Scrutatio

Mercoledi, 15 maggio 2024 - Sant'Isidoro agricoltore ( Letture di oggi)

Hebreos 7


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EL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOSBIBLIA
1 Este Melquisedec, que era rey de Salem, sacerdote de Dios, el Altísimo, salió al encuentro de Abraham cuando este volvía de derrotar a los reyes y lo bendijo;1 En efecto, este Melquisedec, rey de Salem, sacerdote de Dios Altísimo, que salió al encuentro de Abraham cuando regresaba de la derrota de los reyes, y le bendijo,
2 y Abraham le entregó la décima parte de todo el botín. el nombre de Melquisedec significa, en primer término, «rey de justicia» y él era, además, rey de Salem, es decir, «rey de paz».2 al cual dio Abraham el diezmo de todo, y cuyo nombre significa, en primer lugar, «rey de justicia» y, además, rey de Salem, es decir, «rey de paz»,
3 De él no se menciona ni padre ni madre ni antecesores, ni comienzo ni fin de su vida: así, a semejanza del Hijo de Dios, él es sacerdote para siempre.3 sin padre, ni madre, ni genealogía, sin comienzo de días, ni fin de vida, asemejado al Hijo de Dios, permanece sacerdote para siempre.
4 Consideren ahora la grandeza de aquel a quien el mismo patriarca Abraham entregó como diezmo lo mejor del botín.4 Mirad ahora cuán grande es éste, a quien el mismo Patriarca Abraham dio el diezmo de entre lo mejor del botín.
5 A los descendientes de Leví que reciben el sacerdocio, la Ley les manda percibir el diezmo del pueblo, esto es, de sus propios hermanos, que sin embargo pertenecen como ellos a la descendencia de Abraham.5 Es cierto que los hijos de Leví que reciben el sacerdocio tienen orden según la Ley de percibir el diezmo del pueblo, es decir, de sus hermanos, aunque también proceden éstos de la estirpe de Abraham;
6 Pero Melquisedec, que no tenía ascendencia común con ellos, recibió de Abraham el diezmo y bendijo al depositario de las promesas.6 mas aquél, sin pertenecer a su genealogía, recibió el diezmo de Abraham, y bendijo al que tenía las promesas.
7 Ahora bien, no cabe duda que corresponde al superior bendecir al inferior.7 Pues bien, es incuestionable que el inferior recibe la bendición del superior.
8 Además, en el caso de los descendientes de Leví, los que perciben el diezmo son hombres mortales, mientras que en el caso de Melquisedec, se trata de alguien de quien se atestigua que vive.8 Y aquí, ciertamente, reciben el diezmo hombres mortales; pero allí, uno de quien se asegura que vive.
9 Por último, se puede decir que el mismo Leví, a quien corresponde percibir los diezmos, pagó los suyos a Melquisedec en la persona de Abraham,9 Y, en cierto modo, hasta el mismo Leví, que percibe los diezmos, los pagó por medio de Abraham,
10 porque, en cierto sentido, Leví ya estaba en el cuerpo de su padre Abraham cuando Melquisedec le salió al encuentro.10 pues ya estaba en las entrañas de su padre cuando Melquisedec le salió al encuentro.
11 Por lo tanto, si se podía alcanzar la perfección por medio del sacerdocio levítico, sobre el cual se funda la Ley dada al pueblo, ¿qué necesidad había entonces de que surgiera otro sacerdote, según el orden de Melquisedec y no según el orden de Aarón?11 Pues bien, si la perfección estuviera en poder del sacerdocio levítico - pues sobre él descansa la Ley dada al pueblo -, ¿qué necesidad había ya de que surgiera otro sacerdote a semejanza de Melquisedec, y no «a semejanza de Aaron»?
12 Porque el cambio de sacerdocio implica necesariamente un cambio de Ley.12 Porque, cambiado el sacerdocio, necesariamente se cambia la Ley.
13 De hecho, Jesús, de quien se dicen estas cosas, pertenecía a una tribu que no era la de Leví, ninguno de cuyos miembros se dedicó al servicio del altar.13 Pues aquel de quien se dicen estas cosas, pertenecía a otra tribu, de la cual nadie sirvió al altar.
14 Porque es sabido que nuestro Señor desciende de Judá, y de esa tribu, nunca habló Moisés al referirse a los sacerdotes.14 Y es bien manifiesto que nuestro Señor procedía de Judá, y a esa tribu para nada se refirió Moisés al hablar del sacerdocio.
15 Y esto se hace más evidente aún, si se tiene en cuenta que este nuevo sacerdote, a semejanza de Melquisedec,15 Todo esto es mucho más evidente aún si surge otro sacerdote a semejanza de Melquisedec,
16 se constituye, no según la disposición de una ley meramente humana, sino según el poder de una vida indestructible.16 que lo sea, no por ley de prescripción carnal, sino según la fuerza de una vida indestructible.
17 De él se ha atestiguado: "Tú eres sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec".17 De hecho, está atestiguado: Tú eres sacerdote para siempre, a semejanza de Melquisedec.
18 De esta manera queda derogada la disposición anterior, en razón de su ineficacia e inutilidad18 De este modo queda abrogada la ordenación precedente, por razón de su ineficacia e inutilidad,
19 –ya que la Ley es incapaz de conducir a la perfección– y se introduce una esperanza mejor, que nos permite acercarnos a Dios.19 ya que la Ley no llevó nada a la perfección, pues no era más que introducción a una esperanza mejor, por la cual nos acercamos a Dios.
20 Además, todo esto ha sido confirmado con un juramento. Porque, mientras los descendientes de Leví fueron instituidos sacerdotes sin la garantía de un juramento,20 Y por cuanto no fue sin juramento - pues los otros fueron hechos sacerdotes sin juramento,
21 Jesús lo fue con un juramento, el de aquel que le dijo: "Juró el Señor y no se arrepentirá: Tú eres sacerdote para siempre".21 mientras éste lo fue bajo juramento por Aquel que le dijo: «Juró el Señor y no se arrepentirá: Tú eres sacerdote para siempre» -
22 Por lo tanto, Jesús ha llegado a ser el garante de una Alianza superior.22 por eso, de una mejor Alianza resultó fiador Jesús.
23 Los otros sacerdotes tuvieron que ser muchos, porque la muerte les impedía permanecer;23 Además, aquellos sacerdotes fueron muchos, porque la muerte les impedía perdurar.
24 pero Jesús, como permanece para siempre, posee un sacerdocio inmutable.24 Pero éste posee un sacerdocio perpetuo porque permanece para siempre.
25 De ahí que él puede salvar en forma definitiva a los que se acercan a Dios por su intermedio, ya que vive eternamente para interceder por ellos.25 De ahí que pueda también salvar perfectamente a los que por él se llegan a Dios, ya que está siempre vivo para interceder en su favor.
26 El es el Sumo Sacerdote que necesitábamos: santo, inocente, sin mancha, separado de los pecadores y elevado por encima del cielo.26 Así es el Sumo Sacerdote que nos convenía: santo, inocente, incontaminado, apartado de los pecadores, encumbrado por encima de los cielos,
27 El no tiene necesidad, como los otros sumos sacerdotes, de ofrecer sacrificios cada día, primero por sus pecados, y después por los del pueblo. Esto lo hizo de una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo.27 que no tiene necesidad de ofrecer sacrificios cada día, primero por sus pecados propios como aquellos Sumos Sacerdotes, luego por los del pueblo: y esto lo realizó de una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo.
28 La Ley, en efecto, establece como sumos sacerdotes a hombres débiles; en cambio, la palabra del juramento –que es posterior a la Ley– establece a un Hijo que llegó a ser perfecto para siempre.28 Es que la Ley instituye Sumos Sacerdotes a hombres frágiles: pero la palabra del juramento, posterior a la Ley, hace el Hijo perfecto para siempre.