Scrutatio

Domenica, 28 aprile 2024 - San Luigi Maria Grignion da Montfort ( Letture di oggi)

Ezequiel 29


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1El décimo año, el día doce del décimo mes, la palabra del Señor me llegó en estos términos:2Hijo de hombre, vuelve tu rostro contra el Faraón, rey de Egipto, y profetiza contra él y contra todo Egipto.3Habla y di: Así habla el Señor: Aquí estoy contra ti, Faraón, rey de Egipto, enorme dragón recostado en el cauce de sus Nilos, que dices: «El Nilo me pertenece, yo mismo me lo hice».4Yo te pondré garfios en las mandíbulas, pegaré a tus escamas los peces de tus Nilos y te sacaré fuera de sus corrientes, con todos los peces de tus Nilos pegados a tus escamas.5Te arrojaré en el desierto, a ti y a todos los peces de tus Nilos; quedarás tendido en pleno campo y no serás recogido ni enterrado. Te daré como pasto a las bestias de la tierra y a los pájaros del cielo.6Entonces todos los habitantes de Egipto sabrán que yo soy el Señor. Porque tú has sido un apoyo de caña para la casa de Israel:7apenas te agarraban, te partías y les desgarrabas toda la mano; cuando se apoyaban en ti, te quebrabas y hacías vacilar todos sus miembros.8Por eso, así habla el Señor: Yo traigo contra ti una espada, y extirparé de ti a hombres y animales.9La tierra de Egipto será una desolación y una ruina, y ellos sabrán que yo soy el Señor. Por haber dicho: «El Nilo me pertenece, yo mismo me lo hice»,10por eso, aquí estoy contra ti y contra tus Nilos. Dejaré a la tierra de Egipto desolado y en ruinas, desde Migdol hasta Siene, y hasta la frontera de Cus.11Ningún pie humano transitará por ella, ningún pie de animal la cruzará, y estará deshabitada durante cuarenta años.12Yo haré de la tierra de Egipto la más desolada entre las tierras desoladas, y sus ciudades serán una desolación entre las ciudades en ruinas, durante cuarenta años. Dispersaré a los egipcios entre las naciones y los diseminaré por los países.13Porque así habla el Señor: Al cabo de cuarenta años, reuniré a los egipcios de entre los pueblos en los que habían sido dispersados.14Cambiaré la suerte de Egipto y los haré volver a la tierra de Patrós, su país de origen. Allí serán un reino humilde,15el más humilde de los reinos, y Egipto ya no se levantará por encima de las naciones. Yo mismo lo haré pequeño, para que no pueda dominar a las naciones.16Ya no ofrecerá una falsa seguridad a la casa de Israel, ni hará que se le recuerde un delito, por haber ido detrás de él. Así se sabrá que yo soy el Señor.17El año vigesimoséptimo, el día primero del primer mes, la palabra del Señor me llegó en estos términos:18Hijo de hombre, Nabucodonosor, rey de Babilonia, ha exigido de su ejército un gran esfuerzo contra Tiro. Todas las cabezas han quedado rapadas y todas las espaldas llagadas, pero él no ha logrado de Tiro, ni para sí ni para su ejército, ninguna recompensa por el esfuerzo realizado.19Por eso, así habla el Señor: Voy a entregar la tierra de Egipto al rey de Babilonia. El se llevará sus riquezas, saqueará sus despojos y se apoderará del botín, que servirá de recompensa para su ejército.20En retribución por el esfuerzo realizado contra Tiro, yo le entrego la tierra de Egipto, porque ellos trabajaron para mí –oráculo del Señor–.21Aquel día, yo acrecentaré la fuerza de la casa de Israel, y haré que tú puedas hablar libremente en medio de ellos. Así sabrán que yo soy el Señor.