Scrutatio

Sabato, 27 aprile 2024 - Santa Zita ( Letture di oggi)

1 Timoteo 3


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1Es muy cierta esta afirmación: «El que aspira a presidir la comunidad, desea ejercer una noble función».2Por eso, el que preside debe ser un hombre irreprochable, que se haya casado una sola vez, sobrio, equilibrado, ordenado, hospitalario y apto para la enseñanza.3Que no sea afecto a la bebida ni pendenciero, sino indulgente, enemigo de las querellas y desinteresado.4Que sepa gobernar su propia casa y mantener a sus hijos en la obediencia con toda dignidad.5Porque si no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo podrá cuidar la Iglesia de Dios?6Y no debe ser un hombre recientemente convertido, para que el orgullo no le haga perder la cabeza y no incurra en la misma condenación que el demonio.7También es necesario que goce de buena fama entre los no creyentes, para no exponerse a la maledicencia y a las redes del demonio.8De la misma manera, los diáconos deben ser hombres respetables, de una sola palabra, moderados en el uso del vino y enemigos de ganancias deshonestas.9Que conserven el misterio de la fe con una conciencia pura.10Primero se los pondrá a prueba, y luego, si no hay nada que reprocharles, se los admitirá al diaconado.11Que las mujeres sean igualmente dignas, discretas para hablar de los demás, sobrias y fieles en todo.12Los diáconos deberán ser hombres casados una sola vez, que gobiernen bien a sus hijos y su propia casa.13Los que desempeñan bien su ministerio se hacen merecedores de honra y alcanzan una gran firmeza en la fe de Jesucristo.14Aunque espero ir a verte pronto, te escribo estas cosas15por si me atraso. Así sabrás cómo comportarte en la casa de Dios, es decir, en la Iglesia del Dios viviente, columna y fundamento de la verdad.16En efecto, es realmente grande el misterio que veneramos:
El se manifestó en la carne,
fue justificado en el Espíritu,
contemplado por los ángeles,
proclamado a los paganos,
creído en el mundo
y elevado a la gloria.