Scrutatio

Martedi, 30 aprile 2024 - San Pio V ( Letture di oggi)

Jeremias 38


font
SAGRADA BIBLIABIBLIA
1 Safatias, filho de Matã, Gedelias, filho de Fassur, Jucal, filho de Selemias, e Fassur, filho de Melquias, ouviram as palavras que Jeremias pronunciara diante de todos.1 Oyeron Sefatías, hijo de Mattán, Guedalías, hijo de Pasjur, hijo de Malkiyías, las palabras que Jeremías hablaba a todo el pueblo:
2 Oráculo do Senhor, dizia ele: aquele que ficar na cidade morrerá pela espada, fome e peste, ao passo que o que sair, a fim de se entregar aos caldeus, viverá, e a vida a salvo será seu espólio. E viverá.2 «Así dice Yahveh: Quien se quede en esta ciudad, morirá de espada, de hambre y de peste, mas el que se entregue a los caldeos vivirá, y eso saldrá ganando.
3 Oráculo do Senhor: a cidade será entregue ao exército do rei de Babilônia, que a tomará de assalto.3 Así dice Yahveh: Sin remisión será entregada esta ciudad en mano de las tropas del rey de Babilonia, que la tomará».
4 Disseram, então, os chefes ao rei: Seja esse homem eliminado, pois que desencoraja o que resta de guerreiros na cidade em todo o povo, proferindo semelhantes palavras. Não procura ele a salvação do povo mas a sua perdição.4 Y dijeron aquellos jefes al rey: «Ea, hágase morir a ese hombre, porque con eso desmoraliza a los guerreros que quedan en esta ciudad y a toda la plebe, diciéndoles tales cosas. Porque este hombre no procura en absoluto el bien del pueblo, sino su daño».
5 Respondeu-lhes o rei Sedecias: "Ele está em vossas mãos. O rei nada vos pode recusar.5 Dijo el rey Sedecías: «Ahí le tenéis en vuestras manos, pues nada podría el rey contra vosotros».
6 Tomaram então Jeremias e, por meio de cordas, o fizeram descer na cisterna de Melquias, o príncipe real, a qual se encontrava no pátio do cárcere. Não havia água na cisterna; havia, porém, lodo, onde Jeremias se atolou.6 Ellos se apoderaron de Jeremías, y lo echaron a la cisterna de Malkiyías, hijo del rey, que había en el patio de la guardia, descolgando a Jeremías con sogas. En el pozo no había agua, sino fango, y Jeremías se hundió en el fango.
7 Um eunuco etíope do palácio real, chamado Abdemelec, soube, porém, que haviam lançado Jeremias na cisterna. Como estivesse o rei nesse momento assentado à porta de Benjamim,7 Pero Ebed Mélek el kusita - un eunuco de la casa del rey - oyó que habían metido a Jeremías en la cisterna. El rey estaba sentado en la puerta de Benjamín.
8 saiu ele do palácio para ir encontrá-lo.8 Salió Ebed Mélek de la casa del rey, y habló al rey en estos términos:
9 Ó rei, meu Senhor, disse-lhe o eunuco, andaram mal esses homens, tratando assim o profeta Jeremias e lançando-o na cisterna. Morrerá de fome, pois que não há mais pão na cidade.9 «Oh mi señor el rey, está mal hecho todo cuanto esos hombres han hecho con el profeta Jeremías, arrojándole a la cisterna. Total lo mismo se iba a morir de hambre, pues no quedan ya víveres en la ciudad».
10 Respondeu-lhe então o rei com esta ordem: Leva daqui contigo trinta homens e faze com que retirem o profeta Jeremias da cisterna, antes que morra.10 Entonces ordenó el rey a Ebed Mélek el kusita: «Toma tú mismo de aquí treinta hombres, y subes al profeta Jeremías del pozo antes de que muera».
11 Abdemelec, tomando então os homens consigo, dirigiu-se ao palácio e ao vestiário da tesouraria e de lá tirou pedaços de estofo e velhos andrajos. E, tomando uma corda, fê-los descer até Jeremias, na cisterna.11 Ebed Mélek tomó consigo a los hombres y entrando en la casa del rey, al vestuario del tesoro, tomó allí deshechos de paños y telas, y con sogas los descolgó por la cisterna hasta Jeremías.
12 Coloca, disse Abdemelec a Jeremias, estes pedaços de estofo e estes retalhos sob tuas axilas embaixo das cordas. Assim fez o profeta.12 Dijo Ebed Mélek el kusita a Jeremías: «Hala, ponte los deshechos de paños y telas entre los sobacos y las sogas». Así lo hizo Jeremías,
13 Então, erguendo-o por meio das cordas, retiraram-no para fora da cisterna. E Jeremias ficou no pátio do cárcere.13 y halando a Jeremías con las sogas le subieron de la cisterna. Y Jeremías se quedó en el patio de la guardia.
14 Mandou então o rei Sedecias que lhe trouxessem o profeta Jeremias e o conduzissem à terceira porta do templo, e lhe disse: Tenho algo a perguntar-te; nada me ocultes.14 Entonces el rey Sedecías mandó traer al profeta Jeremías a la entrada tercera que había en la Casa de Yahveh, y dijo el rey a Jeremías: «Yo te pregunto una cosa: no me ocultes nada».
15 Disse Jeremias ao rei: Se eu te responder, não me mandarás matar? Aliás, se te der um conselho, não me ouvirás.15 Dijo Jeremías a Sedecías: «Si te soy sincero, seguro que me matarás; y aunque te aconseje, no me escucharás».
16 Então o rei Sedecias fez em segredo a Jeremias este juramento: Pela vida de Deus que nos deu a vida, não te mandarei matar nem te entregarei aos que odeiam a tua vida!16 El rey Sedecías juró a Jeremías en secreto: «Por vida de Yahveh, y por la vida que nos ha dado, que no te haré morir ni te entregaré en manos de estos hombres que andan buscando tu muerte».
17 E Jeremias disse então a Sedecias: Eis o que diz o Senhor dos exércitos, Deus de Israel: se te entregares aos oficiais do rei de Babilônia, terás a vida salva e a cidade não será queimada. E sobreviverás, assim como tua família.17 Dijo Jeremías a Sedecías: «Así dice Yahveh, el Dios Sebaot, el Dios de Israel: Si sales a entregarte a los jefes del rey de Babilonia, vivirás tú mismo y esta ciudad no será incendiada: tanto tú como los tuyos viviréis.
18 Mas, se te não entregares aos oficiais do rei de Babilônia, cairá a cidade nas mãos dos caldeus, os quais a incendiarão. E tu não lhes escaparás.18 Pero si no te entregas a los jefes del rey de Babilonia, esta ciudad será puesta en manos de los caldeos e incendiada, y tú no escaparás de sus manos».
19 Temo os judeus, replicou o rei Sedecias, que já se aliaram aos caldeus, e que me maltratarão se a eles for entregue.19 Dijo el rey Sedecías a Jeremías: «Me preocupan los judíos que se han pasado a los caldeos, no vaya a ser que me entreguen en sus manos, y éstos hagan mofa de mí».
20 Tal não acontecerá, retorquiu Jeremias. Escuta, portanto, a voz do Senhor naquilo que te digo: nada te acontecerá e terás a vida salva.20 Pero replicó Jeremías: «No te entregarán. ¡Ea!, oye la voz de Yahveh en esto que te digo, que te resultará bien y quedarás con vida.
21 Mas, se recusares entregar-te, eis {a visão} que o Senhor me mostrou:21 Mas si rehúsas a salir, esto es lo que me ha mostrado Yahveh.
22 todas as mulheres que ficarem no palácio do rei de Judá serão entregues aos oficiais do rei de Babilônia. E elas dirão: foste enganado, e te subjugaram os teus bons amigos. Desapareceram, enquanto teus pés se atolavam na lama.22 Mira que todas las mujeres que han permanecido en la casa del rey de Judá serán sacadas adonde los jefes del rey de Babilonia, e irán diciendo: Te empujaron y pudieron contigo aquellos con quienes te saludabas. Se hundieron en el lodo tus pies, hiciéronse atrás.
23 Todas as tuas mulheres e teus filhos serão entregues aos caldeus. E tu não lhes escaparás. Serás feito prisioneiro pelo rei de Babilônia e a cidade será entregue às chamas!23 Y a todas tus mujeres y tus hijos irán sacando adonde los caldeos, y tú no escaparás de ellos, sino que en manos del rey de Babilonia serás puesto, y esta ciudad será incendiada».
24 Disse, então, Sedecias e Jeremias: Que ninguém saiba do que falamos, senão poderás morrer.24 Entonces dijo Sedecías a Jeremías: «Que nadie sepa nada de esto, y no morirás.
25 Se souberem os ministros que tivemos esta entrevista, se te vierem procurar a fim de perguntar-te, sob ameaça de morte, tudo quanto te disse o rei, sem nada ocultar,25 Aunque se enteren los jefes de que he estado hablando contigo, y viniendo a ti te digan: “Decláranos qué has dicho al rey sin ocultárnoslo, y así no te mataremos, como también lo que el rey te ha hablado”,
26 dir-lhes-ás: fui suplicar ao rei que não fosse reconduzido à casa de Jonatã, onde encontraria a morte.26 tú les dirás: “He pedido al rey la gracia de que no se me devuelva a casa de Jonatán a morirme allí.”»
27 Com efeito, todos os ministros foram interrogá-lo, tendo-lhes respondido o profeta exatamente como lhe ordenara o rei. Deixaram-no então tranqüilo, porquanto nada transpirou da conversa havida.27 En efecto, vinieron todos los jefes a Jeremías, le interrogaron, y él les respondió conforme a lo que queda dicho que le había mandado el rey: y ellos quedaron satisfechos, porque nada se sabía de lo hablado.
28 Assim passou Jeremias a habitar o pátio do cárcere, até o dia da tomada de Jerusalém. De fato, lá estava ele quando foi expugnada Jerusalém...28 Así quedó Jeremías en el patio de la guardia, hasta el día en que fue tomada Jerusalén. Ahora bien, cuando fue tomada Jerusalén...