante del Señor para conversar con él, se quitaba el velo hasta que salía de la Carpa. Al salir, comunicaba a los israelitas lo que el Señor le había ordenado,34 Siempre que Moisés se presentaba delante de Yahveh para hablar con él, se quitaba el velo hasta que salía, y al salir decía a los israelitas lo que Yahveh había ordenado.
35 y los israelitas veían que su rostro estaba radiante. Después Moisés volvía a poner el velo sobre su rostro, hasta que entraba de nuevo a conversar con el Señor.35 Los israelitas veían entonces que el rostro de Moisés irradiaba, y Moisés cubría de nuevo su rostro hasta que entraba a hablar con Yahveh.