Scrutatio

Sabato, 27 aprile 2024 - Santa Zita ( Letture di oggi)

Eclesiástico/Ben Sirá 29


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1El que practica la misericordia presta a su prójimo, y el que acude en su ayuda observa los mandamientos.2Presta a tu prójimo cuando esté necesitado, y restitúyele a tu vez en el momento convenido.3Cumple tu palabra y sé leal con él, y encontrarás en todo momento lo que necesites.4Muchos consideran el préstamo como una ganga y ponen en aprietos a quienes los han ayudado.5Hasta que reciben, besan las manos de la gente y hablan con humildad de las riquezas del prójimo, pero en el momento de restituir, piden prórroga, sólo devuelven con palabras quejumbrosas y echan la culpa a las circunstancias.6Si llegan a pagar, el acreedor recibe apenas la mitad y tiene que aceptarlo como un favor. Si no, lo despojan de sus riquezas, y él se gana inútilmente un enemigo que le paga con maldiciones e insultos y le devuelve desprecio en vez de honrarlo.7Así, muchos se niegan a prestar, no por maldad, sino por temor a ser despojados sin razón.8Pero tú sé indulgente con el humilde y no le hagas esperar tu limosna.9Socorre al pobre para cumplir el mandamiento y, en su indigencia, no lo despidas con las manos vacías.10Pierde tu dinero por un hermano y un amigo: que no se herrumbre bajo una piedra y lo pierdas.11Deposita tu tesoro según los mandamientos del Altísimo y te reportará más provecho que el oro;12que el tesoro encerrado en tus graneros sea la limosna, y ella te preservará de todo mal:13mejor que un fuerte escudo y una lanza pesada combatirá a tu favor frente al enemigo.14El hombre de bien sale fiador de su prójimo, pero el que perdió la vergüenza lo deja abandonado.15No olvides los favores de tu fiador, porque él ha expuesto su vida por ti.16El pecador dilapida los bienes de su fiador y el desagradecido abandona al que lo salvó.17La fianza perdió a muchos que vivían prósperamente, los sacudió como una ola del mar;18obligó a expatriarse a hombres poderosos, que anduvieron fugitivos por países extraños.19El pecador que se ofrece como fiador y busca ventaja, se expone a ser procesado.20Socorre a tu prójimo en la medida de tus recursos, pero ten cuidado de no arruinarte.21Lo esencial para la vida es el agua, el pan, la ropa, y una casa para albergarse dignamente.22Más vale vida de pobre en una cabaña que comida exquisita en casa ajena.23Conténtate con lo que tienes, sea poco o mucho, y no oirás que te reprochan por ser un extraño.24Triste vida es andar de casa en casa: donde eres un extraño, no puedes abrir la boca.25Sirves de comer y beber a gente desagradecida, y encima tienes que oír cosas amargas:26–Ven aquí, forastero, prepara la mesa, y si tienes algo a mano, dame de comer».27–»Deja el lugar para alguien más importante; mi hermano viene a hospedarse, y necesito la casa».28¡Qué duro es para un hombre sensible que le reprochen la hospitalidad y le echen en cara una deuda!