Scrutatio

Sabato, 27 aprile 2024 - Santa Zita ( Letture di oggi)

2 Timoteo 4


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1Yo te conjuro delante de Dios y de Cristo Jesús, que ha de juzgar a los vivos y a los muertos, y en nombre de su Manifestación y de su Reino:2proclama la Palabra de Dios, insiste con ocasión o sin ella, arguye, reprende, exhorta, con paciencia incansable y con afán de enseñar.3Porque llegará el tiempo en que los hombres no soportarán más la sana doctrina; por el contrario, llevados por sus inclinaciones, se procurarán una multitud de maestros4que les halaguen los oídos, y se apartarán de la verdad para escuchar cosas fantasiosas.5Tú, en cambio, vigila atentamente, soporta todas las pruebas, realiza tu tarea como predicador del Evangelio, cumple a la perfección tu ministerio.6Yo ya estoy a punto de ser derramado como una libación, y el momento de mi partida se aproxima:7he peleado hasta el fin el buen combate, concluí mi carrera, conservé la fe.8Y ya está preparada para mí la corona de justicia, que el Señor, como justo Juez, me dará en ese Día, y no solamente a mí, sino a todos los que hay aguardado con amor su Manifestación.9Ven a verme lo más pronto posible,10porque Demas me ha abandonado por amor a este mundo. El se fue a Tesalónica, Crescente emprendió viaje a Galacia, y Tito, a Dalmacia.11Solamente Lucas se ha quedado conmigo. Trae contigo a Marcos, porque me prestará buenos servicios.12A Tíquico lo envié a Efeso.13Cuando vengas, tráeme la capa que dejé en Tróade, en la casa de Carpo, y también los libros, sobre todo, los rollos de pergamino.14Alejandro, el herrero, me ha hecho mucho daño: el Señor le pagará conforme a sus obras.15Ten cuidado de él, porque se opuesto encarnizadamente a nuestra enseñanza.16Cuando hice mi primera defensa, nadie me acompañó, sino que todos me abandonaron. ¡Ojalá que no les sea tenido en cuenta!17Pero el Señor estuvo a mi lado, dándome fuerzas, para que el mensaje fuera proclamado por mi intermedio y llegara a oídos de todos los paganos. Así fui librado de la boca del león.18El Señor me librará de todo mal y me preservará hasta que entre en su Reino celestial. ¡A él sea la gloria por los siglos de los siglos! Amén.19Saludos a Prisca y a Aquila, y a la familia de Onesíforo.20Erasto se quedó en Corinto, y a Trófimo lo dejé enfermo en Mileto. Apresúrate a venir antes del invierno.21Te saludan Eubulo, Pudente, Lino, Claudia y todos los hermanos.22El Señor esté contigo. La gracia esté con ustedes.