Scrutatio

Martedi, 14 maggio 2024 - San Mattia ( Letture di oggi)

1 Macabeos 6


font
EL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOSSAGRADA BIBLIA
1 Mientras tanto, el rey Antíoco recorría las provincias de la meseta. Allí se enteró de que en Persia había una ciudad llamada Elimaida, célebre por sus riquezas, su plata y su oro.1 Enquanto percorria as províncias superiores, soube o rei Antíoco que na Pérsia, em Elimaida, havia uma cidade famosa por suas riquezas, sua prata e ouro.
2 Ella tenía un templo muy rico, donde se guardaban armaduras de oro, corazas y armas dejadas allí por Alejandro, hijo de Filipo y rey de Macedonia, el primero que reinó sobre los griegos.2 Seu templo, extremamente rico, possuía véus de ouro, escudos, couraças e armas, abandonados ali por Alexandre, filho de Filipe, rei da Macedônia, que foi o primeiro a reinar sobre a Grécia.
3 Antíoco se dirigió a esa ciudad para apoderarse de ella y saquearla, pero no lo consiguió, porque los habitantes de la ciudad, al conocer sus planes,3 Dirigiu-se ele para essa cidade, com a finalidade de tomá-la e pilhá-la, mas foi em vão, porque os habitantes haviam sido prevenidos.
4 le opusieron resistencia. El tuvo que huir y se retiró de allí muy amargado para volver a Babilonia.4 Eles se aprontaram para lhe resistir e ele teve que voltar de lá, para alcançar Babilônia com grande humilhação.
5 Cuando todavía estaba en Persia, le anunciaron que la expedición contra el país de Judá había fracasado.5 E eis que, na Pérsia, um mensageiro veio dizer-lhe que as tropas enviadas à Judéia tinham sido derrotadas, 6. e que Lísias, tendo partido a princípio com um poderoso exército, havia fugido na presença dos judeus, os quais haviam aumentado ainda suas forças com armas e tropas e se tinham enriquecido com todo o material raptado de seus campos devastados.
6 Le comunicaron que Lisias había ido al frente de un poderoso ejército, pero había tenido que retroceder ante los judíos, y que estos habían acrecentado su poder, gracias a las armas y al cuantioso botín tomado a los ejércitos vencidos.
7 Además, habían destruido la Abominación que él había erigido sobre el altar de Jerusalén y habían rodeado el Santuario de altas murallas como antes, haciendo lo mismo con Betsur, que era una de las ciudades del rey.7 Eles tinham também destruído a abominação edificada por ele sobre o altar, em Jerusalém, e haviam cercado o templo com altas muralhas, como outrora, assim como a cidade de Betsur.
8 Al oír tales noticias, el rey quedó consternado, presa de una violenta agitación, y cayó en cama enfermo de tristeza, porque las cosas no le habían salido como él deseaba.8 Ouvindo essas novas, o rei ficou irado e profundamente perturbado. Atirou-se à cama e caiu doente de tristeza, porque os acontecimentos não tinham correspondido à sua expectativa.
9 Así pasó muchos días, sin poder librarse de su melancolía, hasta que sintió que se iba a morir.9 Passou assim muitos dias, porque sua mágoa se renovava sem cessar, e pensava na morte.
10 Entonces hizo venir a todos sus amigos y les dijo: «No puedo conciliar el sueño y me siento desfallecer.10 Mandou chamar todos os seus amigos e lhes disse: O sono fugiu dos meus olhos e meu coração desfalece de tristeza.
11 Yo me pregunto cómo he llegado al estado de aflicción y de amargura en que ahora me encuentro, yo que era generoso y amado mientras ejercía el poder.11 Eu repito para mim mesmo: Em que aflição fui eu cair e a que desolação fui eu reduzido até o presente, eu que era bom e querido no tempo de meu poder?
12 Pero ahora caigo en la cuenta de los males que causé en Jerusalén, cuando robé los objetos de plata y oro que había allí y mandé exterminar sin motivo a los habitantes de Judá.12 Mas agora eu me lembro dos males que causei em Jerusalém, de todos os objetos de ouro e de prata que saqueei, e de todos os habitantes da Judéia que exterminei sem motivo.
13 Reconozco que por eso me suceden todos estos males y muero de pesadumbre en tierra extranjera».13 Reconheço que foi por causa disso que todos esses males me fulminaram, e agora morro de tristeza numa terra estrangeira.
14 Luego, llamó a Filipo, uno de sus Amigos, y lo puso al frente de todo su reino.14 Ele chamou Filipe, um de seus amigos, e constituiu-o regente de todo o seu reino.
15 Le entregó su diadema, su manto y su anillo, encargándole que dirigiera a su hijo Antíoco y lo educara para que fuera rey.15 Entregou-lhe seu diadema, seu manto, e seu anel, com a responsabilidade de guiar seu filho Antíoco e de educá-lo para sua realeza.
16 El rey Antíoco murió en aquel lugar, el año ciento cuarenta y nueve.16 O rei Antíoco morreu ali no ano cento e quarenta e nove.
17 Cuando Lisias se enteró de la muerte del rey, puso en el trono a su hijo Antíoco, que él había educado desde niño, dándole el sobrenombre de Eupátor.17 Por sua vez soube Lísias que o rei havia morrido e elevou ao trono seu filho Antíoco que ele havia educado desde a infância, e a quem ele dera o nome de Eupator.
18 La gente de la Ciudadela tenía confinados a los israelitas alrededor del Santuario, y no perdía ocasión de hacerles mal y de apoyar a los paganos.18 Nesse ínterim, os ocupantes da cidadela importunavam os judeus que se dirigiam ao templo, procuravam constantemente causar-lhes dano, para apoiar os gentios.
19 Judas resolvió acabar con ellos y convocó a todo el ejército para sitiarlos.19 Judas resolveu arrancar-lhes das mãos a cidadela e convocou todo o povo para sitiá-los.
20 El año ciento cincuenta, se reunieron todos y sitiaron la Ciudadela, construyendo torres de asalto y empalizadas.20 Reuniram-se, portanto, para começar o cerco no ano cento e cinqüenta, e construíram balistas e máquinas.
21 Pero varios de los sitiados rompieron el cerco y se les unieron algunos renegados de Israel,21 Mas alguns dos sitiados, aos quais se juntaram alguns israelitas perversos, fugiram
22 que acudieron al rey para decirle: «¿Hasta cuándo vas a estar sin hacernos justicia y sin vengar a nuestros hermanos?22 e correram ao rei para lhe dizer: Até quando deixarás de fazer justiça e vingar nossos irmãos?
23 Nosotros aceptamos de buen grado servir a tu padre, cumplir sus órdenes y obedecer sus decretos.23 Julgamos bom servir a teu pai, obedecer suas ordens e seguir suas leis;
24 Por eso, nuestros compatriotas han sitiado la Ciudadela y nos tratan como extraños. Más aún, han matado a los nuestros que caían en sus manos y han confiscado nuestros bienes.24 e os filhos de nosso povo se afastaram de nós como dos estrangeiros. Eles cercam a cidadela; mal capturam um dos nossos, matam-no e pilham os nossos bens.
25 Y no sólo han levantado su mano contra nosotros, sino que también sobre todos los países limítrofes,25 E não é somente sobre nós que eles estendem a mão, mas ainda contra os povos vizinhos.
26 Ahora mismo tienen sitiada la Ciudadela de Jerusalén para apoderarse de ella y han fortificado el Santuario y la ciudad de Betsur.26 Eis que hoje eles se empossaram da cidadela, para serem senhores do templo e da cidade, e fortificaram Betsur.
27 Si no te adelantas rápidamente, harán cosas mayores todavía y ya no podrás detenerlos».27 Se tu não os prevenires, farão ainda piores males e tu não poderás mais detê-los.
28 El rey, al oír esto, se enfureció y convocó a todos sus Amigos, a los capitanes del ejército y a los comandantes de caballería.28 A estas palavras o rei se encolerizou e convocou todos os seus amigos, os generais de seus exércitos e os chefes de sua cavalaria.
29 Además, le llegaron tropas mercenarias de otros reinos y de las islas del mar.29 E ajuntaram-se a ele outros reinos e ilhas marítimas, tropas de mercenários;
30 El número de sus fuerzas era de cien mil soldados, veinte mil jinetes y treinta y dos elefantes adiestrados para la guerra.30 e seu exército atingiu a cem mil infantes, vinte mil cavaleiros e trinta e dois elefantes, prontos para a guerra.
31 Entraron por Idumea y acamparon cerca de Betsur, atacándola durante mucho tiempo con máquinas de guerra. Pero los sitiados, en una salida sorpresiva, se las quemaron y combatieron valerosamente.31 Atravessaram eles a Iduméia e acamparam defronte a Betsur, onde combateram por muito tempo; construíram máquinas, mas os sitiados saíram e lançaram fogo, lutando com coragem.
32 Entonces Judas levantó el sitio de la Ciudades y acampó en Betzacaría, frente al campamento del rey.32 Abandonando a cidadela, veio Judas estabelecer-se em Betzacara, defronte do campo de luta do rei.
33 A la mañana siguiente, el rey se levantó de madrugada y condujo apresuradamente al ejército por el camino de Betzacaría. Las tropas se dispusieron para el ataque y se tocaron las trompetas.33 Ao amanhecer, levantou-se o rei e dirigiu impetuosamente suas tropas em direção a Betzacara: as forças se prepararam para o combate, e soaram as trombetas.
34 A los elefantes les mostraron mosto de uva y de moras para excitarlos al combate.34 Mostraram aos elefantes suco de uvas e de amoras para incitá-los ao combate.
35 Los animales estaban repartidos entre los batallones. Al lado de cada elefante se alineaban mil hombres con cota de malla y cascos de bronce, además de quinientos jinetes escogidos.35 Foram repartidos nas falanges, pondo-se em volta de cada elefante mil homens armados de cotas de malhas e de capacetes de bronze para a cabeça, e quinhentos cavaleiros escolhidos estavam igualmente ao redor de cada animal.
36 Estos estaban pendientes de los movimientos del animal, de manera que adonde iba él, iban también ellos, sin apartarse de su lado.36 Esses cavaleiros tinham o costume de estar com o animal onde quer que ele estivesse e de ir aonde ele ia sem jamais se afastarem dele.
37 Cada elefante llevaba encima, sujeta con cinchas, una sólida torre de madera que servía de defensa, y en cada una de ellas iban tres guerreros que combatían desde allí, además del conductor.37 Sobre cada um havia também fortes torres de madeira, muito firmes e defendidas pelas máquinas. Sobre cada um achavam-se também valentes guerreiros, que combatiam lá em cima, e, finalmente, seu condutor indiano.
38 En cuanto al resto de la caballería, el rey la ubicó a un lado y a otro, sobre los flancos del ejército, con la misión de hostigar al enemigo y cubrir a los batallones.38 O restante da cavalaria, colocada de um lado e de outro, nas duas alas, manobrava cobrindo as falanges.
39 Cuando el sol brilló sobre el oro y el bronce de los escudos, sus reflejos iluminaron las montañas que relucían como antorchas.39 Quando o sol brilhou sobre os escudos de ouro e bronze, a montanha resplandeceu, como que iluminada por outras tantas lâmpadas.
40 Una parte del ejército real se había alineado en lo alto de la montaña, y la otra en el valle. Todos avanzaban con paso seguro y en perfecto orden.40 Uma parte das tropas do rei se espalhou sobre as colinas e outra na planície, caminhando com precaução e em boa ordem.
41 Los israelitas se estremecían al oír el rumor de aquella multitud, el ruido de su marcha y el estrépito de sus armas, porque era un ejército inmenso y poderoso.41 O ruído de seu número, de sua marcha, da colisão de suas armas era pavoroso, porque era um exército extremamente numeroso e possante.
42 Entonces Judas se adelantó con sus tropas para entrar en batalla, y cayeron seiscientos hombres del ejército real.42 Judas, no entanto, avançou com os seus para travar a batalha, e seiscentos homens do exército do rei foram aniquilados.
43 Mientras tanto, Eleazar, llamado Avarán, vio a un elefante pertrechado con una cota real, que sobresalía entre todos los demás, y pensó que en él iba el rey.43 Eleazar, cognominado Avarã, viu que um dos elefantes estava armado com um couraçado real e ultrapassava todos os outros; ele julgou que o rei o montasse.
44 Entonces sacrificó su propia vida para salvar a su pueblo y adquirir una fama imperecedera.44 Projetou então salvar todo o povo e conquistar um nome eterno.
45 Corrió resueltamente hacia él, al través del batallón, matando a derecha e izquierda. Así se abrió paso a un lado y a otro45 Precipitou-se audaciosamente nessa direção, para o meio da falange, matando à direita e à esquerda e separando o inimigo de lado a lado.
46 y se deslizó por debajo del elefante, clavándole su espada. Al desplomarse por tierra el animal, cayó sobre él y lo mató.46 Meteu-se debaixo do elefante e, tomando posição abaixo dele, matou-o. O animal rolou sobre ele, e ele morreu ali.
47 Pero los judíos, al ver el poderío del rey y el empuje de sus tropas, emprendieron la retirada.47 No entanto, averiguando o poder do exército real e a impetuosidade de suas tropas, retiraram-se os judeus.
48 El ejército real subió a Jerusalén, al encuentro de los judíos, y el rey acampó frente a Judea y al monte Sión.48 Mas os soldados do rei subiram-lhe ao encontro até Jerusalém, dirigindo-se então o rei à Judéia e ao monte Sião.
49 El hizo la paz con los habitantes de Betsur, que abandonaron la ciudad por carecer de víveres para resistir el asedio, ya que aquel era un año sabático para la tierra.49 Fez igualmente a paz com os habitantes de Betsur, porquanto estes saíram da cidade, porque já não tinham víveres para continuarem ali, pois era o ano sabático.
50 El rey ocupó Betsur y dejó allí una guarnición para su defensa.50 Assim o rei apoderou-se da cidade e pôs nela uma guarnição.
51 Durante mucho tiempo estuvo sitiando el Santuario. Levantó contra él ballestas y torres de asalto, lanzallamas y catapultas, lanza flechas y hondas.51 Por muitos dias cercou a cidade santa, construiu máquinas, guindastes para lançar fogo ou pedras, escorpiões para lançar flechas e fundas.
52 Los sitiados, por su parte, construyeron armas similares para el contraataque, y así resistieron mucho tiempo.52 De seu lado, os sitiados construíram também máquinas, para se oporem aos seus inimigos, e combateram por muito tempo.
53 Pero, al fin, se agotaron los víveres almacenados, porque era el séptimo año y, además, porque los refugiados en Judea, provenientes de las naciones, habían consumido las últimas reservas.53 Todavia faltavam víveres nos celeiros, por ser o sétimo ano e todos os que se achavam refugiados na Judéia, para fugir dos gentios, haviam esgotado o resto da reserva.
54 Así no quedaron en el Santuario más que unos pocos hombres, porque se hacía sentir el hambre. Los demás se dispersaron, cada uno por su lado.54 Restavam afinal poucos homens para a defesa do templo, atingidos como estavam pela fome e por dispersarem-se cada um para sua casa.
55 Mientras tanto, Lisias se enteró de que Filipo –a quien el rey Antíoco había encargado antes de morir que educara a su hijo Antíoco, para que fuera rey –55 Filipe, que antes de morrer o rei Antíoco fora designado para educar seu filho Antíoco para a realeza, 56. tinha chegado da Pérsia e da Média com o exército do rei e procurava apoderar-se do governo.
56 había vuelto de Persia y de Media con las tropas que acompañaron al rey, y trataba de tomar el poder.
57 Por eso pensó que era necesario partir en seguida y dijo al rey, a los capitanes del ejército y a los soldados: «Cada día estamos peor y escasean los víveres; el lugar que asediamos está bien fortificado y nos urgen los asuntos del reino.57 Soube-o Lísias e apressou a partida dizendo ao rei, aos oficiais e aos homens: Nós nos vamos enfraquecendo aqui dia por dia, temos poucos víveres, e o lugar que sitiamos é forte, enquanto nos devemos ocupar com os negócios do reino.
58 Tendamos la mano a estos hombres, y hagamos la paz con ellos y con toda su nación.58 Estendamos a mão a esses homens e façamos paz com eles e com toda a sua raça.
59 Dejemos que vivan según sus costumbres tradicionales, ya que se han irritado y han hecho todas estas cosas, porque nosotros hemos tratado de abolirlas».59 Deixemo-los viver como outrora segundo as suas próprias leis, porque foi por causa dessas leis que nós abolimos, que eles se revoltaram e fizeram tudo isso.
60 El rey y los capitanes aprobaron la propuesta, y el rey mandó ofrecer la paz a los sitiados. Estos la aceptaron,60 Essa proposta agradou ao rei e aos generais. Enviou, pois, alguém para tratar da paz com os sitiados, que a aceitaram.
61 y el rey y los capitanes se comprometieron con un juramento.61 Sob a palavra do juramento feito pelo rei e os generais, abandonaram a fortaleza.
62 Con esta garantía salieron de la fortaleza y el rey subió al monte Sión. Pero al ver las fortificaciones de aquel lugar, violó el juramento que había hecho y ordenó destruir la muralla que lo rodeaba.62 O rei subiu o monte Sião e visitou as fortificações, mas quebrou a palavra dada e ordenou a destruição da muralha.
63 Luego partió rápidamente y volvió a Antioquía, donde encontró a Filipo dueño ya de la ciudad: lo atacó y ocupó la ciudad por la fuerza.63 Em seguida, partiu a toda a pressa, recuperou Antioquia, onde achou Filipe como senhor da cidade. Atacou-a e tomou a cidade à força.