Scrutatio

Martedi, 14 maggio 2024 - San Mattia ( Letture di oggi)

Mateo 8


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EL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOSBIBBIA CEI 2008
1 Cuando Jesús bajó de la montaña, lo siguió una gran multitud.1 Scese dal monte e molta folla lo seguì.
2 Entonces un leproso fue a postrarse ante él y le dijo: «Señor, si quieres, puedes purificarme».2 Ed ecco, si avvicinò un lebbroso, si prostrò davanti a lui e disse: «Signore, se vuoi, puoi purificarmi».
3 Jesús extendió la mano y lo tocó, diciendo: «Lo quiero, queda purificado». Y al instante quedó purificado de su lepra.3 Tese la mano e lo toccò dicendo: «Lo voglio: sii purificato!». E subito la sua lebbra fu guarita.
4 Jesús le dijo: «No se lo digas a nadie, pero ve a presentarse al sacerdote y entrega la ofrenda que ordenó Moisés para que les sirva de testimonio».4 Poi Gesù gli disse: «Guàrdati bene dal dirlo a qualcuno; va’ invece a mostrarti al sacerdote e presenta l’offerta prescritta da Mosè come testimonianza per loro».
5 Al entrar en Cafarnaúm, se le acercó un centurión, rogándole»5 Entrato in Cafàrnao, gli venne incontro un centurione che lo scongiurava e diceva:
6 «Señor, mi sirviente está en casa enfermo de parálisis y sufre terriblemente».6 «Signore, il mio servo è in casa, a letto, paralizzato e soffre terribilmente».
7 Jesús le dijo: «Yo mismo iré a curarlo».7 Gli disse: «Verrò e lo guarirò».
8 Pero el centurión respondió: «Señor, no soy digno de que entres en mi casa; basta que digas una palabra y mi sirviente se sanará.8 Ma il centurione rispose: «Signore, io non sono degno che tu entri sotto il mio tetto, ma di’ soltanto una parola e il mio servo sarà guarito.
9 Porque cuando yo, que no soy más que un oficial subalterno, digo a uno de los soldados que están a mis órdenes: «Ve», él va, y a otro: «Ven», él viene; y cuando digo a mi sirviente: «Tienes que hacer esto», él lo hace».9 Pur essendo anch’io un subalterno, ho dei soldati sotto di me e dico a uno: “Va’!”, ed egli va; e a un altro: “Vieni!”, ed egli viene; e al mio servo: “Fa’ questo!”, ed egli lo fa».
10 Al oírlo, Jesús quedó admirado y dijo a los que lo seguían: «Les aseguro que no he encontrado a nadie en Israel que tenga tanta fe.10 Ascoltandolo, Gesù si meravigliò e disse a quelli che lo seguivano: «In verità io vi dico, in Israele non ho trovato nessuno con una fede così grande!
11 Por eso les digo que muchos vendrán de Oriente y de Occidente, y se sentarán a la mesa con Abraham, Isaac y Jacob, en el Reino de los Cielos;11 Ora io vi dico che molti verranno dall’oriente e dall’occidente e siederanno a mensa con Abramo, Isacco e Giacobbe nel regno dei cieli,
12 en cambio, los herederos del reino serán arrojados afuera, a las tinieblas, donde habrá llantos y rechinar los dientes».12 mentre i figli del regno saranno cacciati fuori, nelle tenebre, dove sarà pianto e stridore di denti».
13 Y Jesús dijo al centurión: «Ve, y que suceda como has creído». Y el sirviente se curó en ese mismo momento.13 E Gesù disse al centurione: «Va’, avvenga per te come hai creduto». In quell’istante il suo servo fu guarito.
14 Cuando Jesús llegó a la casa de Pedro, encontró a la suegra de este en cama con fiebre.14 Entrato nella casa di Pietro, Gesù vide la suocera di lui che era a letto con la febbre.
15 Le tocó la mano y se le pasó la fiebre. Ella se levantó y se puso a servirlo.15 Le toccò la mano e la febbre la lasciò; poi ella si alzò e lo serviva.
16 Al atardecer, le llevaron muchos endemoniados, y él, con su palabra, expulsó a los espíritus y curó a todos los que estaban enfermos,16 Venuta la sera, gli portarono molti indemoniati ed egli scacciò gli spiriti con la parola e guarì tutti i malati,
17 para que se cumpliera lo que había sido anunciado por el profeta Isaías: "El tomó nuestras debilidades y cargó sobre sí nuestras enfermedades".17 perché si compisse ciò che era stato detto per mezzo del profeta Isaia:
Egli ha preso le nostre infermità
e si è caricato delle malattie.
18 Al verse rodeado de tanta gente, Jesús mandó a sus discípulos que cruzaran a la otra orilla.18 Vedendo la folla attorno a sé, Gesù ordinò di passare all’altra riva.
19 Entonces se aproximó un escriba y le dijo: «Maestro, te seguiré adonde vayas».19 Allora uno scriba si avvicinò e gli disse: «Maestro, ti seguirò dovunque tu vada».
20 Jesús le respondió: «Los zorros tienen sus cuevas y las aves del cielo sus nidos; pero el Hijo del hombre no tiene dónde reclinar la cabeza».20 Gli rispose Gesù: «Le volpi hanno le loro tane e gli uccelli del cielo i loro nidi, ma il Figlio dell’uomo non ha dove posare il capo».
21 Otro de sus discípulos le dijo: «Señor, permíteme que vaya antes a enterrar a mi padre».21 E un altro dei suoi discepoli gli disse: «Signore, permettimi di andare prima a seppellire mio padre».
22 Pero Jesús le respondió: «Sígueme, y deja que los muertos entierren a sus muertos».22 Ma Gesù gli rispose: «Seguimi, e lascia che i morti seppelliscano i loro morti».
23 Después Jesús subió a la barca y sus discípulos lo siguieron.23 Salito sulla barca, i suoi discepoli lo seguirono.
24 De pronto se desató en el mar una tormenta tan grande, que las olas cubrían la barca. Mientras tanto, Jesús dormía.24 Ed ecco, avvenne nel mare un grande sconvolgimento, tanto che la barca era coperta dalle onde; ma egli dormiva.
25 Acercándose a él, sus discípulos lo despertaron, diciéndole: «¡Sálvanos, Señor, nos hundimos!».25 Allora si accostarono a lui e lo svegliarono, dicendo: «Salvaci, Signore, siamo perduti!».
26 El les respondió: «¿Por qué tienen miedo, hombres de poca fe?». Y levantándose, increpó al viento y al mar, y sobrevino una gran calma.26 Ed egli disse loro: «Perché avete paura, gente di poca fede?». Poi si alzò, minacciò i venti e il mare e ci fu grande bonaccia.
27 Los hombres se decían entonces, llenos de admiración: «¿Quién es este, que hasta el viento y el mar le obedecen?».27 Tutti, pieni di stupore, dicevano: «Chi è mai costui, che perfino i venti e il mare gli obbediscono?».
28 Cuando Jesús llegó a la otra orilla, a la región de los gadarenos, fueron a su encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros. Eran tan feroces, que nadie podía pasar por ese camino.28 Giunto all’altra riva, nel paese dei Gadarèni, due indemoniati, uscendo dai sepolcri, gli andarono incontro; erano tanto furiosi che nessuno poteva passare per quella strada.
29 Y comenzaron a gritar: «¿Que quieres de nosotros, Hijo de Dios? ¿Has venido aquí para atormentarnos antes de tiempo?»29 Ed ecco, si misero a gridare: «Che vuoi da noi, Figlio di Dio? Sei venuto qui a tormentarci prima del tempo?».
30 A cierta distancia había una gran piara de cerdos paciendo.30 A qualche distanza da loro c’era una numerosa mandria di porci al pascolo;
31 Los demonios suplicaron a Jesús: «Si vas a expulsarnos, envíanos a esa piara».31 e i demòni lo scongiuravano dicendo: «Se ci scacci, mandaci nella mandria dei porci».
32 El les dijo: «Vayan». Ellos salieron y entraron en los cerdos: estos se precipitaron al mar desde lo alto del acantilado, y se ahogaron.32 Egli disse loro: «Andate!». Ed essi uscirono, ed entrarono nei porci: ed ecco, tutta la mandria si precipitò giù dalla rupe nel mare e morirono nelle acque.
33 Los cuidadores huyeron y fueron a la ciudad para llevar la noticia de todo lo que había sucedido con los endemoniados.33 I mandriani allora fuggirono e, entrati in città, raccontarono ogni cosa e anche il fatto degli indemoniati.
34 Toda la ciudad salió al encuentro de Jesús y, al verlo, le rogaron que se fuera de su territorio.34 Tutta la città allora uscì incontro a Gesù: quando lo videro, lo pregarono di allontanarsi dal loro territorio.