SCRUTATIO

Sabato, 21 giugno 2025 - San Luigi Gonzaga ( Letture di oggi)

Eclesiástico/Ben Sirá 26


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BIBLIAEL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS
1 Por amor a la ganancia han pecado muchos,
el que trata de enriquecerse desvía la mirada.
1 ¡Feliz el marido de una buena esposa: se duplicará el número de sus días!
2 Entre dos piedras juntas se planta una estaca,
y entre venta y compra se introduce el pecado.
2 La mujer hacendosa es la alegría de su marido y él vivirá en paz hasta el último de sus días.
3 Quien no se aferra enseguida al temor del Señor,
pronto verá derruida su casa.
3 Una buena esposa es una gran fortuna, reservada en suerte a los que temen al Señor:
4 Cuando la criba se sacude, quedan los desechos;
así en su reflexión se ven las vilezas del hombre.
4 sea rico o pobre, su corazón será dichoso y su rostro estará radiante en todo momento.
5 El horno prueba las vasijas de alfarero,
la prueba del hombre está en su razonamiento.
5 Hay tres cosas que me inspiran temor, y por la cuarta imploro misericordia: ciudad dividida, multitud amotinada y falsa acusación son más penosas que la muerte.
6 El fruto manifiesta el cultivo del árbol;
así la palabra, el del pensamiento del corazón humano.
6 Pero pesadumbre y duelo es la mujer celosa de su rival, y en todo está presente el flagelo de la lengua.
7 Antes que se pronuncie no elogies a nadie,
que esa es la prueba de los hombres.
7 Un yugo mal ajustado es una mala mujer: tratar de sujetarla es agarrar un escorpión.
8 Si persigues la justicia, la alcanzarás,
y la revestirás como túnica de gloria.
8 Una mujer bebedora provoca indignación: ella no podrá ocultar si ignominia.
9 Los pájaros van a posarse donde sus semejantes,
la verdad vuelve a quienes la practican.
9 en el descaro de la mirada y en sus pupilas se reconoce la procacidad de una mujer.
10 El león acecha a su presa,
así el pecado a los que practican la injusticia.
10 Redobla la guardia ante una joven atrevida, no sea que descubra una ocasión se aproveche.
11 La conversación del piadoso es siempre sabiduría,
mas el insensato cambia como la luna.
11 Cuídate de las miradas provocativas y no te sorprendas si te incitan al mal.
12 En medio de imbéciles aguarda tu momento,
entre los que piensan demórate.
12 Ella abre la boca como un viajero sediento y bebe toda el agua que se le ofrece; se sienta ante cualquier estaca y abre su aljaba a todas las flechas.
13 La conversación de los necios es algo irritante,
su risa estalla en la molicie del pecado.
13 La gracia de una mujer deleita a su marido y su buen juicio lo llena de vigor.
14 El hablar del jurador eriza los cabellos,
ante sus disputas se tapan los oídos.
14 Una mujer discreta es un don del Señor y no tiene precio la esposa bien educada.
15 Disputa de orgullosos trae efusión de sangre,
sus injurias son penosas de oír.
15 Una mujer pudorosa es la mayor de las gracias y no hay escala para medir a la que es dueña de sí misma.
16 Quien revela los secretos, pierde el crédito,
no encontrará jamás amigo íntimo.
16 Como el sol que se eleva por las alturas del Señor, así es el encanto de la buena esposa es una casa ordenada.
17 Ama a tu amigo y confíate a él,
mas si revelas sus secretos, deja de ir tras él;
17 Como una lámpara que brilla sobre el candelabro sagrado, así es la belleza del rostro sobre un cuerpo esbelto.
18 porque como el que mata elimina a su víctima,
así has destruido la amistad de tu compañero.
18 Columnas de oro sobre un zócalo de plata son las piernas hermosas sobres talones firmes.
19 Como a pájaro que soltaste de tu mano,
así has perdido a tu compañero y no lo recobrarás.
20 No vayas en su busca, porque se fue lejos,
huyó como gacela de la red.
21 Que la herida puede ser vendada,
y para la injuria hay reconciliación,
pero el que reveló el secreto, perdió toda esperanza.
22 Quien guiña el ojo, anda urdiendo el mal,
nadie podrá apartarle de él.
23 Ante tus ojos pone dulce su boca,
y por tus palabras muestra admiración;
mas después cambia de lenguaje,
y con tus palabras anda dando escándalo.
24 Muchas cosas detesto, mas nada como a éste,
y también el Señor le detesta.
25 Quien tira una piedra al aire, sobre su propia cabeza la tira,
el golpe a traición devuelve heridas.
26 Quien cava una fosa, caerá en ella,
quien tiende una red, en ella quedará preso.
27 Quien hace el mal, lo verá caer sobre sí
sin saber de dónde le viene.
28 Escarnio y ultraje son cosa de orgulloso,
mas la venganza como león le acecha.
28 Hay dos cosas que me entristecen y por una tercera se enciende mi enojo: un guerrero sumido en la indigencia, los hombres inteligentes tratados con desprecio y el que vuelve de la justicia al pecado: a este, el Señor lo destina a la espada.
29 Caerán en la red los que se alegran de la caída de los
piadosos,
el dolor los consumirá antes de su muerte.
29 Difícilmente un comerciante se libra de incurrir en falta, y un negociante no estará exento de pecado.
30 Rencor e ira son también abominables,
esa es la propiedad del pecador.