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Martedi, 30 aprile 2024 - San Pio V ( Letture di oggi)

Jeremias 44


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SAGRADA BIBLIAEL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS
1 Eis a palavra que foi dirigida a Jeremias a propósito de todos os judeus, residentes no Egito, em Migdol, em Táfnis, em Mênfis e na região de Faturés:1 Palabra que llegó a Jeremías para todos los judíos que habitaban en Egipto, los que habitaban en Migdol, en Tafnis, en Nof y en el distrito de Patrós:
2 Eis o que diz o Senhor dos exércitos, Deus de Israel: vistes todas as calamidades que fiz recair sobre Jerusalém e sobre todas as cidades de Judá. Converteram-se, agora, em desertos inabitáveis.2 Así habla el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: Ustedes han visto todo el mal que atraje sobre Jerusalén y sobre todas las ciudades de Judá: hoy ellas están en ruinas y sin habitantes,
3 {Tudo isso aconteceu} por causa do mal que cometeram, irritando-me por incensarem e renderem culto a deuses estranhos que não conheciam, nem vós nem vossos pais.3 a causa del mal que cometieron para agraviarme, yendo a quemar incienso en honor de otros dioses que no conocías ellos, ni ustedes, ni sus padres.
4 Desde o início, contudo, jamais cessei de enviar-vos os profetas, meus servos, a fim de dizer-vos que não devíeis cometer tão detestáveis abominações.4 Yo les envié incansablemente a todos mis servidores los profetas, para decirles: No cometan estas cosas abominables que yo detesto.
5 Não me escutaram, porém, e nem deram ouvidos, recusando abandonar sua maldade e cessar de oferecer incenso a deuses estranhos.5 Pero ellos no han escuchado ni han inclinado su oído, a fin de convertirse de su maldad dejando de quemar incienso a otros dioses.
6 Assim, sobre eles recaiu toda a minha cólera, consumindo as cidades de Judá e as ruas de Jerusalém, que ficaram reduzidas ao estado de devastação, como hoje se apresentam.6 Entonces se derramaron mi ira y mi furor, y abrasaron las ciudades de Judá y las calles de Jerusalén, que se han convertido en ruina y desolación, como sucede en el día de hoy.
7 E, agora, eis o que diz o Senhor dos exércitos, Deus de Israel: por que trabalhais assim contra vós mesmos, causando desse modo no seio de Judá a exterminação dos homens, das mulheres, das crianças e dos meninos de peito, a tal ponto que de vosso povo ninguém sobreviverá,7 Y ahora, así habla el señor, Dios de los ejércitos, el Dios de Israel: ¿Por qué se hacen un mal tan grande a ustedes mismos? ¿Por qué se hacen exterminar de en medio de Judá, hombres y mujeres, niños y pequeños, sin dejar para ustedes ni siquiera un resto?
8 dado que me irritastes pela vossa vida, ofertando incenso a deuses estranhos, aqui no Egito, aonde viestes estabelecer-vos? Por que perecer e tornar-vos entre todas as nações da terra um tema de maldição e objeto de vergonha?8 Esto es lo que consiguen, agraviándome con las obras de sus manos y quemando incienso a otros dioses en el país de Egipto, donde han entrado para residir allí, a fin de hacerse exterminar y convertirse en maldición e ignominia entre todas las naciones de la tierra.
9 Esquecestes os crimes de vossos pais, os dos reis de Judá e das mulheres de vossa terra, vossos próprios crimes e os de vossas mulheres, cometidos na terra de Judá e nas ruas de Jerusalém?9 ¿Acaso han olvidado la maldad de sus padres, la maldad de los reyes de Judá y la de sus príncipes, la maldad de ustedes mismos y de sus mujeres, cometidas en el país de Judá y en las calles de Jerusalén?
10 Nenhum arrependimento até hoje sentiram, nem temor tiveram. Não observaram minha lei, nem os mandamentos que vos havia imposto assim como a vossos pais.10 Hasta el día de hoy, ellos no han sentido compunción ni temor y no han caminado conforme a mi Ley y a mis preceptos, que yo puse delante de ustedes y de sus padres.
11 Eis por que, assim disse o Senhor dos exércitos, Deus de Israel, vou desviar de vós a minha face para vossa desgraça e extermínio de Judá.11 Por eso, así habla el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: Yo vuelvo mi rostro contra ustedes para su mal, para exterminar a todo Judá
12 E tomarei o resto de Judá que quis vir habitar no Egito. Perecerão todos, vítimas da espada e da fome. Perecerão pequenos e grandes, pela espada e pela fome; serão citados como execráveis, e constituirão objeto de espanto, de maldição e de opróbrio.12 Tomaré al resto de Judá que se empeñó en entrar en Egipto para residir allí, y todos desaparecerán completamente en el país de Egipto: caerán bajo la espada, desaparecerán completamente por el hambre desde el más pequeño al más grande, morirán por la espada y el hambre, y se convertirán en imprecación, devastación, maldición e ignominia.
13 Castigarei os que residem no Egito, como o fiz em Jerusalém, pela espada, pela fome e pela peste.13 Yo pediré cuanta a los que habitan en el país Egipto como le pedí cuanta a Jerusalén por medio de la espada, el hambre y la peste.
14 Dos que vieram de Judá estabelecer-se no Egito, nenhum escapará nem sobreviverá para regressar à Judéia, local a que aspiram voltar para lá de novo habitar. Ninguém voltará, a não ser alguns fugitivos.14 No habrá fugitivo ni sobreviviente para el resto de Judá, para los que entraron el país de Egipto a fin de residir allí. En cuanto a volver al país de Judá, adonde ellos suspiran por volver, no, no volverán, salvo algunos fugitivos.
15 Então, todos os homens, cientes de que suas mulheres ofereciam incenso aos deuses estranhos, todas as mulheres em grande número lá reunidas e todo o povo residente em Faturés, no Egito, responderam a Jeremias:15 Todos los hombres que sabían que sus mujeres quemaban incienso a otros dioses, así como también las mujeres presentes –una gran asamblea– y todo el pueblo que habitaba en el país de Egipto, en Patrós, respondieron a Jeremías:
16 O que nos dizes em nome do Senhor não o aceitamos.16 «En lo que respecta a la palabra que nos has dirigido en nombre del Señor, no te escucharemos.
17 Cumpriremos, porém, todas as promessas que fizemos de queimar incenso à rainha do céu e de lhe oferecer libações, como o fazíamos, nós e nossos pais, nossos reis e chefes, nas cidades de Judá e nas ruas de Jerusalém. Então, tínhamos pão em fartura, vivíamos na abundância e não sabíamos o que fosse a desgraça.17 Por el contrario, llevaremos a cabo la promesa que ha salido de nuestra boca: quemaremos incienso a la Reina de los cielos y le haremos libaciones, como lo hacíamos nosotros y nuestros padres, nuestros reyes y nuestros príncipes, en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén. Entonces nos saciábamos de pan, éramos felices y no veíamos la desgracia.
18 Ora, depois que cessamos de queimar incenso à rainha do céu e de lhe oferecer libações, tudo nos falta, e perecemos pela espada e pela fome.18 Pero desde que dejamos de quemar incienso a la Reina de los cielos y de derramarle libaciones, carecemos de todo y desapareceremos completamente por la espada y el hambre».
19 Além disso, quando queimamos incenso à rainha do céu e lhe oferecemos libações, é, porventura, sem o consentimento de nossos maridos que ofertamos torta à sua efígie e lhe rendemos libações?19 Y las mujeres añadieron: «Cuando nosotros quemamos incienso a la Reina de los cielos y le derramamos libaciones, ¿acaso hacemos tortas con su figura y le derramamos libaciones sin el consentimiento de nuestros maridos?».
20 Dirigiu-se então Jeremias à multidão, aos homens e mulheres e a quantos lhe haviam assim respondido:20 Jeremías dijo entonces a todo el pueblo, a los hombres, a las mujeres y a toda la gente que le había dado esa respuesta:
21 Do incenso que queimastes, disse-lhes, nas cidades de Judá e nas ruas de Jerusalém, vós, vossos pais, vossos reis e chefes, assim como o povo, não se terá recordado o Senhor e nisso não terá pensado?21 «¿Acaso el Señor no recordó y tuvo bien presente ese incienso que ustedes quemaban en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén, ustedes y sus padres, sus reyes y sus príncipes, y también el pueblo del país?
22 Não tendo o Senhor podido suportar mais tempo a maldade de vossos atos e abominações, foi nossa terra reduzida ao estado de solidão, devastada e amaldiçoada, onde ninguém mais habita, como hoje se apresenta.22 Y como el Señor ya no podía soportar las malas acciones y las abominaciones que ustedes cometían, su país se ha convertido en un desierto, una devastación y una maldición, y ha quedado despoblado, como en el día de hoy.
23 E, se a calamidade presente vos adveio, é porque oferecestes o incenso desse modo, pecando contra o Senhor, e porque lhe recusastes ouvir a voz e observar suas leis e preceitos.23 Porque ustedes quemaron incienso y pecaron contra el Señor, porque ustedes no escucharon la voz del Señor ni caminaron según su Ley, sus preceptos y sus testimonios, por eso les ha sobrevenido esta desgracia, como en el día de hoy».
24 Jeremias acrescentou, a respeito do povo e das mulheres: Escutai a palavra do Senhor, povo de Judá que reside no Egito.24 Jeremías dijo a todos los hombres y todas las mujeres: «Escuchen la palabra del Señor, todos ustedes, gente de Judá, que están en el país de Egipto:
25 Eis o que diz o Senhor dos exércitos, Deus de Israel: vós e vossas mulheres fazeis com as mãos o que diz a vossa boca. Dizeis: cumpriremos as promessas de oferecer incenso e libações em honra da rainha do céu. - Pois bem! Cumpri vossos votos, mantende vossas promessas.25 Así habla el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: Ustedes, las mujeres, con su boca han declarado esto, y con sus manos lo han llevado a cabo: «Cumpliremos nuestros votos de quemar incienso a la Reina de los cielos y derramarle libaciones». Muy bien: ¡cumplan sus votos, hagan libaciones!
26 Escutai, porém, a palavra do Senhor, judeus que habitais no Egito. Eis, diz o Senhor, pelo meu grande nome eu juro! Esse nome não será mais pronunciado em todo o Egito por nenhum homem de Judá, dizendo: Pela vida do Senhor Javé!26 Pero escuchen la palabra del Señor, todos ustedes, gente de Judá que habitan en el país de Egipto: Juro por mi gran Nombre –dice el Señor– que mi Nombre no será más invocado por la boca de ningún hombre de Judá, y que nadie dirá: ¡Por la vida del Señor! en todo el país de Egipto.
27 Vou ocupar-me com eles para a desgraça e não para o bem. Todos os judeus que residem no Egito perecerão pela espada e pela fome, até o total aniquilamento.27 Yo vigilo sobre ustedes para mal y no para bien: todos los hombres de Judá que están en el país de Egipto desaparecerán completamente por la espada y por el hambre, hasta ser exterminados.
28 O pequeno número deles que escapar à espada voltará do Egito para Judá. Os sobreviventes de Judá que vierem estabelecer-se no Egito saberão que predição se há de consumar, se a minha, ou a deles.28 Sólo unos pocos librados de la espada retornarán de Egipto al país de Judá. Y todo el resto de Judá, los que entraron el país de Egipto para residir allí, sabrán qué palabra se realiza, si la mía o la de ellos.
29 Eis o sinal - oráculo do Senhor - pelo qual reconhecereis que, aqui mesmo, me laçarei contra vós, a fim de que saibais que minha predição se há de cumprir com certeza para a vossa desgraça.29 Y esta será para ustedes –oráculo del Señor– la señal de que yo voy a castigarlos, en este lugar, a fin de que sepan que mis palabras contra ustedes se cumplirán seguramente para su propio mal:
30 Eis o que diz o Senhor: vou entregar o faraó Hofra, rei do Egito, aos seus inimigos e àqueles que lhe querem roubar a vida, assim como entreguei Sedecias, rei de Judá, ao poder de Nabucodonosor, rei de Babilônia, seu inimigo, e que lhe procurava tirar a vida.30 Así habla el Señor: Voy a entregar al faraón Jofrá, rey de Egipto, en manos de sus enemigos y en manos de los que atentan contra su vida, como entregué a Sedecías, rey de Judá, en manos de su enemigo Nabucodonosor, rey de Babilonia, que intentaba quitarle la vida».