Salmi 86

BIBBIA VOLGARE	EL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS
1 Salmo del cantico, alli figliuoli di Core. Li fondamenti suoi (sono posti) ne' monti santi; ama il Signore le porte di Sion sopra tutti li tabernacoli di Iacob.	1 Oración de David. Inclina tu oído, Señor, respóndeme, porque soy pobre y miserable;
2 Città di Dio, gloriose cose dette sono di te.	2 protégeme, porque soy uno de tus fieles, salva a tu servidor que en ti confía.
3 Arricorderommi di Raab e di Babilonia, che sanno me.	3 Tú eres mi Dios: ten piedad de mí, Señor, porque te invoco todo el día;
4 Ecco che gli estranei e il Tiro e il popolo de' Etiopii, questi furono quivi.	4 reconforta el ánimo de tu servidor, porque a ti, Señor, elevo mi alma.
5 Adunque non dirà Sion: l' uomo, e l'uomo è nasciuto in essa, ed esso Altissimo fondò quella?	5 Tú, Señor, eres bueno e indulgente, rico en misericordia con aquellos que te invocan:
6 Il Signore ha narrato ne[le] scritture de' popoli e de' loro principi che furono in essa.	6 ¡atiende, Señor, a mi plegaria, escucha la voz de mi súplica!
7 (Che) è in te la abitazione, come di tutti li rallegranti.	7 Yo te invoco en el momento de la angustia; porque tú me respondes.
	8 No hay otro dios igual a ti, Señor, ni hay obras como las tuyas.
	9 Todas las naciones que has creado vendrán a postrarse delante de ti y glorificarán tu Nombre, Señor.
	10 porque tú eres grande, Dios mío, y eres el único que hace maravillas.
	11 Indícame tu camino, Señor, para que yo viva según tu verdad; orienta totalmente mi corazón al temor de tu Nombre.
	12 Te daré gracias, Dios mío, de todo corazón, y glorificaré tu Nombre eternamente;
	13 porque es grande el amor que me tienes, y tú me libraste del fondo del Abismo.
	14 Dios mío, los orgullosos se levantaron contra mí, y una banda de forajidos atenta contra mi vida sin preocuparse para nada de ti.
	15 Pero tú, Señor, Dios compasivo y bondadoso, lento para enojarte, rico en amor y fidelidad,
	16 vuelve hacia mí tu rostro y ten piedad de mí; fortalece a tu servidor, salva a tu hijo de tu servidora.
	17 Dame una prueba de tu bondad, para que mis adversarios queden confundidos, al ver que tú, Señor, eres mi ayuda y mi consuelo.