Scrutatio

Giovedi, 16 maggio 2024 - San Simone Stock ( Letture di oggi)

Judit 8


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EL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOSBIBLIA
1 En aquellos días llegó todo esto a oídos de Judit, hija de Merarí, hijo de Ox, hijo de José, hijo de Oziel, hijo de Helcías, hijo de Ananías, hijo de Gedeón, hijo de Rafaín, hijo de Ajitob, hijo de Elías, hijo de Jilquías, hijo de Eliab, hijo de Natanael, hijo de Salamiel, hijo de Sarasadai, hijo de Israel.1 Se enteró entonces de ello Judit, hija de Merarí, hijo de Ox, hijo de José, hijo de Oziel, hijo de Elcías, hijo de Ananías, hijo de Gedeón, hijo de Rafaín, hijo de Ajitob, hijo de Elías, hijo de Jilquías, hijo de Eliab, hijo de Natanael, hijo de Salamiel, hijo de Sarasaday, hijo de Israel.
2 Su esposo Manasés, que era de su misma tribu y de su misma familia, había muerto durante la cosecha de la cebada:2 Su marido Manasés, de la misma tribu y familia que ella, había muerto en la época de la recolección de la cebada.
3 mientras vigilaba a los que ataban las gavillas en el campo, tuvo una insolación que lo postró en cama, y murió en Betulia, su ciudad. Allí fue sepultado con sus padres, en el campo que está situado entre Dotaim y Belamón.3 Estaba, en efecto, en el campo, vigilando a los que ataban las gavillas, y le dio una insolación a la cabeza, cayó en cama y vino a morir en su ciudad de Betulia. Fue sepultado junto a sus padres, en el campo que hay entre Dotán y Balamón.
4 Judit había permanecido viuda en su casa durante tres años y cuatro meses.4 Judit llevaba ya tres años y cuatro meses viuda, viviendo en su casa.
5 Sobre la terraza de su casa se había hecho levantar una carpa; llevaba un sayal sobre su cuerpo y vestía ropas de luto.5 Se había hecho construir un aposento sobre el terrado de la casa, se había ceñido de sayal y se vestía vestidos de viuda; ayunaba
6 Ayunaba todos los días, excepto los sábados, los novilunios y los días de fiesta y de regocijo del pueblo de Israel.6 durante toda su viudez, a excepción de los sábados y las vigilias de los sábados, los novilunios y sus vigilias, las solemnidades y los días de regocijo de la casa de Israel.
7 Era muy hermosa y de aspecto sumamente agradable. Su esposo Manasés le había dejado oro y plata, servidores y servidoras, ganados y campos, y ella había quedado como dueña de todo.7 Era muy bella y muy bien parecida. Su marido Manasés le había dejado oro y plata, siervos y siervas, ganados y campos, quedando ella como dueña,
8 Nadie podía reprocharle nada, porque era muy temerosa de Dios.8 y no había nadie que pudiera decir de ella una palabra maliciosa, porque tenía un gran temor de Dios.
9 Judit se enteró de las amargas quejas que el pueblo, descorazonado por la falta de agua, había dirigido al jefe de la ciudad. También se enteró de la respuesta que les había dado Ozías, cuando juró entregar la ciudad a los asirios en el término de cinco días.9 Oyó, pues, Judit las amargas palabras que el pueblo había dicho contra el jefe de la ciudad, pues habían perdido el ánimo ante la escasez de agua. Supo también todo cuanto Ozías les había respondido y cómo les había jurado que entregaría la ciudad a los asirios al cabo de cinco días.
10 Envió entonces a la servidora que estaba al frente de todos sus bienes, para que llamara a Cabris y Carmis, ancianos de la ciudad.10 Entonces, mandó llamar a Jabrís y Jarmís, ancianos de la ciudad, por medio de la sierva que tenía al frente de su hacienda.
11 Estos se presentaron, y ella les dijo: «Escúchenme, por favor, jefes de la población de Betulia. Ustedes se equivocaron hoy ante el pueblo, al jurar solemnemente que entregarían la ciudad a nuestros enemigos, si el Señor no viene a ayudarnos en el término fijado.11 Vinieron y ella les dijo: «Escuchadme, jefes de los moradores de Betulia. No están bien las palabras que habéis pronunciado hoy delante del pueblo, cuando habéis interpuesto entre Dios y vosotros un juramento, asegurando que entregaríais la ciudad a nuestros enemigos si en el plazo convenido no os enviaba socorro el Señor.
12 Al fin de cuentas, ¿quiénes son ustedes, para tentar así a Dios y usurpar su lugar entre los hombres?12 ¿Quiénes sois vosotros para permitiros hoy poner a Dios a prueba y suplantar a Dios entre los hombres?
13 ¡Ahora ustedes ponen a prueba al Señor todopoderoso, pero esto significa que nunca entenderán nada!13 ¡Así tentáis al Señor Onmipotente, vosotros que nunca llegaréis a comprender nada!
14 Si ustedes son incapaces de escrutar las profundidades del corazón del hombre y de penetrar los razonamientos de su mente, ¿cómo pretenden sondear a Dios, que ha hecho todas estas cosas, y conocer su pensamiento o comprender sus designios? No, hermanos; cuídense de provocar la ira del Señor, nuestro Dios.14 Nunca llegaréis a sondear el fondo del corazón humano, ni podréis apoderaros de los pensamientos de su inteligencia, pues ¿cómo vais a escrutar a Dios que hizo todas las cosas, conocer su inteligencia y comprender sus pensamientos? No, hermanos, no provoquéis la cólera del Señor, Dios nuestro.
15 Porque si él no quiere venir a ayudarnos en el término de cinco días, tiene poder para protegernos cuando él quiera o para destruirnos ante nuestros enemigos.15 Si no quiere socorrernos en el plazo de cinco días, tiene poder para protegernos en cualquier otro momento, como lo tiene para aniquilarnos en presencia de nuestros enemigos.
16 No exijan entonces garantías a los designios del Señor, nuestro Dios, porque Dios no cede a las amenazas como un hombre ni se le impone nada como a un mortal.16 Pero vosotros no exijáis garantías a los designios del Señor nuestro Dios, porque Dios no se somete a las amenazas, como un hombre, ni se le marca, como a un hijo de hombre, una línea de conducta.
17 Por lo tanto, invoquemos su ayuda, esperando pacientemente su salvación, y él nos escuchará si esa es su voluntad.17 Pidámosle más bien que nos socorra, mientras esperamos confiadamente que nos salve. Y él escuchará nuestra súplica, si le place hacerlo.
18 Porque no hay nadie en nuestro tiempo, ni hay entre nosotros, en el día de hoy, tribu, ni familia, ni comarca, ni ciudad que adore dioses fabricados por mano de hombre, como sucedía en los tiempos pasados.18 «Verdad es que no hay en nuestro tiempo ni en nuestros días tribu, familia, pueblo o ciudad de las nuestras que se postre ante dioses hechos por mano de hombre, como sucedió en otros tiempos,
19 A causa de eso, nuestros padres fueron entregados a la espada y a la depredación, y sucumbieron miserablemente delante de nuestros enemigos.19 en castigo de lo cual fueron nuestros padres entregados a la espada y al saqueo, y sucumbieron desastradamente ante sus enemigos.
20 Nosotros, en cambio, no reconocemos otro Dios fuera de él; por eso esperamos que no nos despreciará, ni a nosotros ni a ninguno de nuestra raza.20 Pero nosotros no conocemos otro Dios que él, y en esto estriba nuestra esperanza de que no nos mirará con desdén ni a nosotros ni a ninguno de nuestra raza.
21 Si nosotros nos rendimos, caerá toda la Judea y nuestro Santuario será saqueado. Entonces tendremos que responder con nuestra propia sangre por esa profanación.21 «Porque si de hecho se apoderan de nosotros, caerá todo Judea; nuestro santuario será saqueado y nosotros tendremos que responder de esta profanación con nuestra propia sangre.
22 Además, el Señor hará rezar sobre nuestra cabeza, en medio de las naciones donde estaremos cautivos, la matanza de nuestros hermanos, la deportación de la gente del país y la devastación de nuestra herencia; y seremos objeto de burla y escarnio por parte de nuestros conquistadores.22 La muerte de nuestros hermanos, la deportación de esta tierra y la devastación de nuestra heredad, caerá sobre nuestras cabezas, en medio de las naciones en que estemos como esclavos y seremos para nuestros amos escarnio y mofa,
23 Porque nuestra esclavitud no nos hará ganar la benevolencia de los vencedores, sino que el Señor, nuestro Dios, la convertirá en deshonra.23 ya que nuestra esclavitud no concluiría en benevolencia, sino que el Señor nuestro Dios la convertiría en deshonra.
24 Por eso, hermanos, demos un buen ejemplo a nuestros hermanos, ya que su vida depende de nosotros, y lo más sagrado que tenemos, el Templo y el altar, también dependen de nosotros.24 Ahora, pues, hermanos, mostremos a nuestros hermanos que su vida depende de nosotros y que sobre nosotros se apoyan las cosas sagradas, el Templo y el altar.
25 Más aún, demos gracias al Señor, nuestro Dios, que nos somete a prueba, lo mismo que a nuestros padres.25 «Por todo esto, debemos dar gracias al Señor nuestro Dios que ha querido probarnos como a nuestros padres.
26 Recuerden todo lo que hizo con Abraham y en qué forma probó a Isaac, y todo lo que le sucedió a Jacob en Mesopotamia de Siria, cuando apacentaba las ovejas de Labán, hermano de su madre:26 Recordad lo que hizo con Abraham, las pruebas por que hizo pasar a Isaac, lo que aconteció a Jacob en Mesopotamia de Siria, cuando pastoreaba los rebaños de Labán, el hermano de su madre.
27 así como a ellos los purificó para probar sus corazones, de la misma manera, nosotros no somos castigados por él, sino que el Señor golpea a los que están cerca de él, para que eso les sirva de advertencia».27 Como les puso a ellos en el crisol para sondear sus corazones, así el Señor nos hiere a nosotros, los que nos acercamos a él, no para castigarnos, sino para amonestarnos».
28 Ozías le respondió: «En todo lo que has dicho te has expresado con sensatez y nadie puede contradecir tus palabras.28 Ozías respondió: «En todo cuanto has dicho, has hablado con recto juicio y nadie podrá oponerse a tus razones,
29 No es esta la primera vez que se manifiesta tu sabiduría: desde que eras joven, todo el pueblo conoce tu inteligencia y la bondad de tu corazón.29 ya que no has empezado hoy a dar muestras de tu sabiduría, sino que de antiguo conoce todo el pueblo tu inteligencia y la bondad de los pensamientos que forma tu corazón.
30 Pero ahora el pueblo está consumido por la sed y nos ha obligado a ejecutar lo que le hemos propuesto y a comprometernos con un juramento que no nos es lícito violar.30 Pero el pueblo padecía gran sed y nos obligaron a pronunciar aquellas palabras, y a comprometernos con un juramento que no podemos violar.
31 Tú, que eres una mujer piadosa, ruega por nosotros para que el Señor envíe la lluvia que llenará nuestras cisternas, y así no quedaremos exhaustos».31 Ahora, pues, tú que eres una mujer piadosa, pide por nosotros al Señor que envíe lluvia para llenar nuestras cisternas, y así no nos veamos acabados».
32 Judit les respondió: «Escúchenme, porque voy a hacer algo que se transmitirá de generación en generación a los hijos de nuestra estirpe.32 Respondió Judit: «Escuchadme. Voy a hacer algo que se transmitirá de generación en generación entre los hijos de nuestra raza.
33 Esta noche, ustedes se ubicarán ante la Puerta de la ciudad. Yo saldré con mi servidora, y antes del plazo fijado para entregar la ciudad a nuestros enemigos, el Señor, por mi intermedio, visitará a Israel.33 Estad esta noche a la puerta de la ciudad. Yo saldré con mi sierva y antes del plazo que os habéis fijado para entregar la ciudad a nuestros enemigos, visitará el Señor a Israel por mi mano.
34 No traten de averiguar lo que voy a hacer, porque no les diré nada hasta haber ejecutado mi proyecto.»34 No intentéis averiguar lo que quiero hacer, pues no lo diré hasta no haberlo cumplido».
35 Ozías y los jefes le dijeron: «Vete en paz, y que el Señor Dios vaya delante de ti para escarmiento de nuestros enemigos».35 Ozías y los jefes le dijeron: «Vete en paz y que el Señor Dios te preceda para tomar venganza de nuestros enemigos».
36 Luego salieron de la carpa y regresaron a sus puestos.36 Y dejando el aposento, regresaron a sus puestos.