Scrutatio

Sabato, 27 aprile 2024 - Santa Zita ( Letture di oggi)

Proverbios 3


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1Hijo mío, no olvides mi enseñanza, y que tu corazón observe mis mandamientos,2porque ellos te aportarán largos días, años de vida y prosperidad.3Que nunca te abandonen la buena fe y la lealtad: átalas a tu cuello. escríbelas sobre la tabla de tu corazón,4y encontrarás favor y aprobación a los ojos de Dios y de los hombres.5Confía en el Señor y de todo corazón y no te apoyes en tu propia inteligencia;6reconócelo a él en todos sus caminos y él allanará tus senderos.7No seas sabio a tus propios ojos, teme al Señor y apártate del mal:8eso será un remedio para tu carne y savia para tus huesos.9Honra al Señor con tus bienes y con las primicias de todas tus ganancias:10así tus graneros se llenarán de trigo y tus lagares desbordarán de vino nuevo.11No desprecies, hijo mío, la corrección del Señor, ni te disgustes cuando él te reprende,12porque el Señor reprende a los que ama como un padre a su hijo muy querido.13¡Feliz el hombre que encontró la sabiduría y el que obtiene la inteligencia,14porque ganarla vale más que la plata y ella rinde más que el oro fino!15Es más preciosa que las perlas y nada apetecible se le puede igualar.16En su mano derecha hay larga vida, y en su izquierda, riqueza y gloria.17Sus caminos son caminos deliciosos y todos sus senderos son apacibles.18Es un árbol de vida para los que se aferran a ella y los que la retienen son felices.19Por la sabiduría, el Señor fundó la tierra, por la inteligencia, afianzó los cielos;20por su ciencia brotaron los océanos y las nubes destilan el rocío.21Conserva, hijo mío, la prudencia y la reflexión; que ellas no se aparten de tus ojos.22Ellas serán vida para tu alma y gracia para tu cuello.23Entonces irás seguro por el camino y tu pie no tropezará.24Si te acuestas, no temblarás, y una vez acostado, tu sueño será agradable.25No temerás ningún sobresalto ni a los malvados que llegan como una tormenta.26Porque el Señor será tu seguridad y preservará tu pie de la trampa.27No niegues un beneficio al que lo necesite, siempre que esté en tus manos hacerlo.28No digas a tu prójimo: «Vuelve después, mañana te daré», si tienes con qué ayudarlo.29No trames el mal contra tu prójimo, mientras vive confiado junto a ti.30No litigues con un hombre sin motivo, si no te ha causado ningún mal.31No envidies al hombre violento ni elijas ninguno de sus caminos.32Porque el hombre perverso es abominable para el Señor, y él reserva su intimidad para los rectos.33La maldición del Señor está en la casa del malvado, pero él bendice la morada de los justos.34El se burla de los insolentes y concede su favor a los humildes.35Los sabios heredarán la gloria, pero los necios cargarán con la ignominia.