Scrutatio

Domenica, 12 maggio 2024 - Santi Nereo e Achilleo ( Letture di oggi)

Juan 12


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EL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOSBIBLIA
1 Seis días antes de la Pascua, Jesús volvió a Betania, donde estaba Lázaro, al que había resucitado.1 Seis días antes de la Pascua, Jesús se fue a Betania, donde estaba Lázaro, a quien Jesús había resucitado de entre los muertos.
2 Allí le prepararon una cena: Marta servía y Lázaro era uno de los comensales.2 Le dieron allí una cena. Marta servía y Lázaro era uno de los que estaban con él a la mesa.
3 María, tomando una libra de perfume de nardo puro, de mucho precio, ungió con él los pies de Jesús y los secó con sus cabellos. La casa se impregnó con la fragancia del perfume.3 Entonces María, tomando una libra de perfume de nardo puro, muy caro, ungió los pies de Jesús y los secó con sus cabellos. Y la casa se llenó del olor del perfume.
4 Judas Iscariote, uno de sus discípulos, el que lo iba a entregar, dijo:4 Dice Judas Iscariote, uno de los discípulos, el que lo había de entregar:
5 «¿Por qué no se vendió este perfume en trescientos denarios para dárselos a los pobres?».5 «¿Por qué no se ha vendido este perfume por trescientos denarios y se ha dado a los pobres?»
6 Dijo esto, no porque se interesaba por los pobres, sino porque era ladrón y, como estaba encargado de la bolsa común, robaba lo que se ponía en ella.6 Pero no decía esto porque le preocuparan los pobres, sino porque era ladrón, y como tenía la bolsa, se llevaba lo que echaban en ella.
7 Jesús le respondió: «Déjala. Ella tenía reservado este perfume para el día de mi sepultura.7 Jesús dijo: «Déjala, que lo guarde para el día de mi sepultura.
8 A los pobres los tienen siempre con ustedes, pero a mí no me tendrán siempre».8 Porque pobres siempre tendréis con vosotros; pero a mí no siempre tendréis».
9 Entre tanto, una gran multitud de judíos se enteró de que Jesús estaba allí, y fueron, no sólo por Jesús, sino también para ver a Lázaro, al que había resucitado.9 Gran número de judíos supieron que Jesús estaba allí y fueron, no sólo por Jesús, sino también por ver a Lázaro, a quien había resucitado de entre los muertos.
10 Entonces los sumos sacerdotes resolvieron matar también a Lázaro,10 Los sumos sacerdotes decidieron dar muerte también a Lázaro,
11 porque muchos judíos se apartaban de ellos y creían en Jesús a causa de él.11 porque a causa de él muchos judíos se les iban y creían en Jesús.
12 Al día siguiente, la gran multitud que había venido para la fiesta, se enteró de que Jesús se dirigía a Jerusalén.12 Al día siguiente, al enterarse la numerosa muchedumbre que había llegado para la fiesta, de que Jesús se dirigía a Jerusalén,
13 Y, tomando hojas de palmera, salieron a su encuentro y lo aclamaban diciendo: «¡Hosana! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor, el rey de Israel!».13 tomaron ramas de palmera y salieron a su encuentro gritando: «¡ Hosanna! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor, y el Rey de Israel!»
14 Al encontrar un asno, Jesús montó sobre él, conforme a lo que está escrito:14 Jesús, habiendo encontrado un borriquillo, se montó en él, según está escrito:
15 "No temas, hija de Sión; ya viene tu rey, montado sobre la cría de una asna".15 No temas, hija de Sión; mira que viene tu Rey montado en un pollino de asna.
16 Al comienzo, sus discípulos no comprendieron esto. Pero cuando Jesús fue glorificado, recordaron que todo lo que le había sucedido era lo que estaba escrito acerca de él.16 Esto no lo comprendieron sus discípulos de momento; pero cuando Jesús fue glorificado, cayeron en la cuenta de que esto estaba escrito sobre él, y que era lo que le habían hecho.
17 La multitud que había estado con Jesús cuando ordenó a Lázaro que saliera del sepulcro y lo resucitó, daba testimonio de él.17 La gente que estaba con él cuando llamó a Lázaro de la tumba y le resucitó de entre los muertos, daba testimonio.
18 Por eso la gente salió a su encuentro, porque se enteraron del signo que había realizado.18 Por eso también salió la gente a su encuentro, porque habían oído que él había realizado aquella señal.
19 Los fariseos se dijeron unos a otros: «¿Ven que no adelantamos nada? Todo el mundo lo sigue».19 Entonces los fariseos se dijeron entre sí: «¿Veis cómo no adelantáis nada?, todo el mundo se ha ido tras él».
20 Entre los que había subido para adorar durante la fiesta, había unos griegos20 Había algunos griegos de los que subían a adorar en la fiesta.
21 que se acercaron a Felipe, el de Betsaida de Galilea, y le dijeron: «Señor, queremos ver a Jesús».21 Estos se dirigieron a Felipe, el de Betsaida de Galilea, y le rogaron: «Señor, queremos ver a Jesús».
22 Felipe fue a decírselo a Andrés, y ambos se lo dijeron a Jesús.22 Felipe fue a decírselo a Andrés; Andrés y Felipe fueron a decírselo a Jesús.
23 El les respondió: «Ha llegado la hora en que el Hijo del hombre va a ser glorificado.23 Jesús les respondió: «Ha llegado la hora de que sea glorificado el Hijo de hombre.
24 Les aseguro que si el grano de trigo que cae en la tierra no muere, queda solo; pero si muere, da mucho fruto.24 En verdad, en verdad os digo: si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda él solo; pero si muere, da mucho fruto.
25 El que tiene apego a su vida la perderá; y el que no está apegado a su vida en este mundo, la conservará para la Vida eterna.25 El que ama su vida, la pierde; y el que odia su vida en este mundo, la guardará para una vida eterna.
26 El que quiera servirme que me siga, y donde yo esté, estará también mi servidor. El que quiera servirme, será honrado por mi Padre.26 Si alguno me sirve, que me siga, y donde yo esté, allí estará también mi servidor. Si alguno me sirve, el Padre le honrará.
27 Mi alma ahora está turbada, ¿Y qué diré: «Padre, líbrame de esta hora? ¡Sí, para eso he llegado a esta hora!27 Ahora mi alma está turbada. Y ¿que voy a decir? ¡Padre, líbrame de esta hora! Pero ¡si he llegado a esta hora para esto!
28 ¡Padre, glorifica tu Nombre!». Entonces se oyó una voz del cielo: «Ya lo he glorificado y lo volveré a glorificar».28 Padre, glorifica tu Nombre». Vino entonces una voz del cielo: «Le he glorificado y de nuevo le glorificaré».
29 La multitud que estaba presente y oyó estas palabras, pensaba que era un trueno. Otros decían: «Le ha hablado un ángel».29 La gente que estaba allí y lo oyó decía que había sido un trueno. Otros decían: «Le ha hablado un ángel».
30 Jesús respondió: «Esta voz no se oyó por mí, sino por ustedes.30 Jesús respondió: «No ha venido esta voz por mí, sino por vosotros.
31 Ahora ha llegado el juicio de este mundo, ahora el Príncipe de este mundo será arrojado afuera;31 Ahora es el juicio de este mundo; ahora el Príncipe de este mundo será echado fuera.
32 y cuando yo sea levantado en alto sobre la tierra, atraeré a todos hacia mí».32 Y yo cuando sea levando de la tierra, atraeré a todos hacia mí».
33 Jesús decía esto para indicar cómo iba a morir.33 Decía esto para significar de qué muerte iba a morir.
34 La multitud le respondió: «Sabemos por la Ley que el Mesías permanecerá para siempre. ¿Cómo puedes decir: «Es necesario que el Hijo del hombre sea levantado en alto»? ¿Quién es ese Hijo del hombre?».34 La gente le respondió: «Nosotros sabemos por la Ley que el Cristo permanece para siempre. ¿Cómo dices tú que es preciso que el Hijo del hombre sea levantado? ¿Quién es ese Hijo del hombre?»
35 Jesús les respondió: «La luz está todavía entre ustedes, pero por poco tiempo. Caminen mientras tengan la luz, no sea que las tinieblas los sorprendan: porque el que camina en tinieblas no sabe a dónde va.35 Jesús les dijo: «Todavía, por un poco de tiempo, está la luz entre vosotros. Caminad mientras tenéis la luz, para que no os sorprendan las tinieblas; el que camina en tinieblas, no sabe a dónde va.
36 Mientras tengan luz, crean en la luz y serán hijos de la luz». Después de hablarles así, Jesús se fue y se ocultó de ellos.36 Mientras tenéis la luz, creed en la luz, para que seáis hijos de luz». Dicho esto, se marchó Jesús y se ocultó de ellos.
37 A pesar de los muchos signos que hizo en su presencia, ellos no creyeron en él.37 Aunque había realizado tan grandes señales delante de ellos, no creían en él;
38 Así debía cumplirse el oráculo del profeta Isaías, que dice: "Señor, ¿quién ha creído en nuestra palabra? ¿A quién fue revelado el poder del Señor"?38 para que se cumpliera el oráculo pronunciado por el profeta Isaías: Señor, ¿quién dio crédito a nuestras palabras? Y el brazo del Señor, ¿a quién se le reveló?
39 Ellos no podían creer, porque como dijo también Isaías:39 No podían creer, porque también había dicho Isaías:
40 "El ha cegado sus ojos y ha endurecido su corazón, para que sus ojos no vean y su corazón no comprenda, para que no se conviertan ni yo los cure".40 Ha cegado sus ojos, ha endurecido su corazón; para que no vean con los ojos, ni comprendan con su corazón, ni se conviertan, ni yo los sane.
41 Isaías dijo esto, porque vio la gloria de Jesús y habló acerca de él.41 Isaías dijo esto porque vio su gloria y habló de él.
42 Sin embargo, muchos creyeron en él, aun entre las autoridades, pero a causa de los fariseos no lo manifestaron, para no ser expulsados de la sinagoga.42 Sin embargo, aun entre los magistrados, muchos creyeron en él; pero, por los fariseos, no lo confesaban, para no ser excluidos de la sinagoga,
43 Preferían la gloria de los hombres a la gloria de Dios.43 porque prefirieron la gloria de los hombres a la gloria de Dios.
44 Jesús exclamó: «El que cree en mí, en realidad no cree en mí, sino en aquel que me envió.44 Jesús gritó y dijo: «El que cree en mí, no cree en mí, sino en aquel que me ha enviado;
45 Y el que me ve, ve al que me envió.45 y el que me ve a mí, ve a aquel que me ha enviado.
46 Yo soy la luz, y he venido al mundo para que todo el que crea en mí no permanezca en las tinieblas.46 Yo, la luz, he venido al mundo para que todo el que crea en mí no siga en las tinieblas.
47 Al que escucha mis palabras y no las cumple, yo no lo juzgo, porque no vine a juzgar al mundo, sino a salvarlo.47 Si alguno oye mis palabras y no las guarda, yo no le juzgo, porque no he venido para juzgar al mundo, sino para salvar al mundo.
48 El que me rechaza y no recibe mis palabras, ya tiene quien lo juzgue: la palabra que yo he anunciado es la que lo juzgará en el último día.48 El que me rechaza y no recibe mis palabras, ya tiene quien le juzgue: la Palabra que yo he hablado, ésa le juzgará el último día;
49 Porque yo no hablé por mí mismo: el Padre que me ha enviado me ordenó lo que debía decir y anunciar;49 porque yo no he hablado por mi cuenta, sino que el Padre que me ha enviado me ha mandado lo que tengo que decir y hablar,
50 y yo sé que su mandato es Vida eterna. Las palabras que digo, las digo como el Padre me lo ordenó».50 y yo sé que su mandato es vida eterna. Por eso, lo que yo hablo lo hablo como el Padre me lo ha dicho a mí».