Scrutatio

Sabato, 27 aprile 2024 - Santa Zita ( Letture di oggi)

Mateo 24


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1Jesús salió del Templo y, mientras iba caminando, sus discípulos se acercaron a él para hacerle notar las construcciones del mismo.2Pero él les dijo: «¿Ven todo esto? Les aseguro que no quedará aquí piedra sobre piedra: todo será destruido».3Cuando llegó al monte de los Olivos, Jesús se sentó y sus discípulos le preguntaron en privado: «¿Cuándo sucederá esto y cuál será la señal de tu Venida y del fin del mundo?».4El les respondió: «Tengan cuidado de que no los engañen,5porque muchos se presentarán en mi Nombre, diciendo: "Yo soy el Mesías", y engañarán a mucha gente.6Ustedes oirán hablar de guerras y de rumores de guerras; no se alarmen: todo esto debe suceder, pero todavía no será el fin.7En efecto, se levantará nación contra nación y reino contra reino. En muchas partes habrá hambre y terremotos.8Todo esto no será más que el comienzo de los dolores del parto.9Ustedes serán entregados a la tribulación y a la muerte, y serán odiados por todas las naciones a causa de mi Nombre.10Entonces muchos sucumbirán; se traicionarán y se odiarán los unos a los otros.11Aparecerá una multitud de falsos profetas, que engañarán a mucha gente.12Al aumentar la maldad se enfriará el amor de muchos,13pero el que persevere hasta el fin, se salvará.14Esta Buena Noticia del Reino será proclamada en el mundo entero como testimonio delante de todos los pueblos, y entonces llegará el fin.15Cuando vean en el Lugar santo la Abominación de la desolación, de la que habló el profeta Daniel –el que lea esto, entiéndalo bien–16los que estén en Judea, que se refugien en las montañas;17el que esté en la azotea de su casa, no baje a buscar sus cosas;18y el que esté en el campo, que no vuelva a buscar su manto.19¡Ay de las mujeres que estén embarazadas o tengas niños de pecho en aquellos días!20Rueguen para que no tengan que huir en invierno o en día sábado.21Porque habrá entonces una gran tribulación, como no la hubo desde el comienzo del mundo hasta ahora, ni la habrá jamás.22Y si no fuera abreviado ese tiempo, nadie se salvaría; pero será abreviado, a causa de los elegidos.23Si alguien les dice entonces: «El Mesías está aquí o está allí», no lo crean.24Porque aparecerán falsos mesías y falsos profetas que harán milagros y prodigios asombrosos, capaces de engañar, si fuera posible, a los mismos elegidos.25Por eso los prevengo.26Si les dicen: "El Mesías está en el desierto", no vayan; o bien: "Está escondido en tal lugar", no lo crean.27Como el relámpago que sale del oriente y brilla hasta el occidente, así será la Venida del Hijo del hombre.28Donde esté el cadáver, se juntarán los buitres.29Inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, la luna dejará de brillar, las estrellas caerán del cielo y los astros se conmoverán.30Entonces aparecerá en el cielo la señal del Hijo del hombre. Todas las razas de la tierra se golpearán el pecho y verán al Hijo del hombre venir sobre las nubes del cielo, lleno de poder y de gloria.31Y él enviará a sus ángeles para que, al sonido de la trompeta, congreguen a sus elegidos de los cuatro puntos cardinales, de un extremo al otro del horizonte.32Aprendan esta comparación, tomada de la higuera: cuando sus ramas se hacen flexibles y brotan las hojas, ustedes se dan cuenta de que se acerca el verano.33Así también, cuando vean todas estas cosas, sepan que el fin está cerca, a la puerta.34Les aseguro que no pasará esta generación, sin que suceda todo esto.35El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.36En cuanto a ese día y esa hora, nadie los conoce, ni los ángeles del cielo, ni el Hijo, sino sólo el Padre.37Cuando venga el Hijo del hombre, sucederá como en tiempos de Noé.38En los días que precedieron al diluvio, la gente comía, bebía y se casaba, hasta que Noé entró en el arca;39y no sospechaban nada, hasta que llegó el diluvio y los arrastró a todos. Lo mismo sucederá cuando venga el Hijo del hombre.40De dos hombres que estén en el campo, uno será llevado y el otro dejado.41De dos mujeres que estén moliendo, una será llevada y la otra dejada.42Estén prevenidos, porque ustedes no saben qué día vendrá su Señor.43Entiéndanlo bien: si el dueño de casa supiera a qué hora de la noche va a llegar el ladrón, velaría y no dejaría perforar las paredes de su casa.44Ustedes también estén preparados, porque el Hijo del hombre vendrá a la hora menos pensada.45¿Cuál es, entonces, el servidor fiel y previsor, a quien el Señor ha puesto al frente de su personal, para distribuir el alimento en el momento oportuno?46Feliz aquel servidor a quien su señor, al llegar, encuentre ocupado en este trabajo.47Les aseguro que lo hará administrador de todos sus bienes.48Pero si es un mal servidor, que piensa: «Mi señor tardará»,49y se dedica a golpear a sus compañeros, a comer y a beber con los borrachos,50su señor llegará el día y la hora menos pensada,51y lo castigará. Entonces él correrá la misma suerte que los hipócritas. Allí habrá llanto y rechinar de dientes.