Scrutatio

Giovedi, 2 maggio 2024 - Sant´ Atanasio ( Letture di oggi)

Livro de Judite 4


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SAGRADA BIBLIAEL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS
1 Ouvindo isso, os israelitas de Judá ficaram muito alarmados com a aproximação (de Holofernes).1 Los israelitas que habitaban en Judea se enteraron de la manera como Holofernes, general en jefe de Nabucodonosor, rey de los asirios, había tratado a aquellos pueblos y cómo había devastado sus santuarios, entregándolos luego a la destrucción.
2 O medo e o terror apoderaram-se deles, temendo que ele fizesse a Jerusalém e ao templo do Senhor o mesmo que ele fizera às outras cidades e aos seus templos.2 Un pánico indescriptible cundió entre ellos ante la presencia de Holofernes y temblaron por la suerte de Jerusalén y la del Templo del Señor, su Dios.
3 Mandaram mensageiros por toda a Samaria e seus arredores até Jericó, e ocuparam todos os cumes dos montes.3 Hacía poco tiempo, en efecto, que ellos habían vuelto del cautiverio, y sólo recientemente se había congregado todo el pueblo de Judea y habían sido consagrados los objetos de culto, el altar y el Templo, antes profanados.
4 Cercaram de muros todas as suas cidades e armazenaram trigo para poderem sustentar o combate.4 Entonces alertaron a toda la región de Samaría, a Coná, a Bet Jorón, a Belmain, a Jericó, a Jobá, a Esorá y al valle de Salem.
5 De seu lado, o sumo sacerdote Eliacim escreveu a todos os que habitavam defronte de Esdrelon, que está fronteira à grande planície vizinha de Dotain, e a todos os das terras pelas quais havia passagens,5 Luego ocuparon apresuradamente las cimas de las montañas más elevadas, fortificaron las aldeas situadas en ellas y se abastecieron de víveres en previsión de una guerra, ya que hacía poco que había terminado la cosecha de sus campos.
6 pedindo-lhes que ocupassem as vertentes montanhosas que davam acesso a Jerusalém, e que pusessem guarnições nos desfiladeiros por onde se pudesse passar.6 Joaquím, el sumo sacerdote que entonces residía en Jerusalén, escribió a los habitantes de Betulia y de Betomestaim, que están frente a Esdrelón, ante la llanura contigua a Dotaim,
7 Os israelitas executaram todas as ordens de Eliacim, sacerdote do Senhor.7 para decirles que ocuparan las subidas de la montaña, porque eran el único camino de acceso a la Judea. Les advertía, además, que sería fácil detener a los invasores, ya que lo angosto del desfiladero no permitía el paso de más de dos hombres a la vez.
8 Todo o povo orou fervorosamente ao Senhor; humilharam suas almas com jejuns e orações, eles e suas mulheres.8 Los israelitas cumplieron todo lo que les había ordenado el sumo sacerdote Joaquím y el consejo de los ancianos del pueblo de Israel, que residían en Jerusalén.
9 Os sacerdotes vestiram-se de cilício, as crianças prostraram-se diante do templo do Senhor, e cobriu-se o altar do Senhor com um cilício.9 Todos los hombres de Israel clamaron insistentemente a Dios y observaron un riguroso ayuno.
10 Unidos de coração e de alma, clamaram ao Senhor que não entregasse seus filhos à rapina do vencedor, suas mulheres à devassidão, suas cidades ao extermínio, seu templo à profanação, e não permitisse que eles próprios se tornassem o opróbrio das nações pagãs.10 Ellos con sus mujeres y sus hijos, su ganado, y todos los que residían con ellos, sus mercenarios y esclavos, se vistieron con sayales.
11 Eliacim, sumo sacerdote do Senhor, percorreu então todo o país de Israel e falou ao povo11 Y todos los israelitas que habitaban en Jerusalén, hombres, mujeres y niños, se postraron ante el Templo, cubrieron de ceniza sus cabezas y extendieron sus sayales ante la presencia del Señor. Cubrieron el altar con un sayal
12 nestes termos: Estai certos de que o Senhor vos ouvirá, se perseverardes jejuando e orando em sua presença.12 y clamaron ardientemente todos juntos al Dios de Israel, a fin de que no permitiera que sus hijos fueran entregados al pillaje, sus mujeres deportadas, las ciudades de su herencia destruidas y el Santuario execrado y escarnecido, para satisfacción de los paganos.
13 Lembrai-vos de Moisés, servo do Senhor: Amalec, que confiava em sua força, em seu poder, em seu exército, em seus escudos, em seus carros e cavaleiros, foi derrotado por ele, não com a força das armas, mas com o poder da santa oração.13 El Señor escuchó sus plegarias y miró su aflicción. Entretanto, el pueblo, en toda la Judea y en Jerusalén, siguió ayunando durante largo tiempo, ante el Santuario del Señor todopoderoso.
14 Isso mesmo acontecerá a todos os inimigos de Israel, se perseverardes na obra que começastes.14 El sumo sacerdote Joaquím y todos los que prestaban servicio ante el Señor, sacerdotes y ministros del Señor, vestidos con sayales, ofrecían el holocausto perpetuo, las oblaciones votivas y los dones voluntarios del pueblo;
15 Com tais exortações, os israelitas puseram-se a orar diante do Senhor;15 y, con los turbantes cubiertos de ceniza, imploraban al Señor con todas sus fuerzas, para que visitara favorablemente a toda la casa de Israel.
16 mesmo aqueles que ofereciam holocaustos ao Senhor, faziam-no revestidos de sacos e com a cabeça coberta de cinzas.
17 E todos rogavam a Deus, de todo o seu coração, que visitasse o seu povo de Israel.