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Martedi, 14 maggio 2024 - San Mattia ( Letture di oggi)

Deuteronomio 29


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EL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOSBIBLIA
1 Moisés convocó a todo Israel, y le dijo: Ustedes han visto con sus propios ojos lo que el Señor hizo en Egipto al Faraón, a sus servidores y a todo su país:1 Moisés convocó a todo Israel y les dijo: Vosotros visteis todo lo que Yahveh hizo a vuestros propios ojos en Egipto con Faraón, sus siervos y todo su país:
2 Las grandes hazañas que ustedes mismos han presenciado, y aquellos signos y prodigios admirables.2 las grandes pruebas que tus mismos ojos vieron, aquellas señales, aquellos grandes prodigios.
3 Pero hasta el día de hoy, el Señor no les había dado inteligencia para entender, ni ojos para ver, ni oídos para oír.3 Pero hasta el día de hoy no os había dado Yahveh corazón para entender, ojos para ver, ni oídos para oír.
4 Yo los hice caminar por el desierto durante cuarenta años, sin que se les gastara la ropa que llevaban puesta ni las sandalias que tenían en los pies.4 Durante cuarento años os he hecho caminar por el desierto, sin que se hayan gastado los vestidos sobre vosotros ni las sandalias en tus pies.
5 No fue pan lo que comieron, ni vino u otro licor lo que bebieron, para que ustedes supieran que yo soy el Señor, su Dios.5 No habéis tenido pan que comer, ni vino o licor fermentado que beber, para que supierais que yo, Yahveh, soy vuestro Dios.
6 Al llegar a este lugar, Sijón, rey de Jesbón, y Og, rey de Basán, nos salieron al encuentro para combatir, pero nosotros los derrotamos.6 Luego llegasteis a este lugar. Sijón, rey de Jesbón, y Og, rey de Basán, salieron a nuestro encuentro para hacernos la guerra, pero los derrotamos.
7 Así conquistamos sus territorios y se los dimos en herencia a las tribus de Rubén y de Gad, y a la mitad de la tribu de Manasés.7 Conquistamos su país, y se lo dimos en heredad a Rubén, a Gad y a la media tribu de Manasés.
8 Por eso, observen fielmente las cláusulas de esta alianza y pónganlas en práctica, para prosperar en todas sus empresas.8 Guardad, pues, las palabras de esta alianza y ponedlas en práctica, para que tengáis éxito en todas vuestras empresas.
9 Hoy todos ustedes han comparecido ante el Señor, su Dios: los jefes con sus tribus, sus ancianos y sus escribas, todos los hombres de Israel9 Aqui estáis hoy todos vosotros en presencia de Yahveh vuestro Dios: vuestros jefes de tribu, vuestros ancianos y vuestros escribas, todos los hombres de Israel,
10 con sus mujeres y sus hijos, y también los extranjeros que se han incorporado a sus campamentos, desde el leñador hasta el aguatero.10 con vuestros hijos y vuestras mujeres (y también el forastero que está en tu campamento, desde tu leñador hasta tu aguador),
11 Todos están aquí para entrar en la alianza del Señor, tu Dios, esa alianza corroborada con una imprecación, que el Señor, tu Dios, hoy hace contigo,11 a punto de entrar en la alianza de Yahveh tu Dios, jurada con imprecación, que Yahveh tu Dios concluye hoy contigo
12 a fin de convertirte en su pueblo y ser tu Dios, como te lo ha prometido y como lo juró a tus padres, a Abraham, a Isaac y a Jacob.12 para hacer hoy de ti su pueblo y ser él tu Dios como te ha dicho y como juró a tus padres Abraham, Isaac y Jacob.
13 Esta alianza, corroborada con una imprecación, no la hago sólo con ustedes.13 Y no solamente con vosotros hago yo hoy esta alianza y esta imprecación,
14 La hago con aquel que hoy está aquí con nosotros delante del Señor nuestro Dios, y con aquel que no está.14 sino que la hago tanto con quien está hoy aquí con nosotros en presencia de Yahveh nuestro Dios como con quien no está hoy aquí con nosotros.
15 Ustedes saben muy bien que nosotros estuvimos en Egipto, y que luego pasamos por varias otras naciones.15 Pues vosotros sabéis cómo vivíamos en Egipto, y cómo hemos pasado por las naciones por las que habéis pasado.
16 Allí vieron los ídolos abominables y los fetiches que ellas tienen, y que no son más que madera y piedra, plata y otro.16 Habéis visto sus monstruos abominables y los ídolos de madera y de piedra, de plata y de oro que hay entre ellos.
17 ¡Que no haya entre ustedes ni hombres ni mujer, ni clan ni tribu, cuyo corazón se aparte hoy del Señor, nuestro Dios, para ir a servir a los dioses de esas naciones! ¡Que no haya entre ustedes una raíz que produzca hierbas venenosas o ajenjo!17 No haya entre vosotros hombre o mujer, familia o tribu, cuyo corazón se aparte hoy de Yahveh vuestro Dios para ir a servir a los dioses de esas naciones. No haya entre vosotros raíz que eche veneno o ajenjo.
18 Porque si alguien, al oír los términos de esa imprecación, se congratula diciendo: «Todo me irá bien aunque persista en mi obstinación, ya que el terreno regado no tiene más sed»,18 Si alguien, después de haber oído las palabras de esta imprecación, se las promete felices en su corazón diciendo: «Aunque me conduzca en la terquedad de mi corazón, todo me irá bien, puesto que la abundancia de agua quitará la sed»,
19 el Señor no lo perdonará. Al contrario, la ira y los celos del Señor se encenderán contra ese hombre, hasta que cada una de las sanciones enumeradas en este Libro caigan sobre él, y el Señor borre su nombre de la tierra.19 Yahveh no se avendrá a perdonarle. Porque la ira y el celo de Yahveh se encenderán contra ese hombre, toda la imprecación escrita en este libro caerá sobre él, y Yahveh borrará su nombre de debajo de los cielos.
20 El Señor lo apartará, para su desgracia, de todas las tribus de Israel, conforme a las sanciones de la alianza consignadas en el libro de esta Ley.20 Yahveh le separará de todas las tribus de Israel, para su desgracia, conforme a todas las imprecaciones de la alianza escrita en el libro de esta Ley.
21 Y las generaciones futuras –los niños que nacerán después de ustedes y los extranjeros que vendrán de tierras lejanas– verán las calamidades y las enfermedades que el Señor habrá infligido a ese país.21 La generación futura, vuestros hijos que vendrán después de vosotros, así como el extranjero llegado de un país lejano, verán las plagas de esta tierra y las enfermedades con que Yahveh la castigará, y exclamarán:
22 Y al ver todo su suelo devastado por el azufre y la sal, donde no se siembra ni crece nada ni brota ninguna hierba –como sucedió en la catástrofe de Sodoma y Gomorra, de Admá y Seboím, a las que él Señor destruyó en su ira y su furor–22 «Azufre, sal, calcinación es su tierra entera; no se sembrará ni germinará ni hierba alguna crecerá en ella, como en la catástrofe de Sodoma y Gomorra, Admá y Seboyím, que Yahveh asoló en su ira y su furor».
23 Todas las naciones preguntarán: «¿Por qué el Señor trató así a esta tierra? ¿De dónde procede este enojo tan tremendo?»23 Y todas las naciones preguntarán: «¿Por qué ha tratado así Yahveh a esta tierra? ¿Por qué el ardor de tan gran ira?»
24 Y las mismas naciones responderán: «Porque abandonaron la alianza que el Señor, el Dios de sus padres, hizo con ellos cuando los hizo salir de Egipto.24 Y se dirá: «Porque han abandonado la alianza que Yahveh, Dios de sus padres, había concluido con ellos al sacarlos del país de Egipto;
25 Fueron a servir a otros dioses y a postrarse delante de ellos, a dioses que no conocían y que él no les había dado en suerte.25 porque se han ido a servir a otros dioses y se han postrado ante ellos, dioses que no conocían y que él no les había dado en suerte.
26 Por eso el Señor se irritó contra este país y atrajo sobre él todas las maldiciones consignadas en este Libro.26 Por eso se ha encendido la ira de Yahveh contra este país y ha traído sobre él toda la maldición escrita en este libro.
27 El Señor los arrancó de su suelo, con enojo, furia y gran indignación, y los deportó a otra tierra, como sucede todavía hoy.27 Yahveh los ha arrancado de su suelo con ira, furor y gran indignación, y los ha arrojado a otro país donde hoy están».
28 Las cosas ocultas conciernen al Señor, nuestro Dios pero las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos, para que practiquemos siempre todas las palabras de esta Ley.28 Las cosas secretas pertenecen a Yahveh nuestro Dios, pero las cosas reveladas nos atañen a nosotros y a nuestros hijos para siempre, a fin de que pongamos en práctica todas las palabras de esta Ley.