Scrutatio

Domenica, 18 maggio 2025 - San Giovanni I papa ( Letture di oggi)

Salmos 107


font
BIBLIAEL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS
1 ¡Aleluya!
Dad gracias a Yahveh, porque es bueno,
porque es eterno su amor.
1 ¡Den gracias al Señor, porque es bueno,

porque es eterno su amor!

2 Que lo digan los redimidos de Yahveh,
los que él ha redimido del poder del adversario,
2 Que lo digan los redimidos por el Señor,

los que él rescató del poder del enemigo

3 los que ha reunido de entre los países,
de oriente y de poniente, del norte y mediodía.
3 y congregó de todas las regiones:

del norte y del sur, del oriente y el occidente;

4 En el desierto erraban, por la estepa,
no encontraban camino de ciudad habitada;
4 los que iban errantes por el desierto solitario,

sin hallar el camino hacia un lugar habitable.

5 hambrientos, y sedientos,
desfallecía en ellos su alma.
5 Estaban hambrientos, tenían sed

y ya les faltaba el aliento;

6 Y hacia Yahveh gritaron en su apuro,
y él los libró de sus angustias,
6 pero en la angustia invocaron al Señor,

y él los libró de sus tribulaciones:

7 les condujo por camino recto,
hasta llegar a ciudad habitada.
7 los llevó por el camino recto,

y así llegaron a un lugar habitable.

8 ¡Den gracias a Yahveh por su amor,
por sus prodigios con los hijos de Adán!
8 Den gracias al Señor por su misericordia

y por sus maravillas en favor de los hombres,

9 Porque él sació el alma anhelante,
el alma hambrienta saturó de bienes.
9 porque él sació a los que sufrían sed

y colmó de bienes a los hambrientos.

10 Habitantes de tiniebla y sombra,
cautivos de la miseria y de los hierros,
10 Estaban en tinieblas, entre sombras de muerte,

encadenados y en la miseria,

11 por haber sido rebeldes a las órdenes de Dios
y haber despreciado el consejo del Altísimo,
11 por haber desafiado las órdenes de Dios

y despreciado el designio del Altísimo.

12 él sometió su corazón a la fatiga,
sucumbían, y no había quien socorriera.
12 El los había agobiado con sufrimientos,

sucumbían, y nadie los ayudaba;

13 Y hacia Yahveh gritaron en su apuro,
y él los salvó de sus angustias,
13 pero en la angustia invocaron al Señor,

y él los libró de sus tribulaciones:

14 los sacó de la tiniebla y de la sombra,
y rompió sus cadenas.
14 los sacó de las tinieblas y las sombras,

e hizo pedazos sus cadenas.

15 ¡Den gracias a Yahveh por su amor,
por sus prodigios con los hijos de Adán!
15 Den gracias al Señor por su misericordia

y por sus maravillas en favor de los hombres,

16 Pues las puertas de bronce quebrantó,
y los barrotes de hierro hizo pedazos.
16 porque él destrozó las puertas de bronce

y quebró los cerrojos de hierro.

17 Embotados de resultas de sus yerros,
miserables a causa de sus culpas,
17 Estaban debilitados y oprimidos,

a causa de sus rebeldías y sus culpas;

18 todo manjar les daba náusea,
tocaban ya a las puertas de la muerte.
18 la comida les daba náuseas,

y ya tocaban las puertas de la muerte.

19 Y hacia Yahveh gritaron en su apuro,
y él los salvó de sus angustias;
19 Pero en la angustia invocaron al Señor,

y él los libró de sus tribulaciones:

20 su palabra envió para sanarlos
y arrancar sus vidas de la fosa.
20 envió su palabra y los sanó,

salvó sus vidas del sepulcro.

21 ¡Den gracias a Yahveh por su amor,
por sus prodigios con los hijos de Adán!
21 Den gracias al Señor por su misericordia

y por sus maravillas en favor de los hombres:

22 Ofrezcan sacrificios de acción de gracias, y sus obras
pregonen con gritos de alegría.
22 ofrézcanle sacrificios de acción de gracias

y proclamen con júbilo sus obras.

23 Los que a la mar se hicieron en sus naves,
llevando su negocio por las muchas aguas,
23 Los que viajaron en barco por el mar,

para traficar por las aguas inmensas,

24 vieron las obras de Yahveh,
sus maravillas en el piélago.
24 contemplaron las obras del Señor,

sus maravillas en el océano profundo.

25 Dijo, y suscitó un viento de borrasca,
que entumeció las olas;
25 Con su palabra desató un vendaval,

que encrespaba las olas del océano:

26 subiendo hasta los cielos, bajando hasta el abismo,
bajo el peso del mal su alma se hundía;
26 ellos subían hasta el cielo, bajaban al abismo,

se sentían desfallecer por el mareo,

27 dando vuelcos, vacilando como un ebrio,
tragada estaba toda su pericia.
27 se tambaleaban dando tumbos como ebrios,

y su pericia no les valía de nada.

28 Y hacia Yahveh gritaron en su apuro,
y él los sacó de sus angustias;
28 Pero en la angustia invocaron al Señor,

y él los libró de sus tribulaciones:

29 a silencio redujo la borrasca,
y las olas callaron.
29 cambió el huracán en una brisa suave

y se aplacaron las olas del mar;

30 Se alegraron de verlas amansarse,
y él los llevó hasta el puerto deseado.
30 entonces se alegraron de aquella calma,

y el Señor los condujo al puerto deseado.

31 ¡Den gracias a Yahveh por su amor,
por sus prodigios con los hijos de Adán!
31 Den gracias al Señor por su misericordia

y por sus maravillas en favor de los hombres:

32 ¡Ensálcenle en la asamblea del pueblo,
en el concejo de los ancianos le celebren!
32 aclámenlo en la asamblea del pueblo,

alábenlo en el consejo de los ancianos.

33 El cambia los ríos en desierto,
y en suelo de sed los manantiales,
33 El hizo de los ríos un desierto

y de los oasis, una tierra estéril;

34 la tierra fértil en salinas,
por la malicia de sus habitantes.
34 transformó el suelo fértil en una salina,

por la maldad de sus habitantes.

35 Y él cambia el desierto en un estanque,
y la árida tierra en manantial.
35 Convirtió el desierto en un lago,

y la tierra reseca en un oasis:

36 Allí asienta a los hambrientos,
y ellos fundan una ciudad habitada.
36 allí puso a los hambrientos,

y ellos fundaron una ciudad habitable.

37 Y siembran campos, plantan viñas,
que producen sus frutos de cosecha.
37 Sembraron campos y plantaron viñas,

que produjeron frutos en las cosechas;

38 El los bendice y crecen mucho
y no deja que mengüen sus ganados.
38 él los bendijo y se multiplicaron,

y no dejó que les faltara el ganado.

39 Menguados estaban, y abatidos
por la tenaza del mal y la aflicción.
39 Cuando eran pocos, y estaban abatidos

por el peso de la desgracia y la aflicción,

40 El que vierte desprecio sobre príncipes,
los hacía errar por caos sin camino.
40 el que cubre de vergüenza a los príncipes

y los extravía por un desierto sin huellas,

41 Mas él recobra de la miseria al pobre,
aumenta como un rebaño las familias;
41 levantó a los pobres de la miseria

y multiplicó sus familias como rebaños.

42 los hombres rectos lo ven y se recrean,
y toda iniquidad cierra su boca.
42 Que los justos lo vean y se alegren,

y enmudezcan todos los malvados.

43 ¿Hay algún sabio? ¡Que garde estas cosas,
y comprenda el amor de Yahveh!
43 El que es sabio, que retenga estas cosas

y comprenda la misericordia del Señor.