Salmos 107

BIBLIA	BIBBIA RICCIOTTI
1 ¡Aleluya! Dad gracias a Yahveh, porque es bueno, porque es eterno su amor.	1 - Cantico-salmo di David.
2 Que lo digan los redimidos de Yahveh, los que él ha redimido del poder del adversario,	2 Pronto è il mio cuore, o Dio, pronto è il mio cuore: canterò e inneggerò nell'[anima mia, ch'è] la mia gloria.
3 los que ha reunido de entre los países, de oriente y de poniente, del norte y mediodía.	3 Sorgi, mia gloria! Sorgi, arpa e cetra! Vo' destarmi all'aurora.
4 En el desierto erraban, por la estepa, no encontraban camino de ciudad habitada;	4 Ti celebrerò tra i popoli, o Signore, e inneggerò a te tra le nazioni.
5 hambrientos, y sedientos, desfallecía en ellos su alma.	5 Perchè grande oltre i cieli è la tua benignitàe sino alle nubi [va] la tua fedeltà.
6 Y hacia Yahveh gritaron en su apuro, y él los libró de sus angustias,	6 Esaltati al disopra de' cieli, o Dio, e su tutta la terra [si spanda] la tua gloria!
7 les condujo por camino recto, hasta llegar a ciudad habitada.	7 Perchè sian liberati i tuoi diletti, salvami con la tua destra ed esaudiscimi!
8 ¡Den gracias a Yahveh por su amor, por sus prodigios con los hijos de Adán!	8 Dio parlò nel suo santuario:«Esulterò e spartirò Sichem, e la valle de' Tabernacoli misurerò.
9 Porque él sació el alma anhelante, el alma hambrienta saturó de bienes.	9 Mio è Galaad e mio è Manasse ed Efraim la difesa del mio capo;Giuda è il mio scettro.
10 Habitantes de tiniebla y sombra, cautivos de la miseria y de los hierros,	10 Moab è il catino del mio lavacro, in Idumea stando il mio calzare, a me gli stranieri si son fatti amici».
11 por haber sido rebeldes a las órdenes de Dios y haber despreciado el consejo del Altísimo,	11 Chi mi condurrà nella città fortificata? chi mi condurrà fino in Idumea?
12 él sometió su corazón a la fatiga, sucumbían, y no había quien socorriera.	12 Non tu forse, o Dio, che ci hai rigettati, e più non uscisti, o Dio, co' nostri eserciti?
13 Y hacia Yahveh gritaron en su apuro, y él los salvó de sus angustias,	13 Dacci aiuto [e liberaci] dall'angustia, perchè vano è il soccorso dell'uomo.
14 los sacó de la tiniebla y de la sombra, y rompió sus cadenas.	14 Con Dio noi faremo prodezze, ed egli annienterà i nostri nemici!
15 ¡Den gracias a Yahveh por su amor, por sus prodigios con los hijos de Adán!
16 Pues las puertas de bronce quebrantó, y los barrotes de hierro hizo pedazos.
17 Embotados de resultas de sus yerros, miserables a causa de sus culpas,
18 todo manjar les daba náusea, tocaban ya a las puertas de la muerte.
19 Y hacia Yahveh gritaron en su apuro, y él los salvó de sus angustias;
20 su palabra envió para sanarlos y arrancar sus vidas de la fosa.
21 ¡Den gracias a Yahveh por su amor, por sus prodigios con los hijos de Adán!
22 Ofrezcan sacrificios de acción de gracias, y sus obras pregonen con gritos de alegría.
23 Los que a la mar se hicieron en sus naves, llevando su negocio por las muchas aguas,
24 vieron las obras de Yahveh, sus maravillas en el piélago.
25 Dijo, y suscitó un viento de borrasca, que entumeció las olas;
26 subiendo hasta los cielos, bajando hasta el abismo, bajo el peso del mal su alma se hundía;
27 dando vuelcos, vacilando como un ebrio, tragada estaba toda su pericia.
28 Y hacia Yahveh gritaron en su apuro, y él los sacó de sus angustias;
29 a silencio redujo la borrasca, y las olas callaron.
30 Se alegraron de verlas amansarse, y él los llevó hasta el puerto deseado.
31 ¡Den gracias a Yahveh por su amor, por sus prodigios con los hijos de Adán!
32 ¡Ensálcenle en la asamblea del pueblo, en el concejo de los ancianos le celebren!
33 El cambia los ríos en desierto, y en suelo de sed los manantiales,
34 la tierra fértil en salinas, por la malicia de sus habitantes.
35 Y él cambia el desierto en un estanque, y la árida tierra en manantial.
36 Allí asienta a los hambrientos, y ellos fundan una ciudad habitada.
37 Y siembran campos, plantan viñas, que producen sus frutos de cosecha.
38 El los bendice y crecen mucho y no deja que mengüen sus ganados.
39 Menguados estaban, y abatidos por la tenaza del mal y la aflicción.
40 El que vierte desprecio sobre príncipes, los hacía errar por caos sin camino.
41 Mas él recobra de la miseria al pobre, aumenta como un rebaño las familias;
42 los hombres rectos lo ven y se recrean, y toda iniquidad cierra su boca.
43 ¿Hay algún sabio? ¡Que garde estas cosas, y comprenda el amor de Yahveh!