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Martedi, 14 maggio 2024 - San Mattia ( Letture di oggi)

Salmos 27


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EL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOSBIBLIA
1 De David.

El Señor es mi luz y mi salvación,

¿a quién temeré?

El Señor es el baluarte de mi vida,

¿ante quién temblaré?

1 De David.
Yahveh es mi luz y mi salvación,
¿a quién he de temer?
Yahveh, el refugio de mi vida,
¿por quién he de temblar?
2 Cuando se alzaron contra mí los malvados

para devorar mi carne,

fueron ellos, mis adversarios y enemigos,

los que tropezaron y cayeron.

2 Cuando se acercan contra mí los malhechores
a devorar mi carne,
son ellos, mis adversarios y enemigos,
los que tropiezan y sucumben.
3 Aunque acampe contra mí un ejército,

mi corazón no temerá;

aunque estalle una guerra contra mí,

no perderé la confianza.

3 Aunque acampe contra mí un ejército,
mi corazón no teme;
aunque estalle una guerra contra mí,
estoy seguro en ella.
4 Una sola cosa he pedido al Señor,

y esto es lo que quiero:

vivir en la Casa del Señor

todos los días de mi vida,

para gozar de la dulzura del Señor

y contemplar su Templo.

4 Una cosa he pedido a Yahveh,
una cosa estoy buscando:
morar en la Casa de Yahveh,
todos los días de mi vida,
para gustar la dulzura de Yahveh
y cuidar de su Templo.
5 Sí, él me cobijará en su Tienda de campaña

en el momento del peligro;

me ocultará al amparo de su Carpa

y me afirmará sobre una roca.

5 Que él me dará cobijo en su cabaña
en día de desdicha;
me esconderá en lo oculto de su tienda,
sobre una roca me levantará.
6 Por eso tengo erguida mi cabeza

frente al enemigo que me hostiga;

ofreceré en su Carpa sacrificios jubilosos,

y cantaré himnos al Señor.

6 Y ahora se alza mi cabeza
sobre mis enemigos que me hostigan;
en su tienda voy a sacrificar.
sacrificios de aclamación.
Cantaré, salmodiaré a Yahveh.
7 ¡Escucha, Señor, yo te invoco en alta voz,

apiádate de mí y respóndeme!

7 Escucha, Yahveh, mi voz que clama,
¡tenme piedad, respóndeme!
8 Mi corazón sabe que dijiste:

«Busquen mi rostro».

Yo busco tu rostro, Señor,

8 Dice de ti mi corazón:
«Busca su rostro».
Sí, Yahveh, tu rostro busco:
9 no lo apartes de mí.

No alejes con ira a tu servidor,

tú, que eres mi ayuda;

no me dejes ni me abandones,

mi Dios y mi salvador.

9 No me ocultes tu rostro.
No rechaces con cólera a tu siervo;
tú eres mi auxilio.
No me abandones, no me dejes,
Dios de mi salvación.
10 Aunque mi padre y mi madre me abandonen,

el Señor me recibirá.

10 Si mi padre y mi madre me abandonan,
Yahveh me acogerá.
11 Indícame, Señor, tu camino

y guíame por un sendero llano,

11 Enséñame tu camino, Yahveh,
guíame por senda llana,
por causa de los que me asechan;
12 No me entregues a la furia de mis adversarios,

porque se levantan contra mí testigos falsos,

hombres que respiran violencia.

12 no me entregues al ansia de mis adversarios,
pues se han alzado contra mí falsos testigos,
que respiran violencia.
13 Yo creo que contemplaré la bondad del Señor

en la tierra de los vivientes.

13 ¡Ay, si estuviera seguro de ver la bondad de Yahveh
en la tierra de los vivos!
14 Espera en el Señor y sé fuerte;

ten valor y espera en el Señor.
14 Espera en Yahveh, ten valor y firme corazón,
espera en Yahveh.